“Lima la horrible”, la obra de Sebastián Salazar Bondy que aún sigue vigente y por qué Rafael López Aliaga personifica ese libro, según la hija del escritor

Infobae Perú conversó con Ximena Salazar Lostaunau, hija del versátil intelectual, sobre aspectos poco tratados de la vida de su padre, los problemas de la ciudad y la obra más reconocida del literato.

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“Lima la horrible”, obra publicada en 1964, constituye un agudo análisis de la capital peruana. (Composición Infobae: Andina/planospara.com)
“Lima la horrible”, obra publicada en 1964, constituye un agudo análisis de la capital peruana. (Composición Infobae: Andina/planospara.com)

Existe un motivo más para creer en el periodismo cultural, ese oficio ejercido en los medios de comunicación sin reflectores ni indicios de que las métricas de notas recientemente publicadas mejoren. Los resultados cuantitativos no desaniman a los redactores de medios impresos o digitales, quienes mantienen un baluarte presente en sus mentes principalmente en dos fechas del año: el aniversario de su fallecimiento y el día de su nacimiento.

Su nombre es tecleado con pasión por algunos periodistas en una sala de redacción llena de hombres y mujeres de prensa que esperan que sus artículos sean los más vistos del día. Algún colega podría mencionar su apellido en voz alta, y es probable que la mayoría lo conozca y haya leído algún texto suyo, pero también existe la posibilidad de que alguien tenga la osadía de decir que no se ha topado con un texto del escritor y que solo lo recuerda del colegio.

Precisamente en las instituciones educativas, los peruanos tuvieron su primer acercamiento con Sebastián Salazar Bondy, un peruano ilustre admirado por muchos, pero también criticado, a veces injustamente, por su libro “Lima la horrible”.

En el ajetreo de la labor periodística, alguien se animaría a comentar sobre este material impreso que generó impacto en su momento y trascendió en el tiempo. No habría espacio para la tertulia, dado que la coyuntura política y social presenta algunos temas abordados que tienen que ser cubiertos inmediatamente. Coincidentemente, algunas noticias guardan relación con los asuntos tratados en el libro del representante de la Generación del 50.

Sebastián Salazar Bondy y sus amigos, algunos de ellos se dedicaron a la literatura. (Andina)
Sebastián Salazar Bondy y sus amigos, algunos de ellos se dedicaron a la literatura. (Andina)

Esto no sorprendería a un periodista cultural que dejó de escribir noticias políticas y sociales para convertirse en un lector más de los textos de sus colegas. De un tiempo a esta parte, los medios de comunicación informan, por ejemplo, de peruanos que añoran el pasado limeño en fechas festivas; políticos que, mediante prácticas amorales, buscan beneficiarse; ciudadanos que discriminan a sus compatriotas; hombres y mujeres que conquistan personas con el fin de ascender socialmente; entre otros temas que no son exclusivos del nuevo milenio.

Salazar Bondy ya había abordado estos tópicos en “Lima la horrible”, pero desde un enfoque sociológico. A pesar de haber pasado más de cinco décadas desde su primera publicación en México en 1964 por la Editorial Era, los postulados siguen vigentes, así como su autor, que al igual que muchos ilustres escritores peruanos, merece ser recordado en más de dos oportunidades al año.

Infobae Perú conversó con la hija del multifacético escritor, Ximena Salazar Lostaunau, sobre estos y otros asuntos que concitan la atención de más de una persona que, impactados o indignados por el título de uno de sus libros, se interesan en conocer datos biográficos. Desde la comodidad de su hogar, la antropóloga se conectó a una videoconferencia para hablar del legado que dejó su padre, el libro “Lima la horrible”, los recuerdos que se resisten a desaparecer de su memoria, entre otros asuntos.

En mi pantalla apareció Ximena, cuyo rostro era un mapa trazado por los suspiros de los años vividos. En el transcurso de aproximadamente una hora, pude observar diversas emociones en mi interlocutora, que no tuvo la dicha de vivir con su padre en otras etapas de su vida. Como es sabido, el periodista murió ejerciendo su oficio; vale decir, escribiendo una crónica en la revista ‘Oiga’, el lugar en el que trabajaba y al que acudía cuando necesitaba un poco de tranquilidad.

