El Gobierno rechazó la visita de un alto funcionario británico a las Islas Malvinas: “No es broma, es provocación”

La Cancillería argentina emitió un comunicado por el anuncio de David Rutley, subsecretario de Estado Parlamentario del Reino Unido, y retieró el pedido al Reino Unido para reanudar las negociaciones por la soberanía del archipiélago

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David Rutley (Izq,), durante en un foro sobre la democracia y derechos humanos, durante el dialogo con los Jefes de Delegación de los observadores permanentes, en el marco del 53ava Asamblea General de la OEA
David Rutley (Izq,), durante en un foro sobre la democracia y derechos humanos, durante el dialogo con los Jefes de Delegación de los observadores permanentes, en el marco del 53ava Asamblea General de la OEA

El Gobierno argentino rechazó la visita del subsecretario de Estado Parlamentario del Reino UnidoDavid Rutley, a las Islas Malvinas, en el marco de la “ocupación ilegal británica” y solicitó al Reino Unido acatar las resoluciones internacionales para finalizar su presencia colonial en la región, iniciada en 1833.

La Cancillería argentina manifestó su posición en un comunicado oficial en el que señaló que la visita de Rutley ocurre en un territorio disputado, que incluye las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y áreas marítimas adyacentes. El escrito enfatiza la necesidad de respetar la vida de los habitantes de las islas mientras se busca restablecer la soberanía conforme al derecho internacional y políticas constitucionales del país.

“El Gobierno argentino reitera que la recuperación del ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, de conformidad con el derecho internacional y respetando el modo de vida de los habitantes de las Islas, constituye una política de Estado consagrada en su constitución nacional y llama una vez más al Reino Unido a reanudar las negociaciones de soberanía en cumplimiento de la resolución 2065(XX) y demás resoluciones de la Asamblea General y su Comité Especial de Descolonización”, señala el comunicado oficial.

En ese marco, la Cancillería advirtió que “el Reino Unido debe cumplir con el reiterado mandato de la comunidad internacional y poner fin a la anacrónica situación colonial que mantiene en parte del territorio argentino desde el año 1833″.

“Es quien representará a Reino Unido en la asunción presidencial de Milei. No es broma, es provocación”, dijo por su parte Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de Argentina, en su cuenta de X.

Actualmente, en las Islas Malvinas viven unas 5.000 personas. En 2013 se celebró un referéndum en las islas en el que un 99,8 % de los habitantes censados votaron a favor de permanecer bajo soberanía británica.

Argentina reclama la soberanía de las Malvinas al Reino Unido desde 1833, una larga disputa de casi dos siglos que condujo a la guerra de 1982.

infobae

Poco después del triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial del pasado 19 de noviembre, Rutley consideró que el cambio de color político en la Casa Rosada podría abrir “una oportunidad” para la cooperación de ambos países en lo relativo al conflicto malvinense.

“Durante mi visita a las Islas Malvinas, reiteraré que el Reino Unido respalda firmemente los derechos de autodeterminación de los isleños, como parte importante de la familia británica”, dijo antes de su viaje Rutley, quien también es subsecretario de Estado británico para las Américas, el Caribe y los Territorios de ultramar.

Las islas del Atlántico Sur “tienen una economía floreciente y están logrando grandes avances en la lucha contra el cambio climático, algo que espero conocer de primera mano”, ha añadido.

Un año de escalada diplomática

En octubre, Argentina ya había rechazado el anuncio del del ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, que anticipó que planeaba viajar a las Malvinas. En ese momento, el Gobierno había calificado esa posibilidad como una “provocación innecesaria”.

Carmona había adelantado en un mensaje en su cuenta de X que la llegada de Cleverly al archipiélago del Atlántico Sur sería objeto de “formales protestas diplomáticas y el debido repudio” por parte de Argentina.

El funcionario hizo un llamado al Gobierno británico para retomar las negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas, de acuerdo con lo establecido por las resoluciones de las Naciones Unidas. “En lugar de aceptar la propuesta del canciller Santiago Cafiero de diálogo sobre una renovada agenda con eje en la cuestión de la soberanía y ajustada al derecho internacional, Cleverly elige seguir comprometiendo la dañada reputación de su país en la Cuestión Malvinas”, subrayó el secretario.

Cleverly anunció su visita a las Islas Malvinas durante una recepción en la Conferencia del Partido Conservador del Reino Unido y fue reproducido por medios británicos. En su declaración, el canciller inglés destacó su “creencia en el derecho de los pueblos a la autodeterminación”, al referirse al referéndum que se hizo en 2013 y que el 99.8% de los votantes votó por mantenerse bajo control británico.

El rey Carlos de Inglaterra estrecha la mano del primer ministro británico, Rishi Sunak, mientras el ministro de Asuntos Exteriores, James Cleverley, y la ministra del Interior, Suella Braverman, observan mientras asisten a una Ceremonia de Bienvenida al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en Londres, el 22 de noviembre de 2022. Foto: Reuters
El rey Carlos de Inglaterra estrecha la mano del primer ministro británico, Rishi Sunak, mientras el ministro de Asuntos Exteriores, James Cleverley, y la ministra del Interior, Suella Braverman, observan mientras asisten a una Ceremonia de Bienvenida al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en Londres, el 22 de noviembre de 2022. Foto: Reuters

El anuncio de la visita de Cleverly generó nuevas tensiones a la larga disputa entre Argentina y el Reino Unido sobre la soberanía de las Islas Malvinas, que se remonta desde el siglo XIX cuando el país logró su independencia y heredó de la corona española el territorio insular. El conflicto alcanzó su punto cúlmine en 1982 en la Guerra del Atlántico Sur al mando de la dictadura encabezada entonces por Leopoldo Fortunato Galtieri, que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos tras 74 días de operaciones militares y combates.

A principios de este año, el Gobierno oficializó la ruptura del acuerdo de cooperación con Gran Bretaña firmado por la gestión de Mauricio Macri, conocido también como “Foradori-Duncan”, por el convenio suscripto por el ex embajador británico Alan Duncan y el ex vicecanciller argentino Carlos Foradori. La rúbrica dejaba en un segundo plano la cuestión territorial y se avanzaba en la explotación económica de áreas como el transporte marítimo o la pesca, así como en la identificación de restos de los soldados argentinos caídos en la guerra de las Malvinas.

No fue el único revés en política exterior para la administración del primer ministro británico, Rishi Sunak, hijo de padres hindúes africanos de ascendencia india. En julio pasado, el gobierno británico fustigó a la Unión Europea (UE) por incluir el término Islas Malvinas para referirse al archipiélago en disputa con Argentina, en la declaración de la cumbre con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

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