La trama narco detrás de Lindor Alvarado, el jefe criminal de Rosario acusado de asesinato

Esteban Lindor Alvarado es sospechoso de instigar la ejecución de un prestamista. La investigación detectó conexiones con media tonelada de marihuana secuestrada en Río Negro en 2017

Compartir
Compartir articulo
Esteban Lindor Alvarado, acusado de ser el autor intelectual de la ejecución de un prestamista
Esteban Lindor Alvarado, acusado de ser el autor intelectual de la ejecución de un prestamista

Esteban Lindor Alvarado se esforzó toda su vida para evitar el escenario en el que finalmente quedó colocado ayer. Por primera vez este sigiloso hombre de 42 años acusado de ser uno de los principales jefes criminales de Rosario afrontó una acusación bajo el vértigo de una publicidad casi estruendosa. En el Centro de Justicia Penal de la ciudad santafesina le imputaron un delito que prevé prisión perpetua: ser instigador del asesinato de un prestamista que en noviembre pasado, dos días después de ser secuestrado en la puerta de su casa, apareció con dos tiros en la nuca a 200 metros del casino de la ciudad.

Esa acusación tal vez no haya sido lo más grave para Alvarado, dado que su rol deberá ser probado. Lo más destacado de ayer es que nunca antes una investigación penal había puesto en evidencia las conexiones que lo vinculan al narcotráfico. Los fiscales provinciales desplegaron prueba que la Justicia federal de Rosario no desplegó. Al mostrar los engranajes de su banda expusieron la relación de Alvarado con un cargamento de media tonelada de marihuana interceptada en la provincia de Río Negro en 2017.

Con ello por primera vez se corrió el telón de una actividad que se le atribuyó a Alvarado durante más de 15 años sin que las agencias penales de Santa Fe lo detectaran. En muchas investigaciones aparecía nombrado como el líder narco más importante del oeste de la ciudad, aunque nunca prosperó una pesquisa en su contra en este sentido. Tanto en expedientes diversos como en ámbitos carcelarios aludían a él por tres cualidades: una inteligencia sobria para los negocios, capacidad de soborno para mantener su actividad oculta y crueldad extrema aplicada a los mismos fines.

Ayer, dos fiscales querían demostrar la capacidad económica y los recursos humanos con los que Alvarado contaba para ordenar la ejecución de Lucio Maldonado, un prestamista de dinero a corto plazo que se movía en los círculos del hampa. Así, revelaron cómo personas descubiertas en la investigación del homicidio, subordinada a Alvarado, tenía relación con el camión interceptado en la localidad rionegrina de General Roca el 24 de noviembre de 2017, que trasladaba 493 kilos de marihuana.

El asesinato

El 11 de noviembre pasado a las 0:42, Lucio Maldonado estacionó frente a su casa de Garibaldi 608 del barrio Tablada y bajó de su flamante Chevrolet Cruze. En ese momento, se detuvo frente a él una camioneta Renault Kangoo gris con cuatro hombres armados que lo hicieron subir al vehículo. Uno de los sujetos subió al Cruze y siguió a la Kangoo. A las 2:59 del mismo día, un hombre regresó al Cruze al punto de partida.

La secuencia fue descripta con precisión gracias al registro de una cámara situada en la propia casa de Maldonado, de quien recién se supo dos días después, cuando lo encontraron con las manos atadas y tres tiros en el cuerpo.

Imagen de cámara de seguridad: el secuestro del prestamista en proceso
Imagen de cámara de seguridad: el secuestro del prestamista en proceso

Los fiscales a cargo del caso pidieron reconstruir mediante el GPS la trayectoria que siguió el Cruze durante la madrugada del secuestro: el registro del dispositivo había sido borrado. Pero mediante una consulta a la empresa que comercializó el auto se pudo recuperar el registro satelital que dio las coordenadas donde el vehículo había estado parado por una hora y cuatro minutos. El lugar era una casa quinta en una zona rural de Piñero, a 15 kilómetros de Rosario. Al verificar en el Registro de la Propiedad surgió que el dueño de la casa, más bien su usufructuario, era Esteban Lindor Alvarado. Como propietarios figuran sus hijos menores de edad.

Los investigadores quedaron en shock. Alvarado tenía una condena a siete años de cárcel que todavía no había completado como jefe de una banda que robaba vehículos de alta gama en la zona norte del Gran Buenos Aires y los trasladaba a Rosario para desguazarlos, pero en la ciudad había sido prácticamente intocable. Estaba en libertad condicional desde 2016 y aunque el Ministerio de Seguridad provincial lo siguió desde el mismo día que salió de la cárcel de Urdapilleta no habían detectado nada llamativo.

Ayer, los fiscales dijeron que esa casa quinta donde estuvo secuestrado Maldonado no solamente demuestra que Alvarado, su dueño, tiene una responsabilidad decisiva en el asesinato del prestamista. Afirmaron también que la vivienda es el eslabón nunca encontrado que enlaza al acusado con el narcotráfico. Una carpeta rosada con la imagen de Winnie Pooh hallada en la quinta atesoraba todos los secretos que Alvarado había guardado con celo. Los indicios vehementes, dicen los fiscales, de su verdadera y oculta actividad.

Con esa carpeta se descubrieron las empresas legales que Alvarado montó durante años gracias al dinero obtenido en el campo del crimen. Allí había, por ejemplo, boletas de impuestos de catorce inmuebles. En uno de ellos se encontró viviendo al comisario Javier Makhat, hasta diciembre jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas de la Policía de Investigaciones de Rosario (PDI). También, el jefe de una empresa conectada con la media tonelada de marihuana interceptada en la Patagonia.

