El 'teatro express' surgió en España y desembarcó en Buenos Aires de la mano del productor de cine Pablo Bossi y la actriz y productora Julieta Novarro. Esta modalidad emergente se tradujo en la ciudad en Microteatro BA, que resume una propuesta original y con cada vez más adeptos en otras partes del mundo: disfrutar de diferentes historias, en su mayoría de la vida cotidiana, con duración de 15 minutos para solamente 15 espectadores.
El concepto es innovador, no solo por la duración de las obras, sino porque está pensado para que el espectador disfrute de una jornada completa, donde se conjugan el arte y el placer gastronómico.
Está situado en el barrio porteño de Palermo y además de tener 6 salas de teatro, donde se presentan en simultáneo cada una de las obras, cuenta con un coqueto resto-bar llamado QUINCE de cocina urbana y fast-food de autor con tragos originales y cerveza artesanal para cenar entre función y función.
Están dirigidas por reconocidos actores y productores, como Mey Scapola, Elena Roger, Shumi Gauto, Nacho Ciatti, entre otros. En ellas participan como primeros artistas Florencia Torrente, Matías Mayer, Diego Corán Oria y Héctor Bidonde.
Infobae vivió la experiencia de las obras de 15 minutos y dialogó con Julieta Novarro, una de las impulsoras del proyecto.
Por ejemplo, en la obra 1+1=, con la dirección de Nacho Ciatti –un actor, director y autor santacruceño– y protagonizada por Laila Duschatzky y Adrián Garavano, una pareja está en pleno divorcio y separación de bienes y por recomendación de ambos abogados debaten cuál es el precio del amor que se tuvieron y de cada uno de los recuerdos que compartieron.
La segunda obra, 'Ajuste de cuentas' con la dirección de Mey Scapola, hija de la reconocida actriz Mercedes Morán y los actores Héctor Bidonde, Elvira Villarino y Maria Elisa Bressán, está basada en la historia de una familia con una hija mayor de 35 años a la que le pasan 'factura' de todos los gastos a lo largo de su vida. Historias mínimas, sencillas, pero que apelan a una experiencia común.
-¿Cómo fue la idea de traer esta tendencia global a Buenos Aires?
– Surgió con mi socio. Él ya había visto esta propuesta hace cuatro años en España, que estaban planteados como prostíbulos, y ahí trajo la idea de este formato, luego yo viajé a verlo y me pareció distinto, que Buenos Aires necesitaba un espacio más lúdico para los espectadores, que puedan disfrutar de varias obras, comer algo y cuidar el dinero del que disponen.
– ¿Por qué son obras de 15 minutos?
– Es tal cual el formato español. Y la idea es que el público pueda ver varias obras seguidas y la propuesta es hacerlas cortas. Allá en los prostíbulos las propuestas eran cortas para no tener que cerrarlos.
– ¿Cómo fue la elección de los actores?
– Algunos actores conocían el formato y otros no, pero apostaron a esta tendencia. Trajimos algunos textos españoles y otros autores nos sugieren propuestas. La elección fue de gente apropiada para el teatro para no tener margen de error y también conscientes de que el proyecto se iba a tomar con responsabilidad.
-¿Pensaste alguna vez que el público argentino se iba a adaptar a esta nueva tendencia?
– Estoy sorprendida para bien, yo nunca pensé que iba a funcionar y el público entendió a la perfección la dinámica y para mí eso es excitante, ven una obra, salen y ven otra, comen y toman algo.
– ¿Qué planes tienen a futuro? ¿Expansión por el país?
– Primero afianzar acá en Buenos Aires, construir un mensaje y luego pensar en buscar otros espacios donde pueda llegar a funcionar. Ahora nos gustaría ampliar la cartelera, sumar otras propuestas, como varieté, y darle al público más opciones.
"Nuestro desafío estaba en ver que las obras estén buenas y darle diferentes propuestas al público", finalizó.
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