Xavi Torres: "La inclusión hay que practicarla"

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Susana López Lamata

Palma, 15 may (EFE).- El nadador mallorquín Xavi Torres se despidió hace unos días del equipo paralímpico español con un palmarés irrepetible que incluye 16 medallas en Juegos Paralímpicos, pero, a un mes de cumplir 50 años, espera que su legado también brille por haber derribado barreras para las personas con discapacidad. "La inclusión hay que practicarla", explica a EFE en una entrevista.

- ¿Cómo ha vivido la despedida del equipo paralímpico español?

- Si hubiera escrito un guion, no habría sido tan perfecto. Quería compartirlo primero con ellos, con alguno de los entrenadores que estaban allí, con los que he pasado más de 20 años juntos. Y me dieron una sorpresa con pancartas en la grada. Levanté la cabeza y al verles allí fue una gran alegría porque además había muchos de los nadadores a los que he preparado yo de pequeños. Fue una mezcla de sentimientos muy fuerte y a la vez muy bonita.

- ¿Le queda la espina de no estar en los Juegos de París?

- No me queda ninguna espinita porque me puedo dar por más que satisfecho con todo lo que me he llevado. Estar en Tokio hace 3 años ya fue un regalo extra. No tenía en mente, ni en el cuerpo, preparar los Juegos de París. Además voy a París aunque no a competir. Tengo ganas de ver los Juegos desde fuera, sin los nervios y la tensión de ser competidor, que a veces no te deja saborear los pequeños detalles de un evento tan bonito y tan importante.

- De los cinco Juegos Olímpicos ¿cuáles son los mejores en los que ha estado?

- Ahora me doy cuenta de la importancia de tener unos Juegos en Barcelona, aquí al lado. En ese momento no le daba tanta importancia, pero me doy cuenta de que es un evento que difícilmente volveremos a tener tan cerca. Eso ayudó a que mis padres, mis hermanos, toda mi familia y mis amigos estuvieran en la grada y compartir con tu gente eso, es algo único. Fue la primera vez que yo nadé con mucho público. Les tengo mucho cariño a los de Sídney, por el resultado deportivo. La responsabilidad que tenía en Sídney era grande. Me pasaba que la primera opción de medalla del equipo español, durante muchos años, era yo, y entonces iba todo el mundo: la reina, el secretario de no se qué, el presidente de no sé cuántos, toda la prensa... Era un poco joven y descerebrado y no le daba mucha importancia, pero tenía presente esa pequeña losa, y al final lo solventamos bien.

- ¿Tiene en mente retos como las 24 horas seguidas de natación que hizo en Son Hugo en 2002?

- Algo así, tan grande no. Voy a cumplir 50 años el mes que viene y el cuerpo manda mucho en estos esfuerzos. Estas cosas son especiales en un momento y con un motivo, que entonces era dar visibilidad y ayudar a las personas que tienen fibrosis quística, una enfermedad del sistema respiratorio, y hacerlo con una actividad que requiere respirar mucho como es nadar. Creo que mucha gente pensó que no iba a poder. Los retos a veces tienen valor no solamente por conseguirlos, sino por ser valiente en el intento.

- ¿Cómo ha sido compartir carrera con otra leyenda de la natación paralímpica como Teresa Perales?

- Tengo la suerte de tener a Teresa como amiga; ella representa tan bien todos los valores de nuestro deporte y del mundo de las personas con discapacidad. Es ejemplar. Tenemos inquietudes muy comunes, muchas fuera del mundo del deporte. Tener alguien cerca así, te da la vida y tengo esa suerte.

- Ha compartido en los últimos años competiciones y entrenamientos con jóvenes nadadores. ¿Qué legado deja?

- Como nadador, el hecho de que los niños con discapacidad tengan la oportunidad de hacer deporte y no como yo de pequeño, que casi íbamos derribando barreras en aquel momento. Ahora, no es que sea fácil, pero hay menos dificultades, afortunadamente. Espero que este lugar donde estamos (el Espai Xavi Torres) se convierta en un 'foquito' más de ese trabajo necesario y justo que es que todos nos queramos por lo que somos y nos respetemos.

Hace dos años que el nadador palmesano puso en marcha en su ciudad el Espai Xavi Torres, junto a la Fundación Mallorca Integra, que desarrolla proyectos de ocio y deporte adaptado para personas con discapacidad, de manera recreativa y como elemento de cohesión social, entre otros. Allí recibe a grupos escolares para mostrarles su trofeos, fotos de su carrera y de sus logros en el deporte y en la vida. El curso pasado recibió a 1.700 alumnos y este año va por 1.300.

- ¿Cuál es el objetivo de las charlas del Espai Xavi Torres?

- Para los niños que no tienen una discapacidad o que no tienen una condición que les limite en algún momento, que sea una fuente de aprendizaje; y para los que sí la tienen, que les ayude a ser valientes y atreverse a enfrentarte a la vida incluso cuando la vida te pone dificultades. Los niños que vienen me preguntan de todo y yo creo que la manera de romper barreras es que no te quedes pensando si esto se puede o no se puede o cómo será. Lo cuentas, y se quedan tranquilos.

- ¿Qué le preguntan?

- De todo. Una cosa que me preguntan mucho y que me gusta que me pregunten es sobre el 'bullying'. De pequeño yo tenía mucho genio y carácter y no fui objeto de ese 'bullying', pero era un candidato ideal. No me ocurrió por ser como era y porque mis padres me habían hecho un poco así, pero perfiles como el mío... El 'bullying' es todo lo contrario al respeto a la diversidad, y por eso nos encaja mucho.

- Con la labor de visibilización de la discapacidad que ha realizado y la evolución que ha habido, ¿qué barreras quedan por derribar?

- Queda por hacer. La educación creo que es un punto esencial. Se habla de la inclusión, pero la inclusión hay que practicarla. Yo, las políticas del bien queda... eso de 'qué bien queda que los niños estén todos juntos, qué bien queda que puedan hacer esto'. Cada niño y cada niña necesita cosas específicas para poder llegar a alcanzar su mejor desarrollo y ahora mismo hay muchos centros educativos que han asumido una cantidad de alumnos importante, con unas necesidades que con los recursos de ese centro no están cubiertas, y eso al final carga todo a la espalda del profesor o profesora de turno, que pueda y esté suficientemente motivado y formado para que ese niño pueda alcanzar ese desarrollo. Creo que ahí, todavía nos queda bastante por mejorar.

- ¿Seguirá ligado a la natación o se ve más en la formación?

- El deporte es un vínculo del que no puedo desengancharme. Voy a seguir nadando porque lo necesito por salud física y mental. Ese vínculo lo voy a tener siempre. Yo tuve gente que me acompañó en mi camino, me ayudó y me aconsejó en los momentos buenos y menos buenos, y creo que no puede haber nada más bonito que conseguir acompañar a alguien en ese camino. Algo tendré ahí.

- Aún le quedan algunas pruebas, pero ¿qué tal lleva ir alejándose de la alta competición?

- Lo llevo bien. Es más difícil cuando toda tu vida es el deporte, pero cuanto tu vida son más cosas y tienes un plan B, es más fácil. Yo he sido siempre una persona inquieta y un deportista atípico, con actividades en la comunicación, nunca dejé de trabajar en otras cosas y de tener inquietudes como este Espai. También sigo estudiando y ahora podré hacerlo con menos prisa. Es una parte que se acaba pero tengo una vida bastante llena y que se acabe la natación de competición no la vacía. EFE

sll/og

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