Collar de narices, cinturón de pezones y lámpara de piel humana: el asesino que hacía objetos con restos de sus víctimas
La macabra historia de Ed Gein, un hombre solitario y tímido que vivía en una granja, inspiró a Alfred Hitchcock para su película Piscosis. En su casa encontraron a la dueña de la ferretería colgada y decapitada. La investigación mostró que despellejaba y mutilaba a sus víctimas, coleccionaba sus órganos y solía abrir las tumbas de mujeres recién muertas para robar sus cuerpos y fabricar sus artesanías. Lo llamaron “el carnicero de Plainfield”