Un hombre fue atacado a balazos en Rosario y manejó herido hasta una farmacia: “Tuve un dios aparte”

La víctima se encontraba circulando a bordo de su Amarok cuando dos delincuentes que se trasladaban en moto se pusieron a la par de su vehículo y abrieron fuego contra él

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El lugar donde atacaron al hombre (Captura de pantalla Google Maps)
El lugar donde atacaron al hombre (Captura de pantalla Google Maps)

La violencia y la inseguridad continúan asolando a Rosario, con balaceras que se registran todos los días en diferentes puntos de la ciudad. Esta vez, la víctima fue un hombre de 43 años que fue atacado a tiros mientras manejaba su camioneta. Intentó escapar, manejó herido y llegó a una farmacia. “Tuve un dios aparte”, expresó.

El hecho ocurrió durante la tarde del viernes en la calle San Juan al 5300, barrio Azcuénaga, cuando dos agresores que se movilizaban en moto se pusieron a la par de la camioneta Amarok azul y abrieron fuego contra él.

“Lo único que vi fue una moto, nada más”, contó la víctima, cuya identidad no trascendió, en un diálogo con El Tres. Sobre los impactos de bala, el hombre narró: “Al primer tiro lo escuché y al segundo lo sentí”. El hombre resultó herido en la pierna y el brazo.

Sin embargo, lejos de detenerse, el conductor optó por acelerar su vehículo. “Había ido al Mercado de Productores, había terminado con mis actividades. Escuché los golpes, los tiros, atiné a acelerar y vi que había una farmacia”, recordó. Así, logró llegar al local, informó que estaba herido y mantuvo la calma, según contó una mujer que asistió al hombre en un móvil con Radio 2.

Al lugar, acudió la Policía Motorizada. Se secuestraron seis vainas servidas calibre 9 milímetros que serán peritadas, tal como informa el medio local Rosario 3. La Justicia intenta identificar ahora lo que motivó el ataque.

Al respecto, la víctima descartó que se haya tratado de una salidera, sino que el hecho estaría enmarcado en el contexto de violencia que vive la ciudad. “Como mucho puedo llevar 200 mil pesos, que hoy no es nada. No movemos plata. Voy de un mercado al otro. El tema es que a ellos no les interesa la vida de nadie. No me robaron nada”, aseguró. Horas después del ataque, el hombre expresó: “Tuve un dios aparte”, pero planteó que baraja la posibilidad de irse del país.

Hace tan solo tres días, las balaceras volvieron a ser las protagonistas de la noche rosarina, puesto que en cuestión de horas ocurrieron un doble crimen y dos atentados de sicarios.

Así quedó la camioneta del hombre atacado (Captura de pantalla El Tres)
Así quedó la camioneta del hombre atacado (Captura de pantalla El Tres)

Durante la noche del martes, dos jóvenes de 23 años fueron asesinados a tiros. Según información que recibió el fiscal de Homicidios Dolosos que investiga el hecho, Alejandro Ferlazzo, las víctimas, identificadas como Francisco García y Karina Soledad Ferreyra fueron acribilladas mientras estaban en el interior de una casa de la calle Magaldi al 8700 ubicada en el barrio Gráfico, situado a aproximadamente 500 metros del estadio mundialista de hockey de Rosario. De acuerdo con las primeras tareas realizadas por investigadores policiales, cerca de donde estaban las víctimas funciona un punto de venta de droga.

Después del ataque, el hombre y la mujer heridos fueron trasladados al Policlínico San Martín. El joven falleció allí como consecuencia de múltiples impactos de bala. En tanto, la mujer fue derivada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con diez heridas de arma de fuego y murió a las 23.

Mientras el Comando Radioeléctrico y el gabinete criminalístico llevaba a cabo la preservación de la escena, se escucharon varios disparos. Después de que vecinos indicaran dónde había sido la balacera, los uniformados se trasladaron hasta Benteveo al 700, a muy pocos metros de la calle Magaldi. Allí, encontraron una casilla de nylon y madera que había sido incendiada.

Después de que una dotación de bomberos zapadores sofocara las llamas, la Policía santafesina constató la marca de un tiro en la precaria construcción. Minutos después, Pablo V. (23 años) fue hallado en Biguá al 9100 con un tiro en su pierna izquierda. Al entrevistarlo, el joven dijo que estaba en la propiedad de Benteveo al 700 que había sido atacada. La víctima fue llevada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde quedó internada fuera de peligro.

Vecinos sugirieron ante los agentes que el incendio y balacera habrían sido realizados en venganza por el doble crimen, por lo que el fiscal Ferlazzo ordenó varias medidas a la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal para tratar de determinar si había vínculos entre los dos hechos.

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