Existe una inquietante probabilidad de que el Perú se vea azotado simultáneamente por el Niño Global y el Niño Costero. Las autoridades y los expertos proyectan que estos fenómenos climáticos podrían golpear nuestra tierra en los próximos meses, concretamente durante el primer trimestre de 2024. El clamor desesperado de medidas preventivas resuena de manera unánime.
Las consecuencias a las que se enfrentaría la población peruana serían catastróficas: lluvias torrenciales, inundaciones masivas, huaicos y deslizamientos de tierra. El panorama que se avecina es similar al desolador escenario de 2017, cuando se registraron víctimas mortales, decenas de miles de damnificados y enormes daños materiales a nivel nacional.
Según el último informe de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), existe una “alta probabilidad” de que el Niño Costero y el Niño Global coincidan en el verano del próximo año. La combinación de estos eventos, advierte el organismo, generará un calentamiento anormal de las aguas del océano Pacífico.
El calentamiento de las aguas del Pacífico tarería consecuencias muy negativas para el Perú. El aumento de la temperatura de los océanos provoca tormentas más severas y potentes e interrumpe el ciclo del agua, lo que significa más inundaciones en las zonas costeras, sequías e incendios forestales, así como un aumento inexorable del nivel del mar.
Felipe Parado, miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), se refirió a la ocurrencia del Niño Costero y Niño Global en nuestro país y afirmó que “se van a juntar”.
“Tenemos la presencia del Niño Global que son las aguas que vienen del otro lado, del medio del Atlántico, y el Niño Costero que son las aguas que vienen aquí, pegadas a nuestra costa, del Ecuador. Entonces, vamos a tener que se van a juntar estos dos fenómenos”, señaló a Exitosa Noticias.
Precisó que el porcentaje de la aparición del Niño Global es del 82 % y en cuanto al Niño Costero es del 77 %, lo que quiere decir que “los pronósticos son de mediano débil a moderado”.
A través de su cuenta oficial de Twitter, Abraham Levy, el autodenominado ‘Hombre del tiempo, coincidió con el representante de Predes y dijo que ambos fenómenos climatológicos se manifestarán en el Perú al mismo tiempo.
“El Centro de Predicción Climática de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) declara hoy que está en curso El Niño Global, que sumado a El Niño Costero, es lo que hemos denominado siempre un Fenómeno del Niño”, comentó.
“Riesgo inminente”
El pasado 6 de junio, Alberto Otárola, titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), se pronunció respecto a la llegada del fenómeno del Niño Global y las acciones que se tomarán de cara a enfrentarlo.
“Esta semana saldrá un decreto con el que se va a declarar la emergencia por riesgo inminente, eso va a permitir que se consolide un trabajo planificado y silencioso, hay una fuerza de trabajo ministerial que se instaló hace más de dos meses que esta trabajando la planificación para enfrentar a El Niño Global”, dijo a RPP Noticias.
Según el premier, el Ejecutivo viene haciendo trabajos coordinados con los gobiernos regionales y locales para adquirir “maquinaria que no existía” cuando el norte del país sufrió los estragos de la aparición del ciclón Yaku que desencadenó lluvias constantes, inundaciones, huaicos y deslizamientos.
¿Qué diferencia hay entre Niño Costero y Niño Global?
De acuerdo información oficial, tanto el Niño Global como el Niño Costero comparten la característica de un calentamiento persistente de la temperatura superficial del mar por encima de lo normal en las zonas adyacentes a Perú y Ecuador, así como en el Pacífico central.
Esto tiene un impacto directo en el incremento de las precipitaciones, su intensidad y los efectos devastadores que resultan de ello, como deslizamientos de tierra, desbordamientos de ríos, inundaciones y otros desastres asociados.
La diferencia entre ambos reside en los períodos en los que se presentan, su duración y el impacto específico en las áreas afectadas por los eventos catastróficos. Por ejemplo, el Niño Costero tiene una influencia directa en las intensas precipitaciones registradas en las regiones costeras, especialmente en el norte y centro. En tanto, el Niño Global puede tener repercusiones en todo el planeta.