El día que los rusos quemaron Moscú para dejarle tierra arrasada a Napoleón y el trágico final del ejército francés
Fue en septiembre de 1812 cuando Napoleón Bonaparte entró a una Moscú abandonada por sus pobladores. La ciudad se la incendió para que los invasores no tuvieran ni donde refugiarse y alimentarse. El error de cálculo del emperador francés transformó lo que pensaba sería una rápida campaña en un verdadero desastre militar y estratégico.