"Una parte de este país estará estupefacta", dice Luis Mateo Díez sobre Pedro Sánchez

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Madrid, 29 abr (EFE).- "Supongo que una parte de este país estará estupefacta", ha asegurado este lunes el escritor Luis Mateo Díez, Premio Cervantes, sobre la decisión de continuar al frente del ejecutivo anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha expresado su "descrédito" por las ideologías.

Así lo ha indicado Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) en un encuentro