En un contexto de creciente demanda por internet de alta velocidad, gigantes tecnológicos como Google, SpaceX y la emergente AST SpaceMobile están apostando por modelos disruptivos que rompen con las limitaciones de las redes tradicionales. Desde haces de luz hasta satélites que conectan directamente con celulares, el futuro de la conectividad global se juega en tierra, aire y espacio.
Mientras millones de personas aún viven sin acceso estable a internet, la industria tecnológica avanza con propuestas que buscan resolver este déficit mediante soluciones innovadoras y adaptables.
Ya no se trata solo de instalar más cables o antenas, sino de repensar la infraestructura misma: menos dependencia del terreno, menores costos y mayor alcance. La competencia entre Alphabet (matriz de Google), AST SpaceMobile y Starlink de SpaceX marca el inicio de una nueva carrera tecnológica.
Cada una de estas empresas plantea un enfoque único para llevar internet a zonas remotas, rurales o de difícil acceso. Alphabet apuesta por la transmisión óptica terrestre; AST SpaceMobile busca convertir el cielo en una red celular; y SpaceX, con Starlink, ya ofrece internet vía satélite a millones.
Taara: internet por luz, sin cables ni excavaciones
Desarrollado por X Company, el laboratorio de innovación de Alphabet, Taara es un sistema de comunicación que transmite datos mediante haces de luz láser a través del aire, evitando por completo el uso de cables. Su objetivo es llevar conectividad rápida y confiable a regiones donde desplegar fibra óptica es costoso, lento o directamente inviable.
La primera versión, Taara Lightbridge, utiliza dispositivos similares a semáforos, equipados con sensores y sistemas ópticos que alinean automáticamente los haces de luz. Estos enlaces ópticos logran velocidades de hasta 20 Gbps a lo largo de distancias de 20 kilómetros, sin necesidad de tendido físico.
El siguiente paso es un chip fotónico de silicio, que sustituye los componentes mecánicos por emisores de luz digitales gestionados por software. En pruebas, estos chips transmitieron datos a 10 Gbps en un kilómetro, y se espera su despliegue comercial en 2026.
Además de su capacidad técnica, Taara se destaca por su bajo consumo energético (40 vatios) y su versatilidad: puede funcionar en zonas urbanas, rurales, montañosas o sobre cuerpos de agua. Frente al alto costo de las soluciones satelitales, la tecnología de Alphabet se presenta como una alternativa eficiente y económica.
AST SpaceMobile: una torre celular en el cielo
Con sede en Texas, AST SpaceMobile propone una solución radicalmente distinta: una red de banda ancha satelital que se conecta directamente a cualquier celular convencional, sin requerir antenas, routers o hardware adicional. Sus satélites, llamados Bluebirds, actúan como torres de telefonía en el espacio.
La primera generación de satélites ya está en órbita, con superficies de 65 m². La próxima versión será tres veces más grande y multiplicará por diez la capacidad de transmisión.
La empresa colabora con operadores como AT&T, Vodafone y Rakuten, lo que permitirá que los usuarios se conecten a su red satelital mediante pases diarios, abonos mensuales o servicios constantes en zonas rurales. También se contempla su uso en emergencias, cuando las redes terrestres fallen.
Si bien aún no genera grandes ingresos, AST proyecta un crecimiento acelerado. Deutsche Bank estima que podría facturar más de 370 millones de dólares en 2026 y alcanzar los 5.000 millones hacia 2030.
Starlink: el pionero que enfrenta nuevos desafíos
Starlink, el sistema de internet satelital de SpaceX, fue el primero en ofrecer una solución escalable para zonas sin cobertura terrestre. Con miles de satélites en órbita baja y antenas receptoras en tierra, ya conecta a millones de usuarios en todo el mundo.
Su despliegue ha sido clave en emergencias, catástrofes y zonas de guerra, gracias a su capacidad autónoma y descentralizada. Sin embargo, el modelo enfrenta desafíos: altos costos operativos, saturación del espacio, interferencias astronómicas y creciente competencia.
Además, SpaceX ha cuestionado públicamente la valorización bursátil de AST SpaceMobile, alegando que su modelo genera bajos ingresos frente a su alta cotización en el mercado, lo que ha generado tensión en el sector.