Dos helicópteros colisionaron en el aire este domingo en Nueva Jersey, en un incidente que dejó un piloto muerto y otro gravemente herido, según confirmaron autoridades federales y locales, en un nuevo episodio que vuelve a poner el foco sobre la seguridad en operaciones de aviación ligera en Estados Unidos.
El jefe de Policía de Hammonton, Kevin Friel, informó que los servicios de emergencia recibieron el aviso del accidente alrededor de las 11:25 de la mañana. Al llegar al lugar, agentes policiales y bomberos encontraron uno de los helicópteros envuelto en llamas, que fueron extinguidas poco después. El choque ocurrió en las inmediaciones del aeropuerto municipal de Hammonton, en el sur del estado.
La Federal Aviation Administration (FAA) precisó que se trató de una colisión en pleno vuelo entre dos helicópteros Enstrom: un modelo F-28A y un 280C. En cada aeronave viajaba únicamente el piloto. Uno de ellos murió en el lugar, mientras que el otro fue trasladado a un hospital cercano con heridas que las autoridades calificaron como potencialmente mortales.
Imágenes difundidas desde el lugar del siniestro muestran a uno de los helicópteros girando de manera descontrolada antes de impactar contra el suelo, una secuencia que suele asociarse a la pérdida total de control tras una colisión en el aire, según expertos en seguridad aérea.
Hammonton es una localidad de unos 15.000 habitantes ubicada en el condado de Atlantic, a unos 56 kilómetros al sureste de Filadelfia. La zona es conocida por su tradición agrícola y por su cercanía a los Pine Barrens, una extensa región boscosa que combina áreas protegidas con pequeños aeródromos y pistas de aviación general.
El accidente será investigado por la National Transportation Safety Board (NTSB), con apoyo técnico de la FAA. En Estados Unidos, la NTSB es la agencia encargada de determinar las causas probables de los accidentes aéreos, mientras que la FAA se ocupa de la regulación y supervisión de la seguridad operacional.
Las colisiones en el aire son eventos poco frecuentes, pero especialmente peligrosos en la aviación general y en operaciones de helicópteros, que suelen realizar maniobras a baja altura y en espacios aéreos compartidos. De acuerdo con datos históricos de la NTSB, este tipo de accidentes suele estar vinculado a factores como errores de coordinación, limitaciones de visibilidad, fallas en la comunicación por radio o problemas de conciencia situacional entre los pilotos.
Los helicópteros Enstrom involucrados en el choque son modelos ligeros utilizados habitualmente para entrenamiento, vuelos recreativos y tareas de observación. La empresa Enstrom Helicopter Corporation, con sede en Michigan, ha fabricado durante décadas aeronaves de este tipo, ampliamente presentes en aeródromos pequeños y escuelas de vuelo en todo el país.
En investigaciones previas de choques similares, la NTSB ha puesto énfasis en la importancia de los procedimientos de tráfico en aeropuertos no controlados, donde no hay torres de control permanentes y la separación entre aeronaves depende en gran medida de la comunicación entre pilotos y del cumplimiento estricto de las normas de aproximación y despegue.
Las autoridades no han informado aún si el aeropuerto municipal de Hammonton operaba bajo condiciones normales al momento del accidente ni si había otros vuelos en curso. La investigación preliminar se centrará en reconstruir las trayectorias de ambas aeronaves, analizar grabaciones de radio, condiciones meteorológicas y el estado técnico de los helicópteros.
Mientras avanzan las pericias, el siniestro vuelve a subrayar los riesgos inherentes a la aviación ligera en Estados Unidos, un sector con miles de vuelos diarios fuera de los grandes aeropuertos comerciales y donde la seguridad depende, en gran medida, de la disciplina operacional y la vigilancia constante en el espacio aéreo compartido.