Por malos pagos, falta de abrigos y hasta robos: el juicio que hizo un grupo indígena contra la Iglesia

Las demandas están expuestas en el Códice de San Salvador Huejotzingo, de 1571. Se trató de trabajadores que denunciaron al sacerdote que administraba el pueblo donde vivían. Lo acaba de comprar la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

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Una página en el interior del Códice de 1571 de San Salvador Huejotzingo. (EFE/ Octavio Guzmán)
Una página en el interior del Códice de 1571 de San Salvador Huejotzingo. (EFE/ Octavio Guzmán)

Malos pagos a los trabajadores, falta de abrigos de lana y robos de maíz. Son algunos de los abusos expuestos en un códice que acaba de adquirir la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y que muestra las denuncias de un pueblo nahua contra las autoridades al inicio de la colonización española de México.

Se trata del Códice de San Salvador Huejotzingo de 1571, que relata a lo largo de 96 páginas con textos y jeroglíficos el proceso judicial que emprendieron los indígenas contra el canónigo Alonso Jiménez, quien administraba en nombre de las autoridades españolas esta población ubicada en el actual estado mexicano de Puebla.

John Hessler, curador de Arqueología e Historia de Mesoamérica en la Biblioteca del Congreso, explicó a la agencia EFE que este códice es importante porque a diferencia de muchos otros está completo: contiene los testigos escritos en español, jeroglíficos en nahua y el veredicto del caso.

“Hay mucha información sobre cómo se les pagaba a los trabajadores indígenas, sobre su relación con la iglesia y el Estado, sobre cómo usaban el sistema judicial para proteger sus derechos... Nos ofrece una instantánea sobre la vida en una época en la que no hay muchas otras fuentes”, relató.

La acusación fue emprendida por un grupo de trabajadores indígenas que participaron en la construcción de la iglesia del pueblo.

Ante el incipiente sistema de justicia español, denunciaron que el clérigo no les pagó suficiente, les cobró por abrigos de lana que deberían ser gratuitas y les robó maíz, entre otros abusos.

El obispado de Ciudad de México envió a un investigador que vio justificadas las quejas, por lo que se inició un juicio que terminó de forma ambigua: Jiménez tuvo que resarcir el daño por algunos cargos y en otros fue absuelto.

Jeroglíficos. El Códice de 1571 de San Salvador Huejotzingo, uno de los seis manuscritos pictóricos existentes  que datan del siglo XVI. (EFE/ Octavio Guzmán)
Jeroglíficos. El Códice de 1571 de San Salvador Huejotzingo, uno de los seis manuscritos pictóricos existentes que datan del siglo XVI. (EFE/ Octavio Guzmán)

Hessler explicó que el sistema judicial del inicio de la colonización no solía ser justo, pero en este caso “vemos al menos al pueblo indígena tratando de defender sus derechos”.

Si bien el códice demuestra que las autoridades de Ciudad de México desconocían las tropelías de Jiménez, este y otros documentos demuestran que este tipo de abusos “eran bastante frecuentes” por parte de los gobernadores locales, añadió el curador.

En español y con jeroglíficos

El documento, redactado al menos por cuatro autores diferentes, combina hojas en papel europeo con papel indígena, textos en español y jeroglíficos nahuas de colores transcritos al alfabeto latino, planos de la iglesia, retratos de los denunciantes y dibujos de los pagos, entre otros elementos.

Este es uno de los seis únicos manuscritos pictóricos del siglo XVI en el centro de México que se conservan hoy en día, tres de los cuales forman parte de la colección de la Biblioteca del Congreso estadounidense, considerada la más grande del mundo.

Esta institución acaba de adquirir hace dos semanas el códice, que formaba parte de una colección privada en Suiza tras haber pasado por manos estadounidenses y francesas.

El documento está siendo catalogado por la Biblioteca y en las próximas semanas será digitalizado para que “esté disponible para el mundo” y lo puedan consultar los estudiosos del tema o cualquier persona interesada.

Académicos mexicanos han visitado recientemente la Biblioteca, ubicada en Washington, para consultar el manuscrito, reveló Hessler.

“Es importante para todo el continente porque se trata de una pieza desconocida de una colección privada que pasa a una institución pública para que cualquiera pueda consultarla”, añadió.

La institución estadounidense posee también el Códice Huexotzinco, adquirido en 1920, que narra una disputa legal entre el pueblo nahua y los colonizadores españoles, mientras que el Códice Quetzalecatzin fue adquirido en 2017 y muestra datos genealógicos y de propiedades familiares.

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