La agenda judicial vuelve a tomar centralidad en la antesala del acto de Cristina Kirchner en La Plata

La ceremonia por el Día de la Militancia estará atravesada por los movimientos en las causas por el Dólar Futuro, Vialidad , Hotesur y Los Sauces. Alberto Fernández postergó su regreso y no estará en el país el 17 de noviembre

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Cristina Kirchner estará en La Plata el próximo jueves
Cristina Kirchner estará en La Plata el próximo jueves

La agenda judicial tomó una centralidad inusitada en la escena política en la antesala del acto por el Día de la Militancia donde Cristina Kirchner se parará como única oradora frente a los propios, por primera vez desde el intento de magnicidio y en la previa del año electoral. La serie de movimientos de la Justicia en los últimos días generaron un clima reactivo en el kirchnerismo, donde ven inevitable una pronunciación de la Vicepresidenta al respecto, si bien su mensaje, como es habitual, será un misterio hasta el momento en que hable.

“Los poderes concentrados están actuando fuerte”, analizó anoche, con preocupación, un referente de la organización que participa del armado de la ceremonia cristinista prevista para el jueves que viene en el Estadio Único de La Plata en el 50 aniversario del regreso de Perón del exilio. En la fuerza de Máximo Kirchner, como de costumbre, nadie quiere hacer elucubraciones sobre el mensaje que dará su principal jefa política y mantienen en reserva los detalles finos del acto. Pero analizan que el contexto amerita una nueva defensa, que tuvo su primera muestra en el video donde la ex mandataria hizo públicos, de manera didáctica, sus argumentos para respaldar las sospechas sobre la actuación del diputado nacional de PRO Gerardo Milman en el intento de magnicidio que sufrió en agosto.

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Desde la semana pasada, la agenda judicial tuvo varias definiciones que provocaron la ira del kirchnerismo, donde los distintos voceros en el Congreso salieron a denunciar que “a Cristina la quieren como acusada, no como víctima”. Primero, con el pedido el procurador interino, Eduardo Casal -muy cuestionado por el ala dura del Gobierno- para que se revoque el sobreseimiento de Cristina Kirchner en la causa por el dólar futuro.

Después, con el fallo de la Corte Suprema para frenar la designación del senador K Martín Doñate en el Consejo de la Magistratura, una decisión que generó estupor no sólo en el kirchnerismo, sino entre los funcionarios del Gabinete que responden a Alberto Fernández, a pesar de las internas del oficialismo.

Y, más recientemente, con la solicitud del fiscal ante la Cámara de Casación, Mario Villar, a los jueces del caso Hotesur-Los Sauces para que revoquen el sobreseimiento de Cristina Kirchner y de sus hijos, Máximo y Florencia, y se avance con un juicio oral y público.

La invitación al acto de la Vicepresidenta
La invitación al acto de la Vicepresidenta

Si bien son capítulos independientes, en el Instituto Patria y en La Cámpora coinciden en considerar esos movimientos judiciales como parte de un mismo plan político, que enmarcan en el concepto de lawfare, para socavar la imagen de la vicepresidenta, debilitarla, y favorecer a Juntos por el Cambio. Ayer, en un importante despacho nacional camporista explicaron que la decisión de Cristina Kirchner de recusar a la jueza María Capuchetti en el caso que investiga el intento de magnicidio fue una “primera reacción” no sólo por las actuaciones en esa causa, sino en el contexto judicial general.

“La están obligando a actuar”, dijo un funcionario K, en referencia al video donde la vicepresidenta adelantó que, además de la recusación, exigirá que se secuestren los celulares de colaboradores del diputado nacional y ex funcionario de la órbita de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. “Lo que más molesta es que a Milman no lo citaron a declarar ni siquiera a través de un escrito. En una causa como esta tenés que investigar absolutamente todo. Como mínimo hay una decisión de cuidarlo”, sostuvieron cerca de la vice.

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A la seguidilla de fallos y presentaciones judiciales se sumará, la semana próxima, el alegato del fiscal federal Diego Luciani en la causa Vialidad -a que más complica a la vicepresidenta- en respuesta a los planteos de nulidad de las defensas. Será uno de los pasos previos a la sentencia, que se espera para la primera quincena de diciembre, y que, deslizan fuentes judiciales, podría coincidir con el Día de la Democracia.

Alberto Fernández y Emmanuel Macron, ayer en París
Alberto Fernández y Emmanuel Macron, ayer en París

La semana que viene, durante el alegato de Luciani, y mientras Cristina Kirchner le hable a los propios, el Presidente, muy probablemente, no estará en Buenos Aires. Si bien tenía previsto regresar de la cumbre del G20, que se celebra entre el 15 y el 16, la misma noche del martes, para estar de regreso el 17, en las últimas horas fuentes oficiales confirmaron que la vuelta se demorará un día.

Se debe, según explicaron, al largo recorrido de vuelta desde el continente asiático, que llevaría 25 horas. La decisión, dijeron, no tiene que ver con el contexto político local, muy adverso para el primer mandatario cada vez que la vicepresidenta o su hijo hablan en público. “Depende del plan de vuelo. Hay que parar en algún lugar de Europa para cargar combustible, y para que descanse la tripulación. Seguramente lleguemos el 18 a primera hora”, informó un funcionario de la comitiva oficial, que partió de gira rumbo a Francia anteayer.

Alberto Fernández elige cuidadosamente sobre qué temas de la agenda judicial pronunciarse, y de qué manera: testigos lo han visto meditar durante largo tiempo sobre sus tuits al respecto. Esta semana, si bien habilitó a sus ministros a mostrar repudio, decidió mantenerse en silencio frente a la decisión de la Corte Suprema que favoreció al senador de Pro, Luis Juez. Pero la semana anterior había sentado posición, con claridad, contra la decisión de la Cámara Federal Porteña de liberar a los cuatro integrantes de Revolución Federal que estaban presos por supuesta incitación a la violencia colectiva, y que ya había recibido los dardos correspondientes del kirchnerismo. Abocado durante siete días a las actividades internacionales, aún no decidió si se expresará sobre el capítulo político que más le importa a la vicepresidenta, o si elegirá mantenerse al margen.

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