El camión que llevaba esa carga pertenecía a la empresa Transporte Toia SRL. En la carpeta había servicios de la empresa por lo que se allanó el domicilio de la firma, ubicada en Misiones 865, en el barrio privado Tierra de Sueños 1, en la localidad de Roldán vecina a Rosario. Resultó que ese era no solamente el domicilio fiscal de Toia SRL registrado en AFIP y el consignado, además, el de la licencia de conducir expedida a Esteban Alvarado. Por la carga secuestrada en Río Negro los cuatro hombres que la transportaban están procesados y presos. El abogado que defendió a los cuatro, Claudio Tavella, es el mismo que ayer asistió a Alvarado en la acusación por asesinato.

Alvarado tiene una empresa de transporte que en su capital social tiene tres camiones Scania, cinco semirremolques y dos inmuebles. Se llama Logística Santino SRL y la socia principal es su esposa, Rosa Natalí Capuano. En las oficinas allanadas de Logística Santino SRL en el barrio de Fisherton se halló documentación de Toia SRL.

El otro ensamble importante que mostraron los fiscales ayer entre Alvarado y el comercio de drogas viene dado por una persona muy joven, Facundo Almada, que resulta clave en esta trama. Los fiscales que investigan a Alvarado presentaron en el expediente una captura de su cuenta de Instagram donde aparece con el hijo de Alvarado.

Un mes antes del asesinato de Maldonado, una patrulla policial detuvo a Almada mientras circulaba sobre una camioneta VW Amarok blanca. En ese vehículo, los fiscales le secuestraron a Almada una picana eléctrica de plástico negro en la que podía verse la inscripción "928 Type". Al allanar la casa quinta donde estuvo retenido Maldonado, que luego se supo que era de Alvarado, se encontró la caja de una picana eléctrica marca H 928 Type High Power Stun Gun.

Esa camioneta VW Amarok blanca fue captada por la cámara de la casa de Maldonado el día que lo secuestraron de allí. De la Amarok se ve bajar a dos personas que entran a la casa de Maldonado usando llaves. La siguiente novedad que tuvo la Justicia de la Amarok que usaba Almada fue hace una semana, el 5 de febrero, cuando la encontraron en un allanamiento de una casa en Pitágoras y Nicaragua, en la zona sudoeste rosarina. Allí no solo apareció la misma camioneta sino que se secuestraron un pan de marihuana y bolsas de cocaína, 60 mil pesos y mil dólares.

La Amarok blanca vinculada a Facundo Almada
La Amarok blanca vinculada a Facundo Almada

¿Por qué les interesó a los fiscales hacer estas especificaciones cuando al ser provinciales en Santa Fe no son competentes para investigar asuntos de drogas? Porque lo que en realidad buscaban era demostrar que Alvarado tiene una solidez empresarial que proviene de este campo delictivo que lo dota de recursos humanos y materiales de suficiente envergadura como para comandar con éxito la planificación de un crimen delegado a terceros.

Los fiscales subrayaron que los asuntos de droga son de incumbencia federal. Sin embargo, la investigación llevada adelante contra Alvarado por la Fiscalía Federal N° 3 de Rosario por el cargamento de Río Negro no había tenido estos detalles, que se obtuvieron investigando el homicidio de Maldonado.

Hugo Maldonado, hermano de Lucio, aseguró que entre la víctima y Alvarado había intereses contrapuestos por la propiedad de un terreno. Ese posible móvil aún no está probado. Sí son más consistentes las evidencias sobre el secuestro y el asesinato contra el grupo que lo cometió. La captura de Maldonado está filmada por la cámara de la casa de la propia víctima. El GPS del auto de Lucio deja claro que lo llevaron a la quinta de Alvarado. Los perros adiestrados que recorrieron esa casa tras haber olfateado prendas de la víctima se detuvieron tres veces en la quinta: en la terraza, donde se encontraron zapatillas de Maldonado; en una mesa y en un somier que se encontraba en la cochera y sobre el cual el hombre luego asesinado habría estado acostado.

El mundo jabonoso por el cual Alvarado pudo siempre deslizarse quedó ayer súbitamente seco. La acusación por homicidio es grave para él no solo por la expectativa de pena sino porque descubre un haz de relaciones personales y comerciales que exhiben un modo de prosperar en un tipo de delito que, en Rosario, es fuente de conflictos violentos, que dispararon la tasa de homicidios de modo dramático.

También en la audiencia de ayer se mostraron omisiones estatales que resultan, hasta hoy, de difícil comprensión. Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery exhibieron tres e-mails que el comisario Gustavo Pereyra cursó a las autoridades del Ministerio de Seguridad de Santa Fe señalando las relaciones de Alvarado con el policía Javier Makhat, precisamente el que se encontró viviendo en un condominio a partir de impuestos que estaban en la quinta del ayer acusado de encargar la muerte de Maldonado.

El mismo Pereyra había dicho en esos correos electrónicos mostrados ayer que en el barrio privado Tierra de Sueños Alvarado les construía casas a otros dos comisarios y que el propio Makhat se encargaba de los pagos al constructor, que era el mismo para los tres.

Lindor Alvarado en su última detención
Lindor Alvarado en su última detención

En ese barrio, Tierra de Sueños, precisamente tiene terrenos la mujer de Alvarado, y también está la sede de la firma que despachó el camión con 493 kilos de marihuana hacia el sur, interceptado en Río Negro. A los investigadores le parece que, para ser casualidad, es demasiado.

El jefe criminal, por su parte, dijo no conocer al prestamista Maldonado y negó los cargos en su contra. El juez a cargo del expediente ordenó que quedara detenido.

SEGUÍ LEYENDO

El patrimonio y las relaciones con la policía de Lindor Alvarado, el jefe criminal que desafía a la Justicia de Rosario