La llegada del invierno genera uno de los problemas más persistentes de la temporada: la sequedad y los labios agrietados.
Durante estos meses, el frío intenso, el viento y la calefacción en interiores dificultan el mantenimiento de una piel labial saludable.
Aunque el uso de bálsamos labiales es común, expertos advierten que las soluciones superficiales no siempre resuelven el problema.
El problema más persistente del invierno
De acuerdo con la Dra. Elisabeth Zott, citada por Glamour Alemania, los labios partidos pueden ser señales de alerta sobre deshidratación y alteraciones en la barrera cutánea, requiriendo una atención más profunda.
La vulnerabilidad de los labios resecos en invierno se debe principalmente a la delgadez de la piel en esa zona y la casi absoluta ausencia de glándulas sebáceas, lo que provoca una pérdida de humedad rápida, con síntomas como fisuras, descamación y molestias persistentes.
Factores como el frío, el viento, el aire seco, la luz solar directa y la exposición a la calefacción aceleran la deshidratación.
Además, el hábito de lamerse los labios solo intensifica el problema, ya que la saliva se evapora rápidamente y contiene enzimas que irritan la piel. Asimismo, usar bálsamos con alcohol, fragancias o mentol puede agravar la sequedad, sobre todo en personas con tendencia a episodios recurrentes o antecedentes dermatológicos.
¿Cómo evitar los labios partidos en el invierno?
Un protocolo profesional recomendado por la Dra. Zott plantea una rutina en dos pasos:
- La aplicación de un producto hidratante, como el ácido hialurónico, y después un bálsamo que actúe como barrera física, como la vaselina o la lanolina.
- Esta estrategia ayuda a retener la humedad, ya que productos como la vaselina sellan el agua presente en la piel.
- El uso de mascarillas nocturnas disminuye la fricción durante el sueño y favorece un aspecto más suave al despertar.
- Entre los ingredientes más exitosos se encuentran las ceramidas, que fortalecen la barrera cutánea, el pantenol por su efecto antiinflamatorio, la alantoína como calmante y la manteca de karité por sus propiedades hidratantes.
- Los especialistas también aconsejan bálsamos con protección solar (SPF) durante todo el año para prevenir el daño continuo de los rayos UV, incluso en invierno.
Remedios caseros efectivos
- Miel es apreciada por su función antibacteriana y capacidad para hidratar brevemente, aunque puede provocar irritación si hay lesiones abiertas.
- El gel de aloe vera hidrata y calma, aunque debe cubrirse con un protector oclusivo para evitar una evaporación rápida.
- El aceite de coco ayuda a formar una película que bloquea la pérdida de humedad, pero no hidrata activamente, por lo que conviene combinarlo con otros productos.
Es importante evitar el jugo de limón, el aceite esencial de menta y los exfoliantes abrasivos, ya que pueden causar microlesiones y aumentar la irritación en la piel delicada de los labios.