La justicia de Corrientes le otorgó la adopción de seis hermanos a dos mujeres de Santa Fe

El matrimonio se anotó en una convocatoria pública lanzada por un juzgado con la premisa de no separar a los menores

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Eliana y Elisa junto a sus hijos en el juzgado de familia a cargo de la jueza Carolina Macarrein (Gentileza: Poder Judicial de Corrientes)
Eliana y Elisa junto a sus hijos en el juzgado de familia a cargo de la jueza Carolina Macarrein (Gentileza: Poder Judicial de Corrientes)

La jueza de Familia, Niñez y Adolescencia N°4 de Corrientes Carolina Macarrein firmó la adopción plena de seis hermanos en favor de un matrimonio de santafecinas que soñaba con formar una familia y que, con ese fin, se anotaron en julio del año en la Convocatoria Pública adoptiva lanzada por el Juzgado para que ninguno de los menores se separara, tal como pedían ellos.

La historia entre los hermanos Juliana (10), Alejandra (8), Noelia (6), Cristian (5), Jeremías (4) y Camila (3) con Eliana (36) y Elisa (47) comenzó el 8 de julio del año pasado, cuando la pareja radicada en la pequeña localidad de Luis Palacios, a 30 kilómetros de Rosario, decidió completar un formulario para anotarse en la convocatoria iniciada por la jueza correntina con el fin de lograr la adopción conjunta de los menores.

Esta convocatoria había sido lanzada tras una búsqueda que tuvo dos pasos. Primero, el rastreo de familiares directos que pudieran asumir la responsabilidad del cuidado de los chicos. Después, ante la declaración de la situación de adoptabilidad de los menores, que pasaron a vivir en dos hogares distintos de Corrientes luego de haber sufrido diversas vulneraciones a sus derechos, se indagó también en el registro de postulantes de guarda adoptiva, pero ningún adoptante aceptó recibir a los seis niños juntos.

Desde entonces comenzó un proceso de meses que abarcó entrevistas y distintos contactos y acercamientos. Según publicó el Poder Judicial de Corrientes, en diciembre del año pasado la jueza Macarrein resolvió otorgarles a Elisa y Eliana, juntas hace más de 20 años, la guarda provisoria de los menores con el fin de evaluar su adaptación y evolución. Ese día viajaron todos juntos en auto desde Corrientes hasta Luis Palacios, en Santa Fe.

Al hablar sobre el momento en que decidieron anotarse a la convocatoria judicial, Eliana contó que una madrugada vio un video donde se hablaba de un proceso abierto donde había “seis hermanitos correntinos que no querían separarse”. Dijo que se inscribió de inmediato mientras Elisa dormía, a quien se lo comunicó la mañana siguiente. “La primera pregunta que surgió obviamente fue: ‘¿podremos con ello?’, porque lógicamente seis hijos es un montón para cualquiera”, comentó al sitio judicial de la provincia.

La jueza Carolina Macarrein, quien otorgó la adopción plena de los seis menores correntinos
La jueza Carolina Macarrein, quien otorgó la adopción plena de los seis menores correntinos

La pareja resaltó la ayuda que recibió por parte de sus familiares y amigos, junto al acompañamiento de todo un pueblo que albergó a los seis menores como “huéspedes de honor”. En ese marco también se alinean sus grupos “donde se milita adopción”, una suerte de red de apoyo con padres y madres adoptantes donde suele circular información y se brinda acompañamiento.

Elisa y Eliana vivieron en España, regresaron al país, se casaron y comenzaron a proyectar una familia. Por eso, según señalaron, con la guarda provisoria de los chicos pudieron celebrar juntos distintos “momentos especiales” como el 24 de diciembre a la noche. “El día de Navidad sus caritas eran indescriptibles, la felicidad, la magia, la esperanza con la que abrían sus regalos y lo queridos que se sentían se reflejaba en todo el rostro, no solo en sus sonrisas. Sus ojos hablaban”, confiaron las madres.

Otro suceso importante ocurrió cuando los hermanos correntinos “empezaron a decirnos mamá”. “Se nos derritió el corazón”, afirmaron ambas respecto a ese momento sin igual, donde cayeron en la cuenta que habían consolidado una familia de ocho integrantes.

“Hubo dos momentos muy complicados, el primero cuando nuestras hijas lloraron porque pensaron que íbamos a Corrientes a dejarlas y el otro fue a penas al llegar, cuando los más pequeños peleaban sin parar y se pegaban”, dijeron respecto de las vicisitudes de la crianza, aunque también agregaron: “Lo solucionamos sentándonos alrededor de la mesa durante dos horas y hablamos. Nunca más se trataron de esa manera”.

Llegado el primer día de clases, todo el pueblo ayudó para que a ninguno le faltara útiles, cuadernos, uniformes y mochilas. “Cami y Jere -estaban- súper felices en su jardín. Cristian empezó primer grado, lo que significó un gran cambio y Agustina, Lucía y Giuliana estaban nerviosas pero felices”, reseñaron las flamantes madres que recibieron la adopción de los chicos conforme al artículo 620 del Código Civil y Comercial de la Nación. Y precisaron: “En el colegio los contienen mucho y también a las mamás para que podamos llegar a todas reuniones y actividades”.

“Nos levantamos mucho antes, y es desayuno, almuerzo, merienda y cena para ocho, preparar 6 mochilas y enfriar seis platos en el ventilador, porque soplarlos es imposible. Bañarlos es toda una odisea y lo hacemos por turnos. Además, la primera semana casi no dormimos porque nos levantábamos para ver si estaban bien”, comentaron al respecto. Luego, sin titubear, aseveraron: “La vida nos cambió totalmente, pero de la forma más bonita”.

Por último, tras ser consultadas acerca de lo que anhelan respecto al futuro de sus hijos, tanto Elisa como Eliana confiaron que su deseo era que los chicos “recuperaran la sonrisa”, ya que “la vida para ellos no fue fácil”. “Queremos que sean niños felices para que el día de mañana sean buenas personas que puedan enseñar a otros que con el amor todo eso posible”, cerraron.

Luego de tres meses de convivencia provisional, la jueza de familia consideró esta semana que estaban acreditadas las condiciones legales para otorgar de forma efectiva la adopción plena de los seis chicos en favor del matrimonio. Ésta, de acuerdo al Código Civil y Comercial, confiere a los adoptados la condición y los derechos de un hijo y extingue -con excepciones- los vínculos jurídicos con la familia de origen.