El novedoso método de los cárteles mexicanos para traficar fentanilo a EEUU sin levantar sospechas

Los grupos criminales recurren a las llamadas “mulas silenciosas” para transportar sustancias ilícitas a través de la frontera

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El Cártel de Sinaloa y el CJNG son dos de las organizaciones criminales responsables del tráfico de fentanilo que llega a EEUU (Foto: DEA)
El Cártel de Sinaloa y el CJNG son dos de las organizaciones criminales responsables del tráfico de fentanilo que llega a EEUU (Foto: DEA)

Estados Unidos (EEUU) enfrenta una crisis de salud pública debido al alto consumo de fentanilo que es traficado por los cárteles mexicanos en su mayoría. Ahora, las organizaciones criminales han adoptado un novedoso método para transportar el mortal opioide sintético a través de la frontera sin levantar sospechas, mismo que está relacionado con el uso de GPS.

En la cadena de tráfico de estupefacientes se les llama “mulas” a las personas que son contactadas por los grupos delictivos para que transporten sustancias ilícitas ocultas en su cuerpo. Por ello, son consideradas como el eslabón más bajo y vulnerable dentro del trasiego de enervantes.

Sin embargo, en la actualidad han surgido las llamadas “mulas silenciosas”, término empleado para referirse a los individuos que no saben que transportan droga y la ingresan a territorio estadounidense. Puede tratarse de marihuana, cocaína, metanfetamina o, más recientemente, fentanilo.

El modus operandi empleado por los grupos criminales consiste en identificar a las personas o familias que viajan de manera regular de Tijuana, Baja California, a EEUU a bordo de un vehículo particular, explicó el periodista Óscar Balderas en entrevista con Luis Cárdenas para MVS Noticias.

La droga y el dispositivo GPS son colocados en los vehículos de las personas que viajan regularmente a EEUU (Foto: AP /Christian Chávez)
La droga y el dispositivo GPS son colocados en los vehículos de las personas que viajan regularmente a EEUU (Foto: AP /Christian Chávez)

Una vez identificadas a dichas personas, los miembros del crimen organizado asentados en Tijuana reconocen el vehículo en el que se desplazan. Cuando la unidad está desocupada, les colocan un aparato con GPS acompañado de una ligera carga de droga que es ocultada en la llanta de refacción o en el tanque de agua del limpiaparabrisas.

A través del GPS le dan seguimiento al vehículo. Si logran cruzar la frontera, otros miembros criminales que se encuentran en territorio estadounidense proceden a retirar el dispositivo tecnológico y recoger la droga. Es así como las mulas silenciosas pueden realizar decenas de viajes sin saber que su automóvil es usado por los cárteles para traficar estupefacientes.

“Es una forma novedosa, pero además es una forma terrible porque lo que hacen es encontrar a personas que hacen viajes frecuentes a Estados Unidos y les colocan una carga de droga lo suficientemente pequeña para que pueda ser transportada sin que despierte alertas, pero lo suficientemente grande como para que sea negocio”, detalló Óscar Balderas.

Si bien el especialista en temas de seguridad indició que este fenómeno se ha visto con frecuencia en Tijuana, no descartó que también se lleve a cabo en otras ciudades fronterizas como Piedras Negras (Coahuila), Tecate (Baja California) o Nuevo Laredo (Tamaulipas), donde se ha registrado una fuerte presencia organizaciones criminales.

La principal prioridad operativa de la DEA es derrotar a los cárteles de Sinaloa y Jalisco, los dos con sede en México que son responsables de la gran mayoría del fentanilo y la metanfetamina que está matando a los estadounidenses (DEA)
La principal prioridad operativa de la DEA es derrotar a los cárteles de Sinaloa y Jalisco, los dos con sede en México que son responsables de la gran mayoría del fentanilo y la metanfetamina que está matando a los estadounidenses (DEA)

Aunque no detalló qué grupos criminales han recurrido a este método, reconoció que el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los responsables del tráfico de fentanilo que llega a Estados Unidos.

Es por ello que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), llevaron a cabo la operación Last Mile”, realizada desde mayo de 2022. El objetivo era ir contra los socios y distribuidores afiliados a dichos cárteles que se encargan de la “última milla” de distribución de fentanilo y metanfetamina.

“La DEA rastreó redes de distribución en todo Estados Unidos conectadas con los cárteles de Sinaloa y Jalisco (...) La operación demuestra que se sirven de violentas bandas callejeras locales y de grupos delictivos para inundar las comunidades estadounidenses con enormes cantidades de fentanilo”, se indició en el informe dado a conocer a principios de este mes.

Con base en las mil 436 investigaciones, se lograron tres mil 337 detenciones y el decomiso de 44 millones de pastillas de fentanilo, dos mil 500 kilos de metanfetamina, ocho mil 947 armas de fuego y más de USD 100 millones de activos.