El astrofísico y filósofo valenciano Juan Arnau es una de los más destacado referentes en España en estos campos, junto a nombres como Pablo d’Ors y Fernando Savater. Entre sus publicaciones cuenta con títulos como “Fundamentos de la vía media” (2004), “Antropología del budismo” (2007), “La fuga de Dios” (2017) e “Historia de la imaginación” (2020), entre otros.
Ha traducido del sánscrito las obras centrales del budismo, el “Bhagavadgita” (2016) y el “Upanisad” (2019). Especialista en filosofías orientales, ha ganado el Premio de la Crítica Valenciana y fue finalista del Premio Nacional de Ensayo con su libro “La mente diáfana” (2021).
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Profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Arnau ha publicado recién, de la mano del sello Galaxia Gutenberg, un libro en el que les ofrece a los lectores un modo de entender el mundo y las formas en que deberíamos habitarlo.
Al interior de “En la mente del mundo”, el autor español profundiza en diferentes asuntos que atañen a los vestigios del racionalismo, la matematización de la naturaleza, la moral universal, la lógica de la comprensión y el azar, entre otras cosas, con el ánimo de llamar la atención sobre aquellas estructuras de pensamiento que supieron dominar en algún tiempo y que parecen haberse agotado en un momento que parece preciso para pensar en alternativas, en nuevas culturas de la mente y un nuevo modo de entender el enigma de nuestra realidad.
Escrito con gran tino por el español, este ensayo da cuenta de la relación intrínseca entre observación y naturaleza, y las diferencias existentes entre la mente y la conciencia. Arnau distingue ambos conceptos con el fin de establecer que los fundamentos de lo real no son átomos o parte de alguna entelequia física o material, sino que corresponden a la percepción y el deseo. “El amor es la fuerza de lo real y la vida una erótica de la percepción”, sugiere.
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Se puede matematizar la naturaleza, sugiere Arnau, y desencantar el mundo, pero no por ello habremos de dejar de lado que, como lo creía Galileo, la naturaleza no habla necesariamente el lenguaje de las matemáticas.
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El español plantea que es necesario separar la actitud natural o científica de aquellas que se inclinan más por la imaginación, la mente, la percepción y el deseo, pues es la mente la que se constituye como auténtico sustrato de lo real y la percepción nos vincula de lleno con esa realidad. El mundo no será, entonces, hasta que lo creemos en nuestra mente.
Los lectores encontrarán aquí una serie de ideas que se remontan al paganismo griego e hindú, planteamientos de pensadores como Leibniz o Berkeley, la filosofía de la mente de William James, y las teorías cuánticas de Niels Böhr. Además, una magistral explicación del principio de complementariedad, y algunos de los métodos de investigación con que acogemos nuestra cotidianidad hoy por hoy.
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