Los éxitos del Real Madrid durante la última década no podrían entenderse sin Luka Modric y Toni Kroos. Piezas clave en el centro del campo de los blancos desde su llegada, protagonizan la gran incógnita del club de cara a la planificación de la próxima temporada. La edad empieza a apretar (el croata tiene 38; el alemán, 34) y jóvenes como Arda Güler vienen pisando fuerte en el equipo. Aunque la decisión sobre su continuidad todavía no va a llegar, la afición se prepara para un momento inevitablemente doloroso y pidió a ambos que se queden durante la celebración del título liguero. Algo que será imposible a todas luces: todo parece indicar que sólo uno podrá seguir. E incluso cabe la posibilidad de que no lo haga ninguno.
En lo que va de curso 23-24, Kroos acumula 2.938 minutos, repartidos en 46 partidos en los que ha repartido nueve asistencias y ha marcado un gol. Por su parte, Modric ha jugado 2.137 minutos, con ocho asistencias y dos goles en 43 choques. Eso sí, el jugador balcánico ha tenido que acostumbrarse a salir desde el banquillo. Un rol complicado para él en un primer momento, pero que acabó aceptando y en el que en última instancia ha sabido moverse como pez en el agua.
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“No es momento para hablar de eso. Quiero terminar bien la temporada, ojalá venir otra vez aquí el 2 de junio (a Cibeles) y al final veremos qué pasa”, dijo Modric el domingo. “He encontrado en Madrid una casa fuera de Alemania. Estoy muy cómodo aquí, hay mucha gente que me quiere y me hace feliz”, comentó Kroos en declaraciones a Mahou. “Tienen que seguir”, ha llegado a afirmar su entrenador, Carlo Ancelotti. Pero que los dos futbolistas sigan encajando en la ecuación madridista ya no tiene el sentido de antaño. Una vez despejada la incógnita de la Decimoquinta Champions, habrá llegado la hora de empezar a hacer lo propio con la de estos mitos vivientes del Madrid.
Modric, más fuera que dentro
A día de hoy, a quien más lejos se ve de la capital española es a Modric. Relevo informó en las últimas horas de que no se contempla ofrecerle seguir, a pesar de que al jugador le gustaría que así fuera. Al menos, una campaña más. La parte económica es importante, por mucho que se le bajase el sueldo. Sobre todo, por el desembolso que se va a efectuar si Kylian Mbappé acaba jugando finalmente como local en el Santiago Bernabéu.
Eso sí, podría darse la circunstancia de que Modric sí siguiera en el Madrid, aceptando el paso a un lado deportivo que ya se ha visto estos meses y también una reducción de su ficha. Esto pasa por la retirada de Kroos, ya que se dice que no jugaría para otro conjunto si dejase de vestir la camiseta blanca. No obstante, los rumores apuntan igualmente que el germano podría estirar el chicle un año más. Algo que, de producirse, implicaría el ‘no’ a su compañero en la medular.
Sería así porque Kroos ha tenido mayor trascendencia en el esquema de juego de Ancelotti. Además, no está claro que fuese a llevar la suplencia como ha acabado haciéndolo Modric. Este último sí querría continuar en activo en el caso de que se quede sin sitio en el Madrid. Un escenario que puede darse: hay más savia nueva con ganas de adquirir relevancia (Tchouaméni y Camavinga, por ejemplo), Bellingham haría más labores de sala de máquinas con el fichaje de Mbappé, Ceballos se ha merecido contar en mayor medida…
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Levantar la sexta Copa de Europa de sus carreras es lo prioritario para Luka Modric y Toni Kroos, a dos semanas de jugársela en Wembley. Cuando la competición llegue a su fin, se estará en disposición de hablar. Uno y otro han dado motivos para que la confianza en ellos no se resienta, pero habrá que decidir al respecto. Y, como siempre, no lloverá a gusto de todos.