Sebastián Salazar Bondy y su hija. (Andina)
Sebastián Salazar Bondy y su hija. (Andina)
“A mí me marcó su muerte y no tanto la corta vida que pude disfrutar con él. Los niños pequeños no entienden la muerte como la entendemos los adultos. Entonces, para los menores, la muerte es como si una persona se va y no aparece nunca más. Uno no se lo puede explicar. Yo creo que en esa época tampoco los adultos sabían cómo explicar a los niños lo que es la muerte de un padre o de una madre”, contó la hija del escritor, visiblemente conmovida.

El multifacético intelectual falleció en julio, el mes patrio. Quizás la ‘muerte’ quiso incomodarlo al llevárselo en un tiempo en el que los peruanos suelen evocar con nostalgia el pasado, un periodo de la historia que el periodista criticó ardientemente. Es preciso señalar que después de permanecer 5 días hospitalizado en el hospital Rebagliati, adonde ingresó con un cuadro hemorrágico súbito y letal, falleció.

Tras su muerte en 1965, amigos e intelectuales de la época le dedicaron sentidos mensajes. Por ejemplo, José María Arguedas escribió lo siguiente: “Limeñísimo intelectual, tenía una gran agudeza para describir los rasgos sombríos, tristes o trágicos de las personas (…). Era valiente, feliz y cautivador. (…) El Flaco es ahora como una aguja punzante que tratará de recordarnos, día a día, nuestras responsabilidades. ¡Esa boina! y su inverosímil cuerpo caminan adelante, con tierna ironía, casi invencible. Flaco, bien, bien no más”.

El diario La Prensa, medio en el que trabajó el intelectual entre 1952 y 1959, también le dedicó un conmovedor texto: “Dos son las certidumbres que nos deja la vida, prematuramente acabada, de Sebastián Salazar Bondy: fue un genuino, esforzado, fecundo trabajador de la cultura; y fue un hombre que tradujo fielmente en sus actitudes vitales de orientación que le marcaban sus ideas y sus sentimientos sobre la sociedad y el mundo. Creó incansablemente en la literatura y combatió, asimismo, sin tregua por lo que creía justo”, se lee en el Editorial del medio de comunicación.

Pese a que el escritor tenía mucho trabajo, no descuidaba a su familia. Así lo dio a conocer la señora Ximena. (Andina)
Pese a que el escritor tenía mucho trabajo, no descuidaba a su familia. Así lo dio a conocer la señora Ximena. (Andina)

En toda su labor periodística, el escritor publicó 2.231 artículos en los principales diarios de la época. En el libro “Sebastián Salazar Bondy: Pasión por la cultura”, de Gérald Hirschhorn, se puede leer datos relacionados a la cantidad de textos que escribió en los lugares donde trabajó, así como el número de artículos dedicados a un tema en particular.

En La Prensa publicó 1.505 artículos; en El Comercio colaboró con 496; en otros medios, ya sean nacionales o extranjeros, escribió 2.231. En cuanto a la distribución por géneros, se tiene los siguientes datos: 1.089 (Cultura), 247 (Política), 895 (Diversos). Cabe señalar que, en el género de cultura, escribió más textos sobre literatura (493).

Esta data evidencia que fue un intelectual multifacético y que estaba comprometido con su país no solo en términos culturales, sino también políticos. Sobre este tema en cuestión, Ximena dijo que su progenitor intentó una carrera política.

“Él intentó una carrera política porque fue uno de los fundadores del Movimiento Social Progresismo. Mi papá se postuló para senador. Entonces, sí tenía como un ánimo de participar políticamente. Yo creo que hubiera sido un defensor del proceso velasquista, como lo fue su hermano”, sostuvo.
Los temas de este libro todavía siguen vigentes, según la hija de Salazar Bondy. (Revuelta Editores)
Los temas de este libro todavía siguen vigentes, según la hija de Salazar Bondy. (Revuelta Editores)

Sobre su labor periodística, la cual se desarrolló entre 1942 y 1965, el investigador Hirschhorn destacó la crítica que hacia Estados Unidos a través de sus textos.

