Así es Los Naranjos, la pequeña comunidad en Jalisco que quedará vacía por amenazas del CJNG

Ante las amenazas de ‘El Güero Conta’, líder de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que tienen el control de la región de Tequila y tiene complicidad con autoridades estatales y municipales, pobladores de Los Naranjos huyeron de su comunidad y de forma gradual se han ido otros más habitantes.

Con solo lo que llevaban puesto, muchas personas dejaron su patrimonio, por lo que se cree que en los próximos años podría quedar vacía, ante el temor de los habitantes, quienes deciden dejar todo lo que trabajaron por años.

Tan solo de 2005 a 2020, la población de dicho sector ha bajado significativamente, al pasar de 120 a 97, que para aquel año eran 44 y 53 hombres, quienes han estado huyendo por la ola de inseguridad que azota a la zona.

Fueron alrededor de 40 familias de la comunidad, integrada por alrededor de 100 personas con edades que oscilan entre uno y 70 años, fueron quienes decidieron retirarse de la zona, algunos se subieron a sus respectivos vehículos con pocas de sus pertenencias, entre ellas documentos importantes.

Testimonios de algunos pobladores, indican que desde hace cinco meses comenzaron a ser amedrentados por la célula del CJNG, quienes sin motivo aparente golpeaban a los jóvenes que circulaban por la zona, hasta dejarlo inconsciente.

“Refieren que la célula está integrada por aproximadamente 20 sujetos comandados por ‘El Güero Conta’, un jefe de sicarios identificado como El Maca y los sicarios apodados Los Moños, entre quienes están los hermanos de apellido Pérez Quintero. Se movilizan en siete camionetas y suelen hacerlo mostrando sus armas largas”, afirman una de las víctimas.

De forma extraoficial, se menciona que los delincuentes presuntamente reciben dinero de un empresario conocido bajo el mote de ‘El Pino’, quien ha cosechado una gran fortuna de robando ganado y comprando a punta de pistola agave que ya se va a cosechar, al precio que él quiera o incluso hay ocasiones en las que no paga.

Por el temor a represalias, algunos de los pobladores que fueron removidos, rechazan interponer denuncias por despojo y amenazas ante la Fiscalía de Jalisco, por lo que simplemente se retiran.

Una de las afectadas mencionó en una entrevista que hace unos años desaparecieron sus familiares y acudió a denunciar a la delegación de la fiscalía, donde sicarios se involucraron y no la dejaron que habla mucho, al mostrarle una identificación de su ser querido, con el argumento de que ya había muerto.

Debido a que el crimen organizado tiene el control de la presidencia y de la Fiscalía, es que las personas no tienen más opciones que retirarse, lo que dejaría el poblado en el abandono.