Hijos bastardos, secretos de familia y la Argentina de fondo: lo nuevo de María Rosa Lojo, la poeta que hace narrativa

La reconocida escritora acaba de presentar “Lo que hicieron ahí”, construido por relatos que no son cuentos pero que pueden leerse por separado. El vínculo de su nuevo libro con su extensa obra anterior.

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Lojo es ensayista, poeta y narradora.
Lojo es ensayista, poeta y narradora.

Hace algunas semanas me acerqué al espléndido templo de la Botica del Ángel para disfrutar de la presentación de Lo que hicieron ahí, el nuevo libro de María Rosa Lojo, publicado por Ediciones Corregidor. La coordinación general esa tarde estuvo a cargo de la investigadora Marcela Crespo, quien estudia la obra de Lojo desde sus inicios. A su vez, la crítica y escritora Elsa Drucaroff y el periodista cultural –también escritor– Sebastián Basualdo se sumaron para acompañar a la autora e introducirnos en el universo de esta novedad narrativa.

Como invité a los integrantes de los talleres literarios que coordino, decidí dejar un registro del encuentro para los pocos que no pudieron asistir. Me gustaría, ahora, compartirlo con ustedes a través de Infobae Leamos:

Drucaroff comienza hablando de su vínculo profesional y afectivo con Lojo. Confiesa conocer profundamente su obra y tener ya un mapa mental tanto de sus áreas de interés como de sus obsesiones. Define a María Rosa, en primera instancia, como una gran poeta y, en este caso en particular, como una poeta que hace narrativa; por lo tanto, su prosa aparece teñida de un evidente tono poético que vuelve su escritura inclasificable.

Lo que hicieron ahí es una “novela para armar”, dice Drucaroff. La historia se presenta desarticulada y hay indicios dejados por la autora para ir ensamblando las partes. En realidad –agrega–, resulta ser una “novela” conformada por textos con sus propios títulos que podrían leerse de manera autónoma, incluso por ofrecer finales sorprendentes, pero que se conectan entre sí y forman un todo.

"Lo que hicieron ahí" fue publicado por Ediciones Corregidor.
"Lo que hicieron ahí" fue publicado por Ediciones Corregidor.

Estos pasajes no tienen la estructura tradicional de un cuento, pero tampoco son solo capítulos; se trata de relatos que presentan personajes, situaciones y tramas, que luego se enlazan en una propuesta total. Tampoco se presentan en un orden cronológico ni con los lazos evidentes entre los personajes. El trasfondo histórico y político que acompaña de manera sostenida las historias individuales ayuda a reordenar la secuencia temporal. Las conductas y características de los personajes señalan las conexiones entre ellos.

Claves para leer a Lojo

Para ejemplificar lo dicho, Drucaroff lee un fragmento del relato “Rey desnudo”, que parece encerrar la clave de lectura de todo el libro:

El espejo tiene un marco en forma de rayos de sol, la luna está trizada. Solo refleja fragmentos de las caras que componen un rompecabezas transitorio sobre la superficie rota.

A veces Lía se para frente a ese espejo. Le hace muecas, le saca la lengua. Le divierte que la mitad de la lengua se vea un centímetro más arriba que la otra, que un ojo se despedace, desfasado. Como en algunos cuadros o historias donde hay partes descolocadas, ocultas o perdidas, que solo un ojo completo, por encima de todos, podría descubrir.

Lo que hicieron ahí está lleno de imágenes que contienen alegorías: el fuego, el agua, el espejo, explica Drucaroff. Señala que son recurrentes en el libro, pero aparecen de manera sutil y constituyen otra forma en que las historias se enlazan. Indica que el espejo remite a Lacan y su teoría de que la mirada de otro, como la del padre o la madre, es la que primero nos da entidad como individuos. Y en este libro de Lojo, lleno de historias de padres, madres, hijos y secretos, la mirada especular resulta clave. La “novela” está compuesta por fragmentos que forman una totalidad que solo se puede armar cuando se termina de leer, es decir, cuando se le puede dar un sentido desde una mirada “otra”, externa y ordenadora.

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En esta línea, Drucaroff aventura tres posibles lecturas totalizadoras de esta obra: 1) la historia de una familia cuyas filiaciones están dislocadas por linajes bastardos, secretos oscuros celosamente guardados, traiciones individuales y debacles históricas; 2) el encadenamiento de mitos, a la manera de la tragedia griega, en una secuencia de actos de hybris, excesos o transgresiones, por el poder, el dinero, por someter y dominar, que encadenan a sus actores, porque les quitan libertades y los convierten en dañadores seriales; sin embargo, aparecen reparaciones, al menos, parciales; 3) la historia de la Argentina, como nación, desde sus inicios hasta la actualidad, con sus hitos: el conflicto de la frontera con el indio, las guerrillas y las dictaduras, el peronismo y el menemismo, entre otros.

En rigor, los episodios que se narran a lo largo del libro se encastran en estos tres planos simultáneos hasta mostrar un solo y gran mosaico. La significación trascendente de la prosa de Lojo está dada desde la voz poética que sostiene los relatos de principio a fin y hace interpretaciones de los sucesos en imágenes, casi metafísicas, que sobrevuelan la trama.

Historias mínimas en medio de la historia nacional

Por su parte, Basualdo pone en valor el privilegio de ser un lector que, además, es periodista cultural, con posibilidades de acceso a la palabra directa de los autores. Refuerza la idea de que María Rosa hace poesía en toda su literatura y observa que tiene la capacidad de contar una historia individual que se conecta con la de todos los lectores, y con la historia nacional, puesto que, desde su sensibilidad de autora, parece reponer algo que no estaba dicho para que la experiencia sensible del lector se complete. La historia está hecha de mujeres y de hombres muy particulares, y en ellos, se cifra la de todos. Basualdo comparte con los presentes tanto la nota que escribió sobre el nuevo libro como también su entrevista a la autora, ambos ya publicados.

La velada se cierra con el agradecimiento de la autora a ambos presentadores, su propia lectura de algunos pasajes del libro, un homenaje musical a cargo de su hijo mayor, Alfonso Beuter, que nos deleita con tres temas alusivos a la novela; finalmente, el brindis tradicional, en otro de los salones de la Botica.

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Por último, mi lectura silenciosa de Lo que hicieron ahí me lleva a hacer un recorrido por mi propio mapa mental de la obra de Lojo y sus grandes temas. Los relatos que nos hablan del conflicto con el indio y cómo era la vida en Tierra Adentro remiten especialmente a sus novelas Finisterre (2005) y La pasión de los nómades (1994). En esta última, aparece la saga celta del mago Merlín como parte de la tradición gallega de los antepasados de María Rosa, a la que se llega también cuando Justina, protagonista de varios relatos del nuevo libro, elige convertirse en “Ginebra” por traicionar a su esposo, Arturo.

Encuentro también conexiones con Todos éramos hijos (2014) en las historias relacionadas con la guerrilla y la dictadura. Además, varios de los relatos se ubican en la localidad fronteriza de Chivilcoy, que remite a Solo queda saltar (2019), la novela juvenil de Lojo. Asimismo, encontramos ciertos paralelismos entre Menem, el caudillo del siglo XX, y su antecedente decimonónico, Juan Manuel de Rosas, comparación que ya aparece en uno de los cuentos que conforman Historias ocultas en la Recoleta (2000), titulado “Ni el polvo de sus huesos”.

Otros guiños de la autora nos señalan su conocimiento sobre el culto a los santos populares, y nos recuerdan a su libro de cuentos Cuerpos resplandecientes (2007), en los episodios poscarcelarios de Miguel, otro protagonista del nuevo libro, en su renacer místico.

Todas estas conexiones y cruces forman parte, ahora, del trazado de relaciones que, como una hoja de ruta, acompaña la lectura de mis talleristas, que esa noche salieron de la Botica con su botín bajo el brazo. Invito a seguir las coordenadas que aquí dejo a quienes disfruten del desafío de este magnífico puzzle literario.

Quién es María Rosa Lojo

♦ Nació en Buenos Aires en 1954.

♦ Es poeta, narradora y ensayista.

♦ Entre sus libros se cuentan Bosque de Ojos, Historias del Cielo, Una mujer de fin de siglo y Todos éramos hijos.