La invención y fabricación del primer smartphone, entendido como un celular que permite realizar acciones más allá de una llamada de voz o mensaje de texto, data de principios de la década del ‘90.
Sin embargo, como suele suceder en el rubro tecnológico, cuando estos dispositivos innovadores se lanzan al mercado son muy pocos los que pueden adquirirlos. No es hasta que varias empresas comienzan a desarrollar sus propios equipos que el consumo se masifica.
Hoy en día, con más de 30 años de innovación y mejoras, esta tecnología se masificó y hasta es difícil imaginar una jornada laboral, un viaje o una reunión con amigos sin un celular en la mano.
Para tomar dimensión de esta expansión basta con observar el último informe disponible del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre el acceso y uso de tecnologías de la información y la comunicación, en cual se destaca que en la Argentina, 88 de cada 100 personas usan teléfono celular y 87 de cada 100 utilizan internet.
Pero el acceso a esta tecnología es solo una parte de la ecuación, ya que se requiere además una gama importante de conocimientos para poder utilizarlos correctamente.
Sobre este punto hay una empresa que viene trabajando en hacer que la conectividad sea cada vez más inclusiva, invirtiendo en educación para mejorar las competencias digitales y cerrando así las brechas de desigualdad social.
Esta firma es la multinacional Telefónica Movistar, quien formó parte de la última edición de Infobae Talks: triple impacto y dio a conocer su “Pacto Digital”, una propuesta de articulación público-privada que crea un camino más justo, inclusivo y sostenible, en donde las personas están en el centro de la escena y son quienes dan sentido a la tecnología.
En ese marco, Alejandro Lastra, director de Asuntos Públicos y Regulación Telefónica Movistar Argentina, explicó que hoy en día todos tienen mucha tecnología en sus manos, pero que hay que ocuparse para que ninguna persona quede atrás.
“Este ‘Pacto Digital’ busca cerrar las brechas sociales, invertir en educación y capacitación digital, crear mecanismos para que las redes lleguen a todas las personas y lugares, y tiene que ver también con la seguridad en el mundo digital. Si no hay seguridad, las personas no pueden confiar en estas tecnologías”, detalló Lastra.
“Las redes de telecomunicaciones tienen un impacto tremendo en el desarrollo económico y social, y también en bajar la huella de carbono, haciendo mucho más eficiente el uso de energía”, amplió.
Lastra informó además que de la mano de la digitalización, la empresa está comprometida con una estrategia de triple impacto, donde no sólo miran la rentabilidad, sino que buscan armonizar ese objetivo con una mirada social y el cuidado del medio ambiente.
“Fundación Telefónica tiene un rol fundamental en cultura digital, educación y con capacidades digitales. Tenemos programas gratuitos en los cuales educamos y llevamos la tecnología a docentes, familia y alumnos, o sea, a toda la comunidad educativa”, afirmó Lastra.
Cabe destacar que la Fundación Telefónica Movistar es la entidad sin fines de lucro que canaliza todas las iniciativas sociales de la empresa, donde se trabaja en diferentes aspectos como el educativo, implementando modelos pedagógicos; en la empleabilidad, desarrollando habilidades y competencias de jóvenes y adultos; y culturales, promoviendo el adecuado uso de la tecnología a través de espacios de reflexión, aprendizaje y diálogo, entre otros.
“Hacemos capacitaciones para adultos, que tienen que reconvertirse y aprender nuevas habilidades en el mundo digital y tenemos 17 programas completos y gratuitos que están en la página de la Fundación”, indicó.
Otro de los proyectos de Movistar que sostienen su visión de triple impacto es la implementación de un nuevo sello denominado Eco Rating, un sistema de etiquetado que fomenta el consumo responsable de dispositivos móviles.
A través de este sistema de puntaje, cada cliente tiene información precisa sobre el impacto medioambiental de un dispositivo.
“El sello marca cuán amigable es con el medioambiente un celular determinado, teniendo en cuenta los materiales con los que está compuesto, la reciclabilidad y demás dimensiones”, finalizó.