“La excepcional calidad de un hombre que, con sus artículos sobre la educación, los hechos de sociedad y la delincuencia juvenil, luchaba para preservar la libertad del hombre, defendiendo el pensamiento contra la depredación cada vez más acentuada de los valores morales y espirituales. Le gustaba insistir en la devastación de su sociedad natal al constatar la poca resistencia que la mentalidad peruana oponía a la presión cultural norteamericana, como por ejemplo en el cine, la prensa y el libro”, manifestó.

“Lima la horrible”, el libro cuyos temas todavía siguen vigentes

Lima la horrible”, obra publicada en 1964 por Sebastián Salazar Bondy, constituye un agudo análisis de la capital peruana, presentándola como un símbolo de las profundas desigualdades y del estancamiento cultural de Perú. La publicación generó un amplio debate en la sociedad peruana al poner en relieve las contradicciones de Lima y, por extensión, del país. El libro, por tanto, no solo marcó un hito en la literatura peruana por su valor crítico, sino que también alimentó una indispensable reflexión sobre el desarrollo sociocultural de la nación.

Un tema medular que se aborda en el libro es el mito de la Arcadia Colonial, que describe la idealización y la nostalgia por el período colonial de Lima, visto erróneamente como una era de esplendor cultural, social y económico. Salazar Bondy cuestiona esta visión, argumentando que oculta las realidades de opresión, desigualdad y violencia hacia los pueblos originarios, así como la exclusión social de amplios sectores de la población.

Sobre el tema de la Arcadia Colonial, Alejandro Susti escribió lo siguiente en su libro “Todo esto es mi país: La obra de Sebastián Salazar Bondy”: “Como se ha hecho notar en numerosas ocasiones, el principal blanco de los ataques del ensayista lo constituye la obra del más famoso de sus retratistas, Ricardo Palma, para él, principal responsable de la consolidación del mito de la Arcadia Colonial”.

Ricardo Palma es el principal responsable de la consolidación del mito de la Arcadia Colonial, según Sebastián Salazar Bondy. (Andina)
Ricardo Palma es el principal responsable de la consolidación del mito de la Arcadia Colonial, según Sebastián Salazar Bondy. (Andina)

Por su parte, su hija, quien conversó con Infobae Perú, dijo que los tópicos abordados en “Lima la horrible” todavía persisten en la sociedad. “Es una Lima tan clasista y fragmentada. Cuando un alcalde realiza algún tipo de integración y de cuestión cultural integral durante su gestión, el que viene después hace todo lo contrario”, manifestó.

La antropóloga también se refirió al título del libro de su padre, el cual ha generado indignación en algunos lectores sin siquiera leerlo. Según cuenta, el título del material impreso es una metáfora. En otro momento de la entrevista, criticó la labor del actual alcalde de la capital, Rafael López Aliaga, como político.

“El alcalde de Lima es un representante de “Lima la horrible”. Digo esto por su manera de pensar, su forma tan conservadora de asumir una Lima mestiza. Lo que él quiere es dividirnos, unos por un lado y los otros por otro, ¿no es cierto? Entonces, yo pienso que él es un claro representante de la mayoría de los temas del libro. Si lo lees, podrás reconocer a este señor en muchos de los artículos”, aseveró con determinación.
Sebastián Salazar Bondy también destacó como promotor cultural. (vallejoandcompany)
Sebastián Salazar Bondy también destacó como promotor cultural. (vallejoandcompany)

Por otro lado, Ximena comparó “Lima la horrible” con los “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” de José Carlos Mariátegui. Agregó que los temas de ambos libros todavía siguen vigentes.

Sebastián Salazar Bondy, destacado representante de la literatura y el pensamiento crítico peruano del siglo XX, dejó un legado cultural invaluable, no solo a través de sus obras, sino también por su influencia en la formación de nuevas generaciones de escritores en Perú. El literato no solo contribuyó con una obra propia de gran calibre, sino que ejerció un papel fundamental en la renovación y dinamismo de la literatura peruana, marcando un camino para aquellos que buscan en la escritura un reflejo de sus realidades y aspiraciones.