La estación de tren española reconvertida en hotel de lujo que asombra a la prensa de EEUU: “El nuevo hotel más espectacular de Europa”

Lujo, historia, arquitectura y naturaleza son solo algunos de los calificativos que se pueden atribuir a una de las estaciones de tren más impresionantes del mundo. La estación de Canfranc constituye una obra arquitectónica sin igual de principios del siglo XX, que ahora, tras más de 50 años abandonada, se ha reconvertido en un hotel de lujo que maravilla a todo aquel que se acerque. De hecho, han sido muchos los medios internacionales que se han hecho eco de su exclusividad. Este es el caso de medios como Travel + Leisure, que lo califican como “el nuevo hotel más espectacular de Europa”, o el Financial Times como “una de las mejores aperturas del mundo”.

Esto no es de extrañar, pues más allá de su exquisita arquitectura y todo lujo de comodidades, el hotel se localiza en un entorno natural de ensueño, pues se incrusta en el corazón de la frontera entre España y Francia. En plenos Pirineos, permite a los huéspedes disfrutar de todo tipo de actividades rurales, ya que está, además, a muy poca distancia de las estaciones de esquí de Candanchú y de Astún, y del puerto de Somport. Por no hablar de la infinidad de rutas de senderismo que se pueden disfrutar en sus alrededores.

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Inaugurada en 1928, fue concebida como un nexo internacional de transporte, facilitando el tráfico ferroviario a través de la inhóspita barrera natural de los Pirineos. Su construcción fue fruto de un acuerdo entre España y Francia, buscando potenciar el comercio y la comunicación entre ambos países. Sin embargo, el proyecto se inició mucho antes con las obras del túnel de Somport, parte fundamental en el proyecto y que tuvieron lugar entre 1908 y 1912.

De este modo, tras su apertura jugó un papel crucial durante la Segunda Guerra Mundial, sirviendo como ruta de escape para muchos que huían del conflicto y, de acuerdo con algunos reportes, como un punto estratégico para el tráfico de oro y obras de arte robadas. Sin embargo, después de la guerra, la estación experimentó un lento declive. La línea de ferrocarril sufrió un duro golpe en 1970, cuando un tren de mercancías descarriló en el lado francés, dañando un puente y causando la suspensión indefinida del tráfico internacional. Esto llevó al cierre de gran parte de sus instalaciones y a años de abandono.

La influencia francesa en la obra de la estación de Canfranc se puede apreciar de forma notable en su arquitectura. Esta muestra trazos que recuerda a grandes edificios franceses del siglo XIX, como el conocido Musée d’Orsay en París. Fernando Ramírez Dampierre, el arquitecto a cargo del proyecto, dotó a la estación de Canfranc de elementos distintivos de la época, como los tejados de pizarra, buhardillas y pináculos art-decó, culminando en una imponente cúpula central.

Su construcción corresponde a una gran obra de ingeniería, ya que presenta una estructura de 241 metros de largo con 150 puertas de acceso y cerca de 350 ventanas, utilizando materiales como hormigón, hierro, piedra y cristal. Estos elementos, combinados con su diseño único, la convierten en una de las principales representantes de la arquitectura industrial española. La utilización de estos materiales no solo aseguró la durabilidad y la robustez de la estructura, sino que también permitió crear un espacio amplio y luminoso que hoy en día sigue impresionando a todo aquel que se acerca.

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Tras su apertura en 2023, Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel 5 estrellas Gran Lujo, se ha convertido en uno de los hoteles más impresionantes del mundo. “Sus elegantes habitaciones están diseñadas para ofrecer una estancia cálida y exclusiva, con piezas en materiales nobles como la madera y el latón, tejidos ricos como el terciopelo y una gama cromática inspirada en los años 20. Todo ello regado de elementos art déco y detalles textiles en constante diálogo con la cultura y tradición locales”, explican desde su página web.

A esto hay que sumar una rica gastronomía de la mano del chef Eduardo Salanova y la directora de sala Ana Acín, los cuales ofrecen una experiencia culinaria con tres alternativas que satisfacen desde el gusto por lo casual hasta la preferencia por la alta cocina. Entre las opciones se encuentra el restaurante El Internacional, que apuesta por una propuesta gastronómica más informal, ideal para aquellos que buscan disfrutar de una comida relajada en un ambiente acogedor.

Para los amantes de la elegancia y la historia, el Restaurante 1928 emerge como una elección distintiva. Ubicado dentro de un vagón de tren al estilo del mítico Orient Express, este restaurante ofrece una experiencia inmersiva con un menú inspirado en la refinada cocina francesa, transportando a los comensales a una época de lujo y viajes transcontinentales.

La oferta se completa con el Canfranc Express, un vagón de principios del siglo XX que se transforma en el escenario del menú degustación más exclusivo de la mano del chef Salanova. Esta experiencia se compone de 21 platos que rinden homenaje a la tradición culinaria aragonesa, con un innovador toque contemporáneo. A un precio de 160 euros, promete ser una experiencia culinaria sin igual, marcando un hito en la gastronomía de la región.

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Desde Huesca, el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por las vías A-23 y N-330. Por su parte, desde Pamplona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 45 minutos por la carretera A-21.