A sus 98 años, Mirtha Legrand ha visto y vivido casi un siglo de historia argentina. Ha sido testigo de glorias y tragedias, de la evolución del país y sus heridas más profundas. Pero hay una cuenta pendiente que todavía la persigue: conocer las Islas Malvinas. En la última emisión de La Noche de Mirtha (El Trece), la legendaria conductora confesó su anhelo mientras entrevistaba al modelo Hernán Drago, quien reveló que en los próximos días viajará al archipiélago.
“Ahora me voy a las Islas Malvinas. Voy por motus propio”, anunció Drago en la mesa, sin imaginar la reacción que generaría en su anfitriona. Mirtha lo miró con una mezcla de sorpresa y nostalgia, y sin dudarlo, dejó escapar unas palabras cargadas de emoción: “Yo siempre quise...”.
El silencio se hizo un segundo más largo de lo normal. Luego, con la voz más pausada, Mirtha amplió su pensamiento: “Siempre quise conocer Malvinas, siempre tuve la pasión por conocer Malvinas, pero no es fácil llegar”. Sus invitados la escuchaban con atención. Drago, entonces, le explicó la complejidad del viaje. “A partir de este año te hacen llenar un formulario con cierto tipo de preguntas. Te sugieren no llevar ningún tipo de bandera argentina o la camiseta…”, detalló.
Las palabras impactaron en Legrand, que no pudo ocultar su desconcierto ante las cámaras que rodeaban su mesa. Sin embargo, fiel a su estilo, encontró la manera de desafiar con humor la absurda normativa. “Llevá la camiseta de Racing y decí ‘esto me lo dio una señora que hace televisión’”, bromeó, logrando que la mesa estallara en risas. Pero la melancolía seguía ahí, latiendo en sus palabras.
Fue entonces cuando Graciela Alfano, otra de las invitadas, le preguntó con ternura: “¿No te gustaría ir?”. La conductora no titubeó. “Yo quiero ir para visitar a todos los que quedaron, porque no hay que olvidarse”, respondió con un tono que dejó la risa atrás y dio paso a la solemnidad.
En la mesa, Drago asintió con un gesto serio. “Es una historia que, si bien pasó muchos años, está muy viva y nos atraviesa a todos”, reflexionó. Nadie contradijo la afirmación del invitado, sino que todos los ocupantes de la mesa se mostraron de acuerdo con sus palabras. En especial debido al gran significado que tiene Malvinas, que no es solo una herida en la historia argentina, sino que también es un eco que aún resuena en cada generación.
No es la primera vez que Mirtha menciona a las islas con esa mezcla de respeto y dolor. A finales de 2022, cuando se anunció la muerte de Isabel II de Gran Bretaña, ella recordó, con su memoria inquebrantable, el rol de la monarca en el conflicto que dio lugar a la muerte de muchos combatientes argentinos. “Ella siempre estaba con sus mocasines y su carterita. El famoso sombrero”, comentó sobre el inconfundible estilo de la reina. Pero en su mirada se adivinaba otra idea. Su voz cambió al recordar aquel 1982 que aún pesa en el alma argentina. “Fue una gran reina, pero no me puedo olvidar que en la Guerra de Malvinas ella estaba reinando. No lo puedo olvidar. Un momento muy triste para todos”, aseveró la presentadora respecto al conflicto bélico.
Las palabras de Mirtha son más que una simple reflexión. Representan la voz de una mujer que ha sido testigo de la historia, que la ha contado desde su mesa, que la ha vivido en carne propia. Su deseo de visitar Malvinas no es solo un anhelo personal, sino un acto de memoria. Porque, como dijo esa noche con una convicción inquebrantable, no hay que olvidarse.