Cuáles son las propiedades de la naranja para combatir la diabetes y prevenir el cáncer

Para comenzar con una vida saludable, uno de los primeros pasos es mejorar la alimentación y tener una dieta a base de cereales integrales, frutas y verduras. Son estos ingredientes no solo los que te dan energía para tu día a día, sino que también pueden ayudarte a prevenir padecimientos y enfermedades.

Tal es el caso de la naranja, una de las frutas más consumidas a nivel mundial, que se caracteriza su forma redonda, su cascara gruesa, así como por su pulpa dulce y jugosa.

La naranja es fruto del naranjo dulce, árbol que pertenece al género citrus, de la familia de las rutáceas, inclusive su nombre científico es citrus sinensis.

Es originaria de Asía, principalmente del sureste de China y norte de Birmania. De ahí se extendió a Japón y a la India, llegando a occidente por la ruta de la seda. Lo árabes la introdujeron a Europa, de donde se esparció por el resto del mundo.

Si bien, el consumo de naranja se relaciona con el combate y la prevención de enfermedades respiratorias leves, como gripa, tos y resfriado, lo cierto es que sus propiedades medicinales son mayores.

La larga lista de nutrientes que posee la naranja son la que le otorgan propiedades medicinales, principalmente en la prevención de enfermedades. Por ejemplo, la presencia de fibra soluble, particularmente las pectinas, ayudan a la reducción del colesterol y la glucosa en la sangre, así como el desarrollo de la flora intestinal.

Esto hace de la naranja un alimento ideal para las personas que padecen diabetes, así como para aquellas que tienen problemas de hipertensión arterial.

Por otra parte, este cítrico aporta carotenoides con actividad provitamínica A que ayudan a prevenir distintos tipos de cáncer y protegen frente a enfermedades cardiovasculares.

La presencia de otros caroteniodes, pero sin actividad provitamínica A, como la luteína y la zeaxantina, provocan que el consumo de naranjas reduzca el riesgo de padecer cataratas y degeneración macular.

El alto contenido de vitamina C y la presencia de ácidos orgánicos que potencializan su beneficios, como el ácido málico y el ácido cítrico, facilitan la eliminación de residuos tóxicos del organismo, como el ácido úrico.

Otros ácidos presentes en la naranja, como los hidroxicinámicos, ferúlicos, caféicos y p-cumárico, le dan propiedades antioxidantes, es decir, que ayuda a proteger las células, evita su oxidación y hasta previene la aparición de tumores.

Las naranjas también son ricas en flavonoides. Los más conocidos son: hesperidina, neoshesperidina, naringina, narirutina, tangeretina y nobiletina, a los cuales se les han atribuido múltiples funciones.

A pesar de tener un amplio uso humano, es importante saber que el consumo distintas frutas y verduras puede llevar consigo una serie de contraindicaciones para evitar de desagradables efectos secundarios.

En el caso de la naranja, se debe tener cuidado con su consumo y evitar ingerir en exceso, ya que e algunas personas puede provocar problemas gastrointestinales, como dolor y problemas en los intestinos, seguidos de acidez y hasta diarrea.

Para obtener los beneficios de la naranja, se recomienda consumirla de forma natural, ya que los jugos suelen tener menores cantidades de nutrientes y añadidos excesivos de azúcar.

Es importante mencionar que, independiente el tipo de alimento que se consuma, si se hace con fines medicinales, lo ideal es acudir al medico y consultar si resulta conveniente utilizarla.

Con información del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España