El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi rechazó un planteo para sacar al fiscal federal Eduardo Taiano de la investigación por presuntos delitos vinculados con la creación, lanzamiento y promoción de la criptomoneda $LIBRA.
El lanzamiento del criptoactivo derivó en un escándalo en febrero pasado, luego de ser promocionado por el presidente Javier Milei en su cuenta de la red social X.
El pedido fue del querellante Martín Romeo, con el patrocinio del abogado Nicolás Oszust, quien sostuvo que el titular de la Fiscalía Federal 8 había perdido la objetividad y que su actuación obstaculizaba el avance de la investigación.
Al rechazar el planteo, Martínez de Giorgi argumentó que “no se advierte que en el caso el representante del Ministerio Público haya dado señal alguna de pérdida de objetividad” y que lo que se le cuestionó en relación a cómo lleva la investigación “nada dice acerca de un fiscal alejado de las pautas que deben regir su actuación”, según la resolución a la que accedió Infobae.
Martínez De Giorgi diferenció la imparcialidad exigida a los jueces del principio de objetividad que rige la actuación de los fiscales. “No debe confundirse la neutralidad o imparcialidad que define el accionar de un juez con el principio de objetividad que rige la actuación del representante de la vindicta pública”, sostuvo.
En ese aspecto, advirtió que admitir una recusación como la planteada “equivaldría a considerar aceptable el desplazamiento de fiscales que hubieran expuesto un criterio que otra de las partes” estiman “adverso” a sus intereses. Y fue más allá: “Prácticamente, implicaría habilitar que la parte seleccione el fiscal y el juez que debe intervenir en el proceso”.
Los cuestionamientos al fiscal
La querella pidió apartar a Taiano por “diversos sucesos que permiten concluir que el fiscal no se encuentra dirigiendo la investigación en búsqueda de la verdad ni protegiendo los intereses generales de la sociedad”. Enumeró una serie de pedidos de prueba que, a su criterio, no fueron impulsados ni respondidos. Taiano tiene delegada la investigación que en un principio estuvo a cargo de la jueza federal María Servini pero luego pasó a Martínez De Giorgi.
Entre los principales cuestionamientos, el querellante Romeo señaló que el 25 de noviembre solicitó que se libraran oficios a todos los exchanges de criptomonedas para que informaran las billeteras virtuales vinculadas a dos personas investigadas, sin obtener respuesta. También indicó que el 14 de noviembre pidió allanamientos en domicilios donde “podría encontrarse prueba relevante de la maniobra investigada”, medida que —afirmó— nunca fue requerida por el fiscal.
Otro de los ejes del planteo fue la falta de avance en declaraciones testimoniales e indagatorias. La querella sostuvo que desde septiembre pidió la citación de testigos, sin que el fiscal se pronunciara. Para Romeo, esa inactividad evidenciaba una investigación “paralizada” y una pérdida del deber de objetividad.
Taiano rechazó apartarse y calificó los reclamos como un “descontento caprichoso” frente a medidas que, en esa etapa del proceso, no resultaban conducentes. “El rol de la querella es cooperar con la persecución penal, no entorpecer o dilatar el proceso con planteos infundados”, sostuvo en su descargo.
Los investigados
Entre los investigados están el creador de la criptomoneda, el estadounidense Hayden Mark Davis y los argentinos Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy. Estos dos últimos están imputados como presuntos nexos entre Milei y Davis, titular de la firma Kelsier Ventures, desarrolladora de $LIBRA.
La publicación del Presidente, según la denuncia, habría impulsado el valor del token hasta un alza del 1.200 por ciento. El precio descendió abruptamente poco después y la moneda virtual perdió casi la totalidad de su valor. Los perjudicados aseguran haber comprado la criptomoneda después de ver el posteo en X. También se investiga a la madre y hermana de Novelli, María Rafaele y María Pía Novelli, quienes acaban de designar abogado defensor. Ambas quedaron filmadas cuando supuestamente vaciaban cajas de seguridad de Novelli en un banco, apenas estalló el escándalo.