Bullrich y Petri se mantienen en tándem y diseñan espacios de poder en el Gobierno de Milei

Los futuros ministros de Seguridad y de Defensa trabajan codo a codo con el doble desafío de gestionar áreas sensibles y articular para la gobernabilidad del Presidente electo. La ex candidata de JxC negocia el desembarco de un armador político de confianza en el Gabinete libertario. El radical piensa en ganar protagonismo dentro de su partido

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Luis Petri da una conferencia de prensa junto a Patricia Bullrich, la fórmula que perdió la elección presidencial de octubre de Argentina, en Buenos Aires, Argentina, el 25 de octubre de 2023. Ambos conservadores integrarán el gobierno del próximo presidente argentino Javier Milei. REUTERS/Matias Baglietto
Luis Petri da una conferencia de prensa junto a Patricia Bullrich, la fórmula que perdió la elección presidencial de octubre de Argentina, en Buenos Aires, Argentina, el 25 de octubre de 2023. Ambos conservadores integrarán el gobierno del próximo presidente argentino Javier Milei. REUTERS/Matias Baglietto

En una especie de quiasmo político, Patricia Bullrich transitó cuatro años en la oposición al Gobierno de Alberto Fernández, se convirtió en líder y candidata a presidenta vencedora de la interna de Juntos por el Cambio (JxC) hasta que, casi como espejo de la película Hechizo del tiempo estrenada en 1993, volvió al lugar que dejó al terminar la presidencia de Mauricio Macri: el ministerio de Seguridad. Otro retruécano de su vida pública es que cambiará de espacio al saltar del PRO a la Libertad Avanza. Hay un rasgo que, no obstante, une y da coherencia a su biografía profesional: su vocación de poder y sus ideas permanecen incólumes aunque mute de carcasa partidaria. Con esa impronta se mueve por estas horas para desembarcar en un área de gestión del Gobierno de Javier Milei que tendrá tanto protagonismo como sensibilidad.

Bullrich escuchó con atención a Milei la noche del 24 de octubre en que se selló el Pacto de Acassuso en la casa de Macri, entre los líderes del PRO y el libertario, apenas 48 horas posteriores a las elecciones generales. El ex Presidente y la ex candidata de JxC prometieron apoyo y fiscalización a Milei de cara al balotaje contra Sergio Massa. Hubo un acuerdo implícito de poder, cuyas cláusulas opacas aún no se han desnudado del todo.

La ex ministra de Seguridad sintió que Macri jugó una diagonal y tomó ventaja en las negociaciones con Milei. Después del balotaje, el ex Presidente y Bullrich tuvieron roces fuertes por el vínculo con Milei y los senderos de ambos se bifurcaron. Ella aceptó volver a ser ministra de Seguridad y lo hizo sin la anuencia de Macri. Esa actitud motivó la ruptura entre ambos.

Patricia Bullrich será la ministra de Seguridad de Javier Milei  (REUTERS/Matias Baglietto)
Patricia Bullrich será la ministra de Seguridad de Javier Milei (REUTERS/Matias Baglietto)

Macri pretendió despegarse de la nominación de Bullrich y pujó por su lado para que Milei acepte a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados. Guillermo Francos, ministro del Interior libertario, fue un óbice para esa jugada y trató de convencer a su jefe para colocar a Florencio Randazzo en ese lugar. Evaluaba que esa táctica tendía puentes con el peronismo no kirchnerista. La bancada libertaria, de apenas 38 diputados, presionó al Presidente electo para optar por un diputado propio como titular de la Cámara Baja. Milei aceptó y el elegido fue Martín Menem, el riojano de apellido consagrado y experiencia política incipiente.

No me someto a Macri”, le aseguró Bullrich en on the record a Viviana Canosa, en un mensaje que le mandó mientras la periodista conducía su programa en el canal LN+. Y así fue. Avanzó en su pacto con Milei con la intención de generar espacios de poder que impliquen representación para dirigentes de su confianza.

Parte de esa conversación implicó que el radical Luis Petri, compañero de fórmula presidencial de Bullrich, sea nombrado ministro de Defensa. El Presidente electo, tras varios días de cavilarlo, aceptó. Fue la decisión que terminó de relegar a Victoria Villarruel al perímetro del Senado, donde ejercerá la presidencia del cuerpo en su rol de vicepresidenta de la Nación. La abogada pretendía tener injerencia en Seguridad y Defensa, pero ese anhelo se hizo añicos.

Javier Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich
Javier Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich

Otro dirigente cercano a Bullrich, aunque también dentro del radar macrista, que integrará el Gabinete libertario es Omar Yasín, el abogado laboralista que estará en la secretaría de Trabajo. Y hoy se conoció que Enrique Chiantore, especializado en política sanitaria, será el titular de la estratégica Superintendencia de Servicios de Salud. Se trata de un dirigente que integra los equipos técnicos de la ex ministra de Seguridad, por eso esta mañana el bullrichismo celebró la noticia.

En estos momentos, y a tres días de la asunción de Milei, Bullrich se maneja con cautela y extremo hermetismo. Participa activamente de las reuniones que el Presidente electo organiza con sus asesores en las oficinas del edificio de Libertador y Cerrito, y también en los encuentros que realiza casi a diario con su mesa chica en su despacho en la calle Avenida de Mayo.

En lo técnico, Bullrich diseña un equipo de trabajo para el Ministerio de Seguridad donde estarán el politólogo Alberto Fohrig, el economista Martín Siracusa y un grupo de especialistas en las distintas ramas de la cartera que gestionará. Además, se guarda un nombre sorpresa para acompañarla en la gestión. También piensa en nuevas cabezas para las cuatro fuerzas federales y en un plan para garantizar el orden público en los primeros días de Gobierno.

Patricia Bullrich y Luis Petri (REUTERS/Agustin Marcarian)
Patricia Bullrich y Luis Petri (REUTERS/Agustin Marcarian)

Bullrich conoce que la administración libertaria tendrá resistencia por parte de sectores de la oposición y estará alerta para repeler cualquier intento de tomar la calle por parte de manifestantes, piqueteros o grupos políticos. Ese fue uno de los ejes de su charla con Waldo Wolff, su par de la Ciudad de Buenos Aires. El centro porteño suele ser el corazón y vidriera de la mayoría de las protestas contra los oficialismos. Al mismo tiempo, piensa en un programa de combate al narcotráfico con foco en Rosario.

Pero en el fondo, Bullrich no abandona su proyecto político. Promete lealtad a Milei, aunque se mueve para construir espacios de poder desde el Ministerio de Seguridad. Por eso, analiza y negocia con los libertarios el desembarco de Sebastián García De Luca, diputado nacional saliente y armador político, para asignarle un rol para que articule políticamente a nivel nacional. Con idéntica intención, la dirigente contará con Damián Arabia, diputado nacional electo y dirigente de su íntima confianza, para tender puentes en el Congreso. Será una de sus espadas legislativas. En tanto que Juan Pablo Arenaza, legislador porteño y quien fue su jefe de campaña, hará lo propio en la órbita de la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien se especuló con que el bullrichismo rompería el bloque del PRO para tener una bancada propia aliada a La Libertad Avanza, ayer lo desmintieron. Hubo una reunión y foto de la bancada amarilla en la que ratificaron la unidad y la conducción parlamentaria de Ritondo. “Nunca fue así, fue una operación de las palomas”, aclaró un diputado cercano a la futura ministra de Seguridad para despegarse de las versiones de una posible ruptura. Los bullrichistas -y el PRO- buscan tener una postura colaborativa” con Milei en el Congreso.

Los diputados del Frente PRO se reunieron ayer, garantizaron la unidad del bloque, ratificaron a Cristian Ritondo como jefe, y sostuvieron que tendrán una postura "colaborativa" con el gobierno de Javier Milei
Los diputados del Frente PRO se reunieron ayer, garantizaron la unidad del bloque, ratificaron a Cristian Ritondo como jefe, y sostuvieron que tendrán una postura "colaborativa" con el gobierno de Javier Milei

Por su parte, Petri trabajará cerca de Bullrich desde Defensa. Milei pretende darle otra impronta a las fuerzas armadas y no ve con malos ojos que se involucren en tareas logísticas y de colaboración con las fuerzas de seguridad en ciertos operativos.

Al mismo tiempo, Petri buscará ganar protagonismo en la Unión Cívica Radical, partido al que pertenece. Lo hará tejiendo redes con dirigentes boina blanca disgustados con la conducción de Gerardo Morales y con los referentes nacionales del radicalismo. También mirará con atención a Mendoza, provincia de la que es oriundo y en donde fue candidato a gobernador este año. El dirigente tiene 46 años y conoce que tiene hilo en el carretel para disputar poder de su territorio. No será sencillo porque enfrente tiene a Alfredo Cornejo, líder provincial de enorme astucia y experiencia política y con peso en el Comité Nacional.

Bullrich y Petri se mantienen unidos y ultiman detalles para asumir sus funciones desde lugares que no imaginaron a mediados de año, cuando el cierre de listas los consolidó como binomio presidencial de JxC. Ya afuera de aquella coalición, serán dos de los ministros con los que el Gobierno de La Libertad Avanza buscará construir fortaleza en medio de la debilidad política con la que asumirán.

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