Las opiniones sobre Bad Bunny siguen provocando divisiones, y esta vez fue el periodista deportivo Enrique Burak quien encendió el debate tras afirmar que no piensa ver al puertorriqueño durante el show de medio tiempo del próximo Super Bowl.
El veterano comentarista de Televisa, reconocido por su cobertura de la NFL, dejó clara su postura al señalar: “Cuando venga Bad Bunny al medio tiempo, yo iré al baño”.
Burak explicó que, en un evento tan largo como el Super Bowl, el espectáculo musical es para él una pausa estratégica. “No, mira, es un día muy largo y es el momento ideal para agarrar vuelo para el segundo medio”, dijo en entrevista con RÉCORD. Además, fue contundente sobre su preferencia musical al declarar: “Además, canta el señor y necesita subtítulos”.
Mientras sus declaraciones dividieron a los aficionados de la NFL y del artista urbano, Bad Bunny cerró 2025 como el cantante más escuchado del mundo en Spotify por cuarta vez, respaldado por éxitos como “DtMF”, “BAILE INoLVIDABLE”, “Diles” y “La Canción”.
En contraste con Burak, Toño de Valdez optó por una postura más moderada. “Mira, ese es un tema interesante, porque yo no soy muy musical que digamos. Tampoco me siento capaz de juzgar la calidad de los artistas que presenta la NFL. Pero lo que sí veo es que es un fenómeno social… polariza, sí, pero es un fenómeno social muy interesante y llama la atención”, señaló.
Aun así, reconoció que el género urbano no es lo suyo: “Yo soy más de música pop, pero te digo, no soy muy musical. Tampoco es que me corte las venas porque Bad Bunny vaya a estar”, bromeó.
La controversia por su participación en el Super Bowl crece
La elección de Bad Bunny como protagonista del show de medio tiempo del Super Bowl LX abrió una discusión más profunda sobre la identidad cultural de la NFL y su expansión global. Para algunos sectores, la presencia del artista de trap en uno de los escenarios más visibles de la cultura pop estadounidense representa una ruptura con la tradición; para otros, simboliza la diversidad musical y el crecimiento de la influencia latina.
Críticos han cuestionado que un intérprete de trap encabece el espectáculo, mientras que defensores recuerdan que el Super Bowl ha evolucionado con los cambios de la industria musical y del propio público de la NFL. La discusión también se ha entrelazado con temas migratorios, identidad cultural y la redefinición del pop contemporáneo.
A una liga que busca conquistar nuevas audiencias, la participación del artista más escuchado del mundo parece una estrategia calculada. Y aunque el debate continúa, la presencia de Bad Bunny promete ser uno de los momentos más comentados del evento del 8 de febrero.