Para que la fábrica funcione a pleno

La región de la Cuenca Del Salado es la principal zona productora de terneros del país. La alta demanda de animales jóvenes para planteos destinados a recriarlos y engordarlos y satisfacer así el consumo interno y la exportación, puede cubrirse a partir del aumento de la eficiencia reproductiva de los vientres existentes, teniendo en cuenta el potencial observado en algunos sistemas reales de producción de esta región, que supera el 85 % de destete.

Por cierto, durante el periodo desde el parto al pre y pos-destete se citan diferentes enfermedades que afectan la salud de los teneros. Al respecto, Alejandro Rodríguez y Agustín Tiberio, profesionales del INTA idóneos en el tema, revelaron a CHACRA las novedades referidas al manejo de estas dolencias. Veamos.

Se trata de una enfermedad no contagiosa, que produce una afección muscular de origen fúngico (Clostridium chauvoei) que puede ser de curso agudo y mortal en los bovinos. “En bovinos afecta principalmente animales de 3 meses a 2 años. Es importante destacar que los adultos son naturalmente resistentes a la infección”, aseguran ambos profesionales.

Para prevenirla existe en el mercado un amplio espectro de vacunas que confieren buena protección, las cuales deben aplicarse en protocolos de 2 dosis luego de los 2 meses con intervalos de 21 días y revacunación anual.

Es una enfermedad ocular de origen bacteriano, en la cual se considera a Moraxella bovis como factor determinante para su desarrollo. Afecta principalmente a animales jóvenes, en los que se observan distintos grados de lesión del globo ocular, pudiendo llegar en los peores casos a producir ceguera. Además, los animales afectados pueden ver comprometido hasta un 10% su peso al destete.

La enfermedad se desarrolla en forma de brote, más comúnmente en verano y otoño, donde factores como la tierra, el polvo, los pastos duros y las moscas actúan como predisponentes. También está asociada a la infección con el herpesvirus bovino tipo1 (BoHV-1).

Existe en el mercado un amplio espectro de vacunas, las cuales se recomienda aplicar en protocolos de 2 dosis luego de los 2 meses con intervalos de 21 días y revacunación anual. Es importante mencionar que debido a la gran variedad de cepas existentes puede ser distinta la efectividad preventiva de las vacunas.

Es importante además que los animales al destete presenten en lo posible el esquema de vacunación completo, ya que el estrés provocado por esta maniobra puede predisponer el desarrollo la enfermedad.

Como su nombre lo indica, el complejo respiratorio bovino ataca principalmente el sistema respiratorio, pudiendo causar daños crónicos y en ocasiones la muerte de los animales. Dentro de los agentes causales de los cuadros de neumonía se citan al herpesvirus bovino tipo1 (BoHV-1) y Parainfluenza 3, así como el virus de la Diarrea Viral Bovina (DVB) y el virus Sincitial Respiratorio, junto con bacterias como Pasteurella y /o Histophilus.

Ambos profesionales hacen hincapié en que el factor que resulta fundamental en el desarrollo de la enfermedad es el estrés, tal es así que se puede esperar la aparición de casos en los 10 a 14 días posteriores a que los animales sufran situaciones de este tipo. En este sentido, “el destete se presenta como un momento clave, razón por la cual será conveniente estar atentos a la aparición de casos en el periodo posterior al mismo”.

Si bien se describe la edad de aparición de la enfermedad principalmente en animales de entre 6 meses a 2 años, siendo común la presentación post-destete, es posible el desarrollo de esta dolencia como una “neumonía de verano” en animales de menor edad previo al destete, cuando se observan terneros con orejas caídas, actitud desganada y que muchas veces se resisten a seguir a sus madres.

La idea es prestar especial atención a aspectos nutricionales e inmunitarios de los animales evitando que estos sufran la menor cantidad de hechos estresantes posibles como pueden ser arreos, encierres y/o traslados prolongados, deficiencias de alimento y/o agua.

Existen en el mercado vacunas preventivas, las cuales pueden utilizarse en protocolos de 2 dosis previas al destete luego de los 45 días de vida y revacunación anual.

“El impacto de las infecciones producidas por el parasitismo gastrointestinal en animales jóvenes puede llevar a grandes pérdidas productivas”, advierten nuestros entrevistados. Y aseguran que existen varios géneros de parásitos gastrointestinales capaces de infectar bovinos jóvenes, generar un menor desempeño productivo y en ocasiones hasta su muerte.

Los terneros al pie de la madre se encuentran protegidos por su condición de lactantes, por lo que la categoría más propensa a sufrir esta patología son los terneros post-destete, que demandarán mayor atención. “Para entender la parasitosis gastrointestinal es necesario comprender algunos aspectos de los ciclos de vida de estos parásitos, los cuales son de tipo directo, es decir están en el ambiente. Los estadios iniciales se encuentran en las bostas, luego ingresan a los bovinos cuando estos los ingieren mediante el pastoreo, se reproducen en el tracto digestivo liberando huevos en las heces de los animales, cerrando de esta manera el ciclo”.

Es importante remarcar que alrededor del 95% de los parásitos se halla en el ambiente y el 5% en los animales. Por eso es fundamental conocer el estado en el que se encuentran los potreros que estamos pastoreando.

Así como verdeos de invierno y verano pueden considerarse seguros ya que al no haber sido pastoreadas en el pasado inmediato deberían tener una carga parasitaria baja, el escenario cambiará una vez que empiecen a ser consumidos por los animales. En el caso de pasturas implantadas o pastizales naturales, el grado de contaminación dependerá de qué animales las han pastoreado con anterioridad, con qué carga y qué periodo de descanso tuvo el potrero.

Para prevenir esta dolencia se recomienda la desparasitación de los terneros al destete y posteriormente el monitoreo durante la recría de la carga parasitaria de cada lote mediante el conteo de huevos por gramo (HPG), lo cual indicará la necesidad de realizar otra aplicación o no. “Muchas veces las infecciones no llegan a ser de magnitud como para producir signos clínicos evidentes, pero llevan de todos modos a importantes pérdidas económicas por la menor ganancia diaria de peso de cada animal (valores de hasta 200 g); ahí toma mayor relevancia el monitoreo y control. Además, se aconseja la rotación en el uso de fármacos, para reducir así la resistencia antiparasitaria”.

Ambos profesionales citan los resultados de una experiencia realizada por técnicos del INTA Cuenca del Salado en conjunto con docentes de la FCV UNICEN, que demuestra los efectos de la suplementación sobre las defensas de los terneros.

Se refiere al aporte vitamínico-mineral con aminoácidos sobre la dinámica de anticuerpos contra herpesvirus bovino tipo1 (BoHV-1) en novillitos Angus. Este trabajo se vincula con la creciente preocupación por la resistencia a los antimicrobianos en la producción de carne vacuna. En busca de alternativas que reduzcan el uso de estos productos surgen herramientas que mejoran la respuesta inmune, como el uso de vacunas, la nutrición equilibrada y el manejo adecuado de los animales.

En este caso se observó que la aplicación subcutánea con un suplemento vitamínico-mineral con aminoácidos 17 días previos a la vacunación contra enfermedades respiratorias, incrementó la concentración de anticuerpos contra BoHV-1. Estos resultados ponen de relieve la importancia de la suplementación vitamínico-mineral en función de mejorar la respuesta inmune en animales en crecimiento.