Claudio Cerini: "Hacer un corte es como escribir canciones y algunos son un hit"

Claudio Cerini supo hacer de la peluquería un negocio rentable. Tardó dieciocho años desde que abrió su primer local en Marcelo T. de Alvear hasta inaugurar el segundo. Sin embargo, hoy CERINI ya es un emporio de peluquerías. La del Patio es la séptima sucursal de la marca y la quinta que funciona dentro de un shopping pero, además, planea abrir en marzo un "club de hombres", un espacio exclusivo para ellos que funcionará como barbería y peluquería y también como "club de amigos". Tiene más de 750 empleados a cargo, pero sigue cortando el pelo en todos sus salones "porque es lo que me gusta hacer", asegura. "Jueves y viernes me dedico a cortar. Voy rotando por todos los locales. Mi profesión es ser peluquero en primer lugar y, además, conecto con el cliente de un modo que no podría si sólo me llega un informe desde recursos humanos". El perfil de hombre de negocios no le ganó al artístico del estilista, que sigue atento a detectar tendencias y está siempre ávido de cortes nuevos, técnicas de peinado o coloraciones. "Tengo a flor de piel mi costado hippie y libre. Cuando viajo me paso mirando pelo en las tiendas, restaurantes, a donde vaya. Es lo que mantiene mi espíritu creativo".

-¿Qué es lo que viene para este verano?
-En primer lugar me gusta aclarar que, si bien nosotros presentamos una tendencia y tenemos un estilo, la clave de CERINI es ofrecerle a los clientes su mejor versión. No quiero, ni me gusta, ni está dentro de mi menú hacerles "lo que se usa".

-¿Y qué hacés cuando alguien te pide eso?
-Cuando me preguntan "¿qué se usa?", yo contesto ¿para quién?, ¿para Liz Solari, para Gisele Bündchen, para las Kardashian? Para cada quien serán cosas totalmente distintas, nosotros tenemos unos estereotipos que sirven de idea, pero después te chocás con la realidad de cada cara, con su nariz y sus pómulos. Nunca es "se usa esto y vamos con esto". Yo trato de seguir personalizando los cortes. No soy una fábrica de cortar el pelo, eso lo tengo bien claro: no quiero ser un despachante de corte o color, quiero ser un profesional que aconseja según la persona.

-Cambio la pregunta entonces, ¿qué es lo que proponés para esta temporada?
-Melenas a full, a medio término, por el hombro más o menos o, quizás, unos dos centímetros pasando los hombros, pero no más que eso. No soy muy del pelo extremadamente largo, la verdad, porque creo que es sinónimo de otra época, me gustan las melenas. De hecho, es lo que se ve afuera, yo cuando viajo me traigo treinta kilos de revistas y cuando las mirás no hay más pelo largo. La moda pasa por otro lugar, el largo máximo que me permito es a media espalda, no más.

-¿Y en materia de color?
-Seguimos con la técnica de batidos de color que dan como resultado un degradé que no es marcado, sino esfumado.

-¿Tirando al rubio?
-Sí, para el verano siempre se vienen los tonos más claros, obvio. El rubio es un clásico, no te podés pelear con eso, menos acá, es muy demandado. Arriba, en el medio, abajo, no importa en qué parte de la cabellera, el rubio tiene que estar. Si sos castaña, aclaramos uno o dos tonos, al mejor estilo Jennifer Lopez que tiene un color divino, sin llegar al rubio puro. Aclarando el pelo aflojás un poco los rasgos, le sacás rigidez al rostro. Lo que no hacemos son colores plenos, es decir, un mismo color en toda la melena. No hacemos eso primero porque no me voy a pelear con el súper o la perfumería que venden los kits para hacértelo en casa. Nosotros buscamos darle al pelo algo especial, el brillo que te hacemos acá no lo conseguís en otro lado.

-¿Los tonos fantasía no van más?
-A mí no me gustan mucho porque se lavan demasiado rápido. Nosotros hacemos pasteles, nada muy estridente, pero aclaramos que es un touch and go, que no va a perdurar más que un par de lavados.

-¿Y respecto a los peinados?
-Melenas con ondas. Las ondas son un clásico, quedan re lindas, las proponemos sueltas, semirrecogidas o recogidas. Con mechas al borde de la cara, peinados relajados… Las trenzas también siguen en boga, pero no las clásicas sino más tipo vinchas; no trenzando el pelo completo, sino más como una envolvente en el peinado; desarmadas y rotas, nada rígido. Me voy a arrepentir de lo que te voy a decir, pero lo voy a decir: nosotros somos el antipeinado, porque de tanto escuchar a las clientas decir que les gustaba más el peinado cuando se iba aflojando, hicimos de eso un estandarte. Nuestros peinados son no-peinados, relajados, frescos, con un poco de rock. ¡Como la ponytail de Awada que es un hitazo!

-¿La piden mucho?
-Sí, Juliana se atiende con Carmen (Da Silva), una de nuestras mejores peinadoras. Y ese peinado en los salones se replica un montón. Ya te diría que es un clásico.

-¿Qué otros clásicos llevan tu firma?
-Me acuerdo de que Carolina Peleritti tenía el pelo larguísimo, la pelé y fue un éxito. Y el corte de Deborah de Corral cuando hacía El Rayo fue uno de los más pedidos en su momento. Ojo, tardó un año y medio o dos en imponerse, pero no me importó en aquel entonces, sabía que estábamos adelantados, pero siempre fui fiel a esto: a no vender algo en lo que no creo. Para mí hacer cortes es como escribir canciones y hay cortes que me siguen pidiendo, hay por lo menos cinco cortes que son hits.

-¿Cuáles son?
-Dos de Liz Solari, uno de Flor Salvioni y dos de Chloé Bello –quien continúa siendo imagen de la peluquería en las campañas– porque son atemporales. Son melenas sexys, lindas y, obviamente, son los menos jugados, pero son clásicos que están buenísimos. Y no es que perdí la humildad, reconozco que están buenos, el público lo demuestra porque los siguen pidiendo en todos nuestros salones.

-¿Te cansa "tocar" siempre los mismos hits?
-No, porque me reinvento todo el tiempo. Me gusta estar a la vanguardia, viajar, mirar tendencia, crear. Y en el salón juego como un músico: toco los hits y también impongo algunos cortes nuevos.

Tips verano 2018
xLas ondas flojas que se vean naturales y den movimiento son imprescindibles para el look descontracturado que propone la firma.
xEl color pleno no va más: la mezcla de tonos en la perfecta combinación de claros y oscuros suaviza rasgos y aporta frescura y naturalidad al estilo, como cuando en la infancia el sol, durante los días de verano, lo aclaraba naturalmente.

Textos MARIELA RAFFAELLI (mraffaelli@atlantida.com.ar)

LEA MÁS: