Connie Ansaldi: “Ser emprendedor en Argentina es muy complicado, pero yo nunca me quedo quieta”

Se alejó de la televisión para enfocarse en su gran pasión: emprender en el mundo digital. Hace años, abrió su propia agencia y se anticipó al contexto que plantea la pandemia. “Si hay algo contra lo que no podés luchar, te tenés que transformar”, aseguró frente a Infobae

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Connie Ansaldi: “Soy emprendedora desde que nací, nunca me quedo quieta”
Connie Ansaldi: “Soy emprendedora desde que nací, nunca me quedo quieta”

Decidió dejar de lado la televisión y, desde hace varios años, lidera Nuclear Branding, una agencia de branding y de soluciones estratégicas de comunicación digital, a través de la cual hace mentorías y trainings para compañías que quieren aggiornarse en el mundo online. Sólo en los últimos dos años, Connie capacitó a 4 mil emprendedores. Además, posee clientes en muchos otros países, como los Estados Unidos, España, Costa Rica y Ecuador, entre otros.

En una entrevista con Infobae, contó cómo es su faceta en el mundo digital, explica por qué siente que la cuarentena no la afectó, destaca la importancia de saber resetearse en la pandemia y brinda sus valiosas recomendaciones para los emprendedores.

-¿Cómo lograste reinventarte y salir del modelo de la televisión?

-Soy publicista. Trabajé en publicidad mucho tiempo antes de estar en la televisión, así que ya venía con un background muy sólido en comunicación. Cuando era muy joven, fui directora de cuentas y arranqué en Capurro y Asociados, que en ese momento era la agencia más importante del país. Después, trabajé mucho tiempo en González Taboada, Guevara y Asociados, estuve dos años en MTV Latin America y hasta trabajé con una productora en Nueva York. Todo eso fue formando mis cimientos, no solamente en conocimientos sino también, en tener multi-universos en una época en la que no se hablaba de eso: porque cada uno trabajaba en lo suyo. Entonces, estaba el que trabajaba en la televisión, el que trabajaba en la radio, etc.

-¿Cuándo y cómo te llegó la pasión por el mundo digital?

-En 1994, pasó algo que me cambió la vida a mí y a todos: la llegada de internet a la Argentina. Dentro de la agencia, fui la que empezó a conectarse con ese universo digital y comencé a hacer todos los trabajos que podía conectada a la web, con las herramientas que existían en ese momento. En esa época, nadie te enseñaba y todo era prueba y error, ya que se trataba de algo muy nuevo. No existían maestros y fuimos nosotros los primeros que nacimos con esta impronta. Desde entonces, fuimos pasando por un montón de procesos hasta llegar al día de hoy: con la digitalización de las herramientas, la automatización de las que usábamos en ese momento hasta lo que vemos ahora, con todo tipo de intercambio de productos y servicios a través de las plataformas digitales. Soy emprendedora desde que nací, nunca me quedo quieta y me gustan mucho los principios. Así que, cuando siento que algo ya cumplió su ciclo, pongo punto final y empiezo otro.

-¿Cómo ves hoy a los emprendedores?

-Más allá de lo que pasa hoy con la pandemia, emprender en la Argentina es muy complicado porque no fluye nada y todo es una traba. Vas a otros países y ves que tienen todo un modelo de Pavlov para emprender, que acá no existe. En Argentina, hoy hay una ley, mañana sale una regulación, pasado sale un decreto y después viene otro Gobierno y te lo saca... Abren las importaciones, después las cierran... Es todo muy impredecible y nunca podés contar con el contexto. Por otro lado, hay mucho talento, creatividad y ganas de hacer. Si podés emprender acá, podes emprender en cualquier lado. Creo que hoy el secreto es tratar de crear algo que pueda ser escalable, por lo menos a nivel regional. Si podés encarar un producto o un servicio que sientas que va a progresar, más allá del mercado local, ahí tenés un emprendimiento ganador.

Connie Ansaldi
Connie Ansaldi

-¿Qué consejos le darías hoy a un emprendedor?

-Primero, le diría que planifique bien no solo en el corto plazo, sino también en el mediano, porque hay muchas cosas que nacieron en pandemia, pero que también tienen a la muerte de esa pandemia esperando más adelante. Si algo funciona, siempre hay que estar mirando más allá, para ver qué es lo próximo que sigue. Otro punto, es que trate de ofrecer productos y servicios que puedan ser fácilmente llevados a otros lugares o periferias, donde el mercado funcione mejor. También, es importante que planifique el negocio de manera tal que cuente con herramientas de medición, para saber su éxito o fracaso. Es fundamental que encuentre algo para hacer en lo que sea muy bueno pero que también le guste, ya que sino no hay secreto de éxito posible.

-¿Qué hacés a través de tu agencia, Nuclear Branding?

-Tengo cuatro modelos de negocios distintos y sobre los cuales me apoyo. En función de eso, los voy diversificando a medida que el mercado me lo va demandando. Primero, son los workshops de emprendedores, después son las mentorías de emprendedores, las capacitaciones a empresas y los eventos con ellas -de esos, estoy haciendo muchísimos- y finalmente, las estrategias de branding o de rebranding para marcas y empresas. En función de eso, voy armando los equipos que necesito, traigo a la gente idónea, me rodeo de especialistas y de gente que sabe de lo que yo no sé tanto. Así se arman equipos sólidos de interacción fluida.

-¿Qué tan importante es el buen manejo de las redes sociales para un emprendedor o para una empresa?

-Quien maneja bien las redes sociales, está conectado con su comunidad. Es la forma más fluida y directa de no solo saber lo que tu comunidad demanda, quiere, necesita o le gusta, sino también la mejor manera de poder compartir la experiencia de compra con tu consumidor final. Hago mucho hincapié en que la compra no termina cuando apretás el botón de pagar, sino que finaliza cuando el producto o servicio te llega a tu casa, estás contento y lo compartís en las redes sociales, convirtiéndote en un publicista espontáneo de esa marca. Ahí termina el proceso de compra.

Connie Ansaldi en una de sus presentaciones
Connie Ansaldi en una de sus presentaciones

-¿Qué enseñanza nos va a dejar esta pandemia y este tiempo de cuarentena?

-Antes pensaba una cosa y ahora, cinco meses después, pienso otra, porque todo el tiempo mantengo la mente abierta para ir incorporando y absorbiendo lo que veo. Justamente, porque mi especialidad es la comunidad y ver lo que sucede con las personas. Pensaba que la gente iba a quedar mucho más aprehensiva de lo que quedó. En el mundo hay ejemplos de que, cuando las cuarentenas se han flexibilizado, la gente ha vuelto a su vida como si no hubiera pasado nada. Porque hay una necesidad de recuperar no solo el tiempo sino la vida que teníamos antes de la pandemia.

-Pero se habla de una “nueva normalidad”. Ya muchas cosas no serán como antes...

-Así es. Hay un tema sobre el cuál aún no podemos medir el impacto real y es que muchas de las cosas que había antes no van a estar más: van a desaparecer o ya están desapareciendo, sin contar los empleos que van a desaparecer y los nuevos que vienen a ocupar su lugar. Además, por más que hagamos fuerza para retenerlas, muchas de las costumbres que teníamos las vamos a tener que cambiar. Lo más importante es que las personas testearon o pusieron a prueba su capacidad de adaptación y de flexibilidad: cuanto más adaptable y más fluida es la persona, mejor puede reconfigurarse o resetearse. Por el contrario, cuando uno es más rígido o le pone más resistencia, los procesos le van a costar más. Esta pandemia es la primera de muchas circunstancias que vamos a vivir a nivel global, porque antes veías situaciones puntuales en regiones, pero ahora estamos todos unificados por ella. Es global y pasa en todos lados. Los que no se puedan reconfigurar y adaptar, lamentablemente, van a perecer.

-¿Qué opinás de la gran cantidad de personas que se están yendo del país o que están planeando hacerlo?

-Lo entiendo perfecto. Este es un país que tiene muchas cosas increíbles pero también, por momentos, es muy frustrante. Las personas tenemos que poder tener la libertad de decidir adónde queremos probar suerte y el momento en qué queremos hacerlo. Pero no por eso dejamos de querer el lugar donde nacimos o no estamos contentos con lo que el país nos dio o con lo que nosotros le dimos.

-Muchos pueden sentir que es un país que da mucho y también exige o pide demasiado...

-Esto es como la frase que algunos dicen “Tenés que agradecer que X te dio trabajo”. No, uno está brindando un servicio por el cual la otra persona te remunera. La relación es bilateral y se retroalimenta. Hay una idea equivocada de lo que significa querer irse del país, hay una mirada un poco dura hacia esas personas que buscan tener éxito en otro sitio, que tal vez lo tengan o no. Está lleno de historias de personas que les fue bárbaro y, de otras, que tuvieron que volver porque les fue re mal. Otra cosa que me parece muy triste es que subestimen que irse de un país es fácil. El que se va de su país de origen deja su familia, sus amigos, su historia, su lugar, su barrio, sus olores, el bar donde lo conocen... No es solo hacer la valija y listo... Es muy duro irse y, que el se va, lo hace porque siente que acá ya no puede hacer nada más.

-¿Cómo llevás la cuarentena?

-Muy bien porque no me desespero por lo que no puedo cambiar: lo acepto y lo transformo desde adentro mío, pero no haciendo un esfuerzo contra aquello que es más fuerte que yo. Si hay algo contra lo que no podés luchar te tenés que transformar, no te queda otra. Y cuando el contexto no cambia, sos vos el que tiene que hacerlo.

Connie Ansaldi en una de sus capacitaciones dirigidas a emprendedores y empresas
Connie Ansaldi en una de sus capacitaciones dirigidas a emprendedores y empresas

-¿Qué son los “Jueves de Emprendedores”, que llevás a cabo en tus redes sociales?

-Todos los jueves subo emprendimientos de todo tipo y los dejo en mis historias destacadas. No lo hago a cambio de algo, es un servicio para los emprendedores y para la comunidad que muchas veces busca cosas de calidad y originales, apoyar a negocios locales para poner en marcha la microeconomía y comprar directamente a quien lo hace.

-¿Estás escribiendo un libro digital?

-Sí, sale en noviembre y lo estoy haciendo con una editorial digital. Es un formato con el cual me siento representada, ya que es un libro vivo porque podés poner hasta enlaces y fotos. Además, se puede modificar a medida que las herramientas digitales van cambiando. Elegí hacerlo en ese formato porque tiene muchas ventajas.

-¿Sentís que la cuarentena te ayudó a reinventarte?

-Yo siempre fui así. Tenía un carrerón en publicidad, lo dejé y me fui a la tele, pero seguí trabajando en comunicación. Ahora, volví a dejar la tele para dedicarme full time a esta otra profesión. Reinventarse va con la personalidad de cada uno. Hay personas que lo pueden hacer de manera innata, otras que lo tienen que forzar un poco y otras que no se van a animar nunca, porque necesitan estructuras sólidas y pertenecer a un lugar que los contenga. Uno tiene que descubrir en qué formato encaja.

-¿Qué tienen que tener en cuenta aquellas personas que hoy se sienten muy desmotivadas, con la situación que provoca esta pandemia?

-Para empezar, les quiero decir que no corran porque no hay refugio en ningún lado, solo dentro de uno mismo. Tienen que identificar lo que les gusta hacer, en lo que son buenos o en lo que pueden aportar algo diferente. Hay mucha gente que no tiene idea qué es lo que hace bien y, peor aún, no saben qué es lo que hace mal. Si sienten que no van a poder solos, busquen partners estratégicos que puedan apuntalar la idea. Hay que buscar gente que tenga la misma pasión que uno y hacer equipo. Dividir tareas te hace ser más efectivo en el resultado.

-Los cambios hoy son cada vez más rápidos...

-Es cierto. Y muchas cosas van a desaparecer, porque se necesita lugar para que aparezcan otras. Y eso pasó siempre, por ejemplo, cuando los escribas dejaron de hacerlo a mano y vino la imprenta. Toda la vida, a lo largo de la historia, han habido cambios vinculados a los avances tecnológicos, de la ciencia y de las distintas épocas. La diferencia ahora es que esos cambios se suceden más rápido, entonces, uno siente que tiene que estar expectante todo el tiempo. También es cierto que, ahora como nunca antes, tenemos los conocimientos para formarnos al alcance de la mano. Antes, aprender era muy difícil y caro, pero ahora no, porque los conocimientos son prácticamente gratuitos y están al alcance de la mano de cualquier persona que decida estirar la mano y tomarlos. Eso nos pone en un lugar muy privilegiado de la historia.

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