Cómo potenciar el desarrollo de la escritura en los niños

Dos grandes componentes animan e inciden en este proceso: el progreso motor y el ejercicio físico. La importancia del papel y el lápiz para el aprendizaje

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Educar la caligrafía de los niños es vital para su crecimiento (iStock)

"Es una realidad. Cada vez es más palpable la revolución que generó el inicio de la era digital en los niños. La misma incide directamente en las formas y los modos en los que enseñamos y aprendemos", dijo a Infobae Carolina Schutz, licenciada en psicopedagogía (MN 114.481).

El desarrollo motor y el ejercicio físico son fundamentales que la escritura de un niño progrese. "En cuanto al primero, la escritura es el producto de una actividad psicomotriz extremadamente compleja. Intervienen la maduración general del sistema nervioso, la evolución del sostén tónico y la coordinación de los movimientos del hombro, brazo y antebrazo. También el progreso de las actividades minuciosas de la mano y de los dedos".

Las conclusiones son arrojadas del último estudio que realizó el Instituto Emerson de Grafología Argentina. "En cuanto al ejercicio físico, la escritura necesita de un entrenamiento ajustado a las diferentes etapas cronológicas. de la vida", aseguró la investigación.

El papel es, sin dudas, un elemento vital, ya que según sus dimensiones se obtienen ejecuciones que presentan -entre sí- diferencias considerables. También el útil escritor (grosor, tipo de punta y tinta), la iluminación y la temperatura del ambiente.

Renglones amplios y un buen útil escritor: claves para el desarrollo de la escritura (iStock)

La disyuntiva es clara: ¿cuál es la forma más efectiva para que los chicos aprendan? "Las propuestas son diferentes, pero no antagónicas", agregó Schutz. En algunos países, como Finlandia, la caligrafía está siendo desplazada por la mecanografía. Allí no consideran que algo tan arcaico como un lápiz y un papel sea el futuro. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por investigadores de las Universidades de Princeton y de California concluyó que los estudiantes que toman apuntes a mano obtienen –a largo plazo– mejores resultados que los que realizan todo a través de una tablet, celular o PC.

La investigación también sostuvo que "el niño es incapaz de alcanzar las exigencias de las normas caligráficas de la dimensión, que disminuye progresivamente desde los 10 años para estabilizarse entre los 2.5 y 3.5 milímetros en la edad adulta. Es por eso que la distancia de los renglones puede interferir en las necesidades expresivas del niño. La dimensión esperable en niños de 6 a 7 años de edad es de 5.1 milímetros en varones y de 5.2 mm en mujeres".

La escritura se desarrolla a partir de la diferenciada puesta en juego de las articulaciones del hombro, codo y muñeca, y también de las articulaciones de los dedos. Antes de la coordinación de todo ese sistema que conduce al desplazamiento adaptado del útil escritor sobre el papel, el niño produce movimientos incoordinados que requieren de una superficie amplia, capaz de contenerlos.

Esta es la razón que fundamenta la conveniencia de cuadernos de 190 milímetros de ancho por 240 milímetros en una primera instancia de la etapa pre-caligráfica. La continuidad de esta medida en las etapas posteriores (caligráfica y post caligráfica) se justifica por la resistencia desarrollada, que le permite al niño valerse de este logro para completar los renglones satisfactoriamente, con el control adecuado.

Son varias las etapas en las que los niños perfeccionan su escritura (iStock)

"Teniendo en cuenta lo mencionado con respecto a la falta de desarrollo del control óculo-motriz en esta edad, se recomienda que los márgenes se realicen con un color más intenso para favorecer la introyección de la pauta del margen izquierdo y superior. También que el margen izquierdo y superior tengan un tamaño de 2 centímetros, con el fin de otorgarle mayor espacio para el acto gráfico y que el paso de la hoja lisa a la pautada sea en forma gradual y prudente", concluyó el informe.

En 1931, el grafólogo y escritor Max Pulver desarrolló la Teoría del Espacio Gráfico que fue publicada en 1931 en su obra El Simbolismo de la Escritura. Gracias a las leyes del simbolismo del espacio gráfico sistematizadas por el investigador suizo se universalizaron los principios de la Grafología, compartidos con la totalidad de las técnicas proyectivas gráficas de las que se vale la Psicología en sus diagnósticos.

En primer lugar considera a la hoja como el espacio vital y mental, el medio ambiente. Pulver divide la hoja con una línea vertical (coordenada del tiempo) que formas dos zonas: la izquierda y la derecha. Y una línea horizontal (coordenada de espacio) que forma dos zonas: la superior y la inferior.

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