Retiran del Ejército a cabo que interceptó a negociadores del proceso de paz

El Ministerio Público ratificó, en segunda instancia, la veracidad de las pruebas contra el cabo segundo Carlos Betancur y confirmó su destitución e inhabilidad por 10 años.

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23/01/2020 Militares del Ejército de Colombia
POLITICA SUDAMÉRICA COLOMBIA INTERNACIONAL
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La Procuraduría General de la Nación sancionó disciplinariamente al cabo Carlos Alberto Betancur Sánchez, quien fue el responsable de robar información de la central de interceptaciones Andrómeda sobre el proceso de paz y suministrársela al ‘hacker’ Andrés Sepúlveda.

Según la entidad, el cabo segundo, a quien conocían como ‘Blender’, robó información sensible y reservada de interés general sobre el desarrollo del acuerdo de paz en La Habana con la extinta guerrilla de las Farc y se la entregó al ‘hacker’ Sepúlveda, quien fue condenado a diez años en 2015 por hechos relacionados con interceptaciones ilegales durante las negociaciones de paz y las elecciones presidenciales de 2014.

En segunda instancia, la Procuraduría dejó en firme la sanción contra el cabo Betancur la cual consiste en la destitución e inhabilidad por 10 años por el robo de información. La defensa del cabo apeló esta misma decisión de la entidad en primera instancia alegando que faltaba veracidad en varias pruebas del organismo contra su cliente.

Sin embargo, el Ministerio Público ratificó su decisión al dar validez a los testimonios que tienen en contra del cabo segundo y de las reuniones que este mantuvo con el ‘hacker’.

Según las pruebas que recopiló la entidad contra Carlos Alberto Betancur Sánchez, a cambio de 100 millones de pesos, el cabo segundo entregó a Sepúlveda información confidencial que daba el equipo de Gobierno sobre los avances de los diálogos en La Habana a través de correos electrónicos. Además, la Procuraduría aseguró que ‘Blender’, como era conocido el cabo, se reunió en varias ocasiones con el ‘hacker’ y se comprometió a entregarle información obtenida de interceptaciones ilegales.

Betancur entregó a Sepúlveda 100 cuentas electrónicas, con sus respectivas claves, por un valor de 100 millones de pesos y un computador que le fue suministrado por el ‘hacker’. Sin embargo, solo se habría logrado concretar la entrega de 20 cuentas que pertenecían al equipo negociador de los Acuerdos de Paz y del expresidente Juan Manuel Santos, también estaban las cuentas de correo electrónico de los entonces guerrilleros y el buzón de alias ‘Boris’, jefe de telecomunicaciones y de seguridad de las Farc en la mesa de negociación en La Habana.

De la misma forma, Betancur se había comprometido a entregarle a Sepúlveda información obtenida en interceptaciones ilegales a un teléfono BlackBerry de uno de los negociadores de las Farc.

La Procuraduría en esta ocasión, además, ratificó la decisión que declaró responsable al mayor Alfonso Guerrero Herrera, quien era el comandante de la Operación Andrómeda del Ejército Nacional, y quien fue suspendido un mes en el ejercicio de su cargo, así como la suspensión por un mes del cabo primero Luis Humberto Moreno, quien recibió tres millones de pesos por la venta de información de reinsertados de las Farc entre los años 1993 a 2008.

Operación Andrómeda

Transcurría la primera semana del mes de febrero de 2014 cuando la revista Semana reveló que, en el barrio Galerías de Bogotá, se encontraba ubicado un restaurante en el cual se camuflaba una Central de Inteligencia Militar, desde la cual escuchaban ilegalmente a los miembros del equipo negociador en La Habana.

Ante las denuncias, la Fiscalía General de la Nación allanó el lugar encontrando varios discos duros que comprobaron la interceptación a los correos, celulares y chats privados de personas de la vida pública, entre ellas, Sergio Jaramillo, negociador del Gobierno en La Habana. ‘Buggly’ era el restaurante fachada en el que, en el primer piso se vendían los tradicionales ‘corrientazos’, mientras en el segundo piso había una especie de café internet en el que se llevaba a cabo la interceptación ilegal a los diálogos en La Habana.

En ese entonces se descubrió que este lugar era una central e interceptaciones militar, conocida como ‘Operación Andrómeda’ la cual fue creada de manera legal por las Fuerzas Militares para estar atentos a posibles atentados terroristas. Sin embargo, no todos sus operarios siguieron las reglas y se convirtió también en una central de interceptaciones ilegales al proceso de paz que se adelantaba con las Farc, información reservada que se entregó al ‘hacker’ Andrés Sepúlveda que fue, finalmente, la captura y condena más contundente que se tuvo de este caso.

En 2018, la Procuraduría formuló cargos contra tres miembros del Ejército vinculados a la ‘Operación Andrómeda’ por la venta de información de carácter secreto a Andrés Sepúlveda. Los acusados por el Ministerio Público fueron el mayor Joany Alonso Guerrero Herrera, comandante de la Operación; el cabo primero Luis Humberto Moreno, enlace entre la Central de Inteligencia Técnica y el GAHD; y al cabo segundo Carlos Alberto Betancur Sánchez, miembro de la Operación.

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