El resurgimiento de Ojitos mentirosos en TikTok ha transformado a esta canción en un fenómeno viral, donde miles de usuarios se maquillan como payasos y muestran escenas de sus ciudades, especialmente en zonas periféricas. Esta tendencia, que fusiona estética urbana y crítica social, ha captado la atención por su trasfondo, vinculado a la película Chicuarotes y a la reinterpretación del artista sinaloense Chino Pacas, quien adaptó el tema al estilo del corrido tumbado.
Incluso tema alcanzó el top de reproducciones en Spotify México gracias al reto viral.
La historia de Ojitos mentirosos se remonta a la cumbia andina del Perú, donde se reconoce a Coré Cuestas Chacón como su autor. Catálogos como Apple Music y registros de Discogs documentan la autoría de Coré en las versiones de Los Ecos y La Constelación, así como la existencia de un sencillo en vinilo de 45 RPM editado por el sello Fonohit en Perú.
Además, la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC) respalda la autoría de Coré Cuestas Chacón, quien también compuso otros temas como Corazón herido, corazón partido y amor y Te soñé, te encontré. El compositor falleció en 2016, sin llegar a presenciar el regreso viral de su obra.
La versión conocida en México es la de Tropicalísimo Apache, que incluyó el tema en su disco Éxitos Quemantes Vol. IV, lanzado en 1993 según Spotify. Esta versión norteña es probablemente la más reconocida en la actualidad. La canción también fue interpretada por figuras como Pastor López en los 90, quien mantuvo el mismo estribillo y texto, lo que demuestra la fidelidad del tema a través de los cambios regionales.
De qué trata el trend de Ojitos Mentirosos
El fenómeno viral de 2025 en TikTok no solo se limita al maquillaje de payaso, sino que se ha convertido en una forma de visibilizar la precariedad y las realidades de los barrios en México y América Latina.
Los participantes utilizan la música y la estética del payaso como símbolo de resiliencia, identidad y denuncia cultural; sin embargo, hay algunas voces que señalan que no se trata de eso, pues quienes protagonizan el video no precisamente han trabajado en la calle y podría interpretarse como una exotización de una experiencia que no viven, incluso una burla.
Creadores de contenido han destacado que el trend busca dar voz a realidades olvidadas en las grandes ciudades. Una usuaria explicó: “Muchos crecimos con referentes de belleza y éxito basados en la blanquitud... esto generó vergüenza aprendida hacia lo propio, que luego se proyecta con desprecio cuando alguien lo lleva con orgullo”.