Golpe al primer laboratorio de cocaína del cartel de los Balcanes, nuevos amos del negocio

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Madrid, 24 may (EFE).- La Policía Nacional ha desmantelado el primer macro laboratorio de procesamiento de cocaína liderado por las mafias de narcotraficantes de países del Este o cartel de los Balcanes que desde hace cinco años acaparan el tráfico de esta sustancia en Europa y que habían dado el salto a producir en España.

De hecho tenían previsto obtener desde este laboratorio situado en un chalé próximo a Cambrils (Tarragona) entre 400 y 600 kilos de cocaína de gran pureza.

Los ocho integrantes de este cartel fueron detenidas el pasado martes y se encuentran ya en prisión por orden del juzgado de instrucción número 3 de Reus en el marco de esta operación bautizada como Korab y de la que este viernes ha dado cuenta Alejandro Martín-Blas Aranda, el jefe policial de la Unidad de Drogas Sintéticas y Precursores de la Policía Nacional, junto al responsable de la Sección de Drogas de la Jefatura de Cataluña.

Martín-Blas ha resaltado este importante golpe asestado por primera vez en España a un laboratorio de procesamiento de clorhidrato de cocaína dirigido por una célula del cartel de los Balcanes y que, en este caso, dirigían dos ciudadanos albaneses que habían subcontratado a dos colombianos, llegados recientemente a nuestro país, para cocinar la sustancia y en unos 20 días regresar a Colombia con la mercancía lista para su venta.

Aunque los investigadores tratan de averiguar cómo y cuándo llegó la cocaína, lo descubierto en este laboratorio situado en un chalé de una zona rural muy próxima a Cambrils (Tarragona) constata que la droga venía impregnada en un material similar al yeso y que se denomina terraplast angular.

En total, se han intervenido 1.000 kilos de este yeso con droga impregnada y que estaba contenida en unos recipientes de plástico que no son los originales. De esta cantidad, los agentes calculan que la célula del cartel de los Balcanes tenía previsto producir entre 400 y 600 kilos de cocaína.

Antes de la entrada de unos 30 policías, muchos de ellos de las unidades especializadas en asaltos, los 'cocineros' colombianos habían conseguido completar el proceso de 25 kilos lista para la venta y ya en "ladrillos" y otros 30 en proceso de secado.

Contaban con 6.000 litros de precursores, necesarios para "filtrar" del yeso la pasta base de cocaína con distintas máquinas, desde la más manual a una especie de cilindro metálico hallado que permitía agilizar el proceso que, en el argot, se llama "romper el candado".

Posteriormente, con la sustancia ya extraída, comenzaban el secado en ocho microondas o al aire libre hasta lograr el polvo que luego prensaban y convertían en el denominado 'ladrillo' de cocaína que, tras ponerle su correspondiente logo, envolvían en cinta aislante e introducían en globos negros como si se tratara de una mercancía proveniente de Colombia y no producida en Europa.

La pureza de la cocaína extraída era muy alta, en torno al 98 por ciento, ha detallado el responsable policial, antes de explicar que este modus operandi de instalar en Europa laboratorios de extracción de cocaína permite a las organizaciones asumir menos riesgos, ya que la sustancia contaminada es difícilmente de detectar en controles.

Es la primera vez que la Policía tumba un laboratorio de este tipo liberado por el cartel de los Balcanes, que desde hace cinco años han desplazado a narcotraficantes colombianos y mexicanos en el tráfico de drogas en Europa, tras hacerse también hace más años con el cuasi "monopolio" del tráfico de marihuana.

De hecho, en el registro se han hallado también 52 kilos de marihuana presuntamente producida en el lugar y que los investigadores sospechan que actualmente sirve a este tipo de narcotraficantes para financiar el tráfico de cocaína.

El cartel de los Balcanes está integrado por muchas células independientes compuestas por ciudadanos albaneses, serbios o croatas, algunos de ellos incluso exmilitares.

Han conseguido sin necesidad de aliarse con los grandes narcos de Colombia negociar directamente con el productor colombiano y ofrecerle mejores precios por su materia prima que en destino está a precios no muy elevados comparado con hace años.

Un kilo ya en un país europeo puede rondar los 18.000 o 20.000 euros.

Los responsables policiales señalan que si además consiguen producir en España como en este caso querían hacer, estos nuevos "reyes" del tráfico de cocaína asumen menos riesgos y obtienen más beneficios. EFE

lca/oli

(foto)

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