El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Aunque no existe una cura definitiva, múltiples estudios científicos han demostrado que mantener el cerebro activo puede retrasar su aparición y reducir el riesgo de padecerla. Entre las actividades más recomendadas está la lectura.
Leer activa diversas áreas del cerebro relacionadas con la comprensión, el lenguaje, la memoria y la imaginación. Según un estudio publicado en la revista científica Neurology, las personas que practican actividades mentales como leer, escribir o jugar ajedrez con regularidad, presentan un deterioro cognitivo 32% más lento en comparación con quienes no lo hacen.
Asimismo, investigaciones del Rush University Medical Center en Chicago, que siguieron a más de mil 900 adultos mayores durante varios años, concluyeron que quienes leían con frecuencia tenían menos probabilidades de desarrollar placas y ovillos cerebrales relacionados con el Alzheimer.
En este sentido, los expertos no señalan un número exacto de páginas o minutos, pero sí coinciden en que la lectura debe ser una actividad regular y constante. De acuerdo con la Asociación de Alzheimer y el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés), leer entre 15 y 30 minutos al día puede generar efectos positivos en la salud cerebral a largo plazo.
Este tiempo es suficiente para estimular el cerebro, siempre que la lectura sea activa: es decir, que se comprenda el texto, se reflexione sobre él o incluso se comente con otras personas. La clave está en la calidad de la lectura, no solo en la cantidad.
Aunque el Alzheimer afecta principalmente a personas mayores, los hábitos de vida saludables deben comenzar desde etapas tempranas. Leer regularmente desde la juventud o la adultez media ayuda a desarrollar una reserva cognitiva más fuerte, lo que puede hacer al cerebro más resistente a enfermedades neurodegenerativas en la vejez.
Otros beneficios asociados a la lectura diaria
Además de la prevención del Alzheimer, la lectura diaria está relacionada con:
- Mejora de la concentración y la memoria a corto plazo
- Reducción del estrés, lo cual también beneficia la salud neurológica
- Estimulación del pensamiento crítico y la empatía
- Mayor calidad del sueño, si se lee antes de dormir (con luz tenue y sin pantallas).
Incorporar la lectura diaria como parte de un estilo de vida saludable es una de las formas más accesibles y efectivas de proteger el cerebro. Dedicar entre 15 y 30 minutos al día a leer libros, artículos o cualquier material que estimule la mente, puede contribuir significativamente a reducir el riesgo de Alzheimer y mantener la agilidad mental a lo largo del tiempo.