Las PASO realizadas el 13 de agosto pueden ser analizadas desde el punto de vista histórico, político e ideológico.
Comenzando por este último término, los resultados de ayer muestran un giro muy marcado hacia la derecha. Sumados los porcentajes obtenidos por Javier Milei y Patricia Bullrich, obtuvieron la mitad de los votos.
Tratando de poner el análisis en términos globales, el voto por Bullrich puede ser considerado un voto de derecha conservador. El de Milei, a su vez, puede ser caracterizado como de ultraderecha o derecha extrema.
Jair Bolsonaro hizo público su apoyo al líder libertario el viernes 11 de agosto, deseándole éxito frente a las internas obligatorias. Cabe señalar que el candidato de Libertad Avanza, se ha identificado reiteradas veces con Trump y que ha hablado por Zoom en las convenciones del partido VOX de España.
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La definición ideológica de Bullrich se da en la puja interna dentro de Juntos por el Cambio. Las diferencias entre ella y Horacio Rodríguez Larreta se fueron haciendo cada vez más evidentes a medida que avanzaba la campaña electoral. Larreta se fue definiendo como un candidato de centro con cierto barniz socialdemócrata y Bullrich como una candidata de derecha identificada con valores conservadores.
Políticamente, el análisis puede tener un enfoque diferente. Podemos decir que dos tercios del electorado han votado por opciones del centro a la derecha.
Pero volviendo al análisis global, el centro y la derecha no tienen una convivencia fácil. En España, la última elección lo muestra y las relaciones entre VOX y el Partido Popular no resultan fáciles. En Alemania, una coalición entre Afirmación Por Alemania, expresión de la ultraderecha, y la Democracia Cristiana de centroderecha, hoy resultaría inviable.
Frente a la elección de primera vuelta que se realiza el 22 de octubre, Milei, al alcanzar el primer lugar, es una fuerza competitiva para llegar a la segunda vuelta y ganar en ella. Pero faltan setenta días hasta entonces y muchas cosas pueden pasar, especialmente con la economía, que se encuentra muy frágil.
Habiendo ganado Bullrich la competencia dentro de Juntos por el Cambio, queda planteada la posibilidad de una segunda vuelta con Milei o con Massa.
¿Puede ser posible una segunda vuelta entre Bullrich y Milei?
En el análisis político hay que diferenciar posible de probable. Puede no ser el escenario más probable, pero sin duda no puede descartarse por el impacto que ha tenido el resultado del candidato libertario. Una segunda vuelta entre Bullrich y Milei lleva la política argentina a un escenario sin precedentes desde el punto de vista ideológico: la opción entre un candidato de derecha conservadora y uno de ultraderecha. Los votantes del peronismo -que siempre pueden abstenerse o votar en blanco- se encontrarían en una situación compleja y singular.
Desde el punto de vista histórico, el resultado de las PASO muestra un corrimiento del electorado argentino hacia la derecha que no tiene antecedente. Aun la Concordancia, la coalición que gobernó en los años treinta, estaba integrada por conservadores, radicales antipersonalistas y socialistas independientes. Es decir, era una coalición ideológicamente de centroderecha.
Pero el peronismo nunca debe ser subestimado. Enfrenta la crisis política más grave de su historia, pero ello no quiere decir que vaya a desaparecer automáticamente de la política argentina.
La perspectiva económica plantea un enfoque diferente. En los primeros meses de 2023, en los mercados predominaba la idea de que la política argentina se encaminaba a una opción electoral entre Massa y Larreta. Se argumentaba que eran los moderados de las dos fuerzas dominantes; que los dos eran pragmáticos; con buena relación personal y aptos para lograr consensos. Además, ganara quien ganara, el perdedor pasaba a ser el líder de la oposición.
El eje Massa-Larreta era el reaseguro de la estabilidad económica. El argumento llegaba a sostener que habiendo sido la política argentina el mayor problema para la economía, estaba en vías de solucionarse. Pero la política es cambiante e imprevisible. Aquellas expectativas sobre el binomio Massa-Larreta como alternativa de consenso y gobernabilidad, parece haber pasado a la historia.
En definitiva, el giro ideológico hacia la derecha resulta indiscutible, como también la crisis del sistema político estructurado sobre los ejes del kirchnerismo y el macrismo.
Pero nunca hay que olvidar que la política está más sujeta al “vago azar” que a las “precisas leyes del destino”, como decía Jorge Luis Borges al referirse a la vida de las personas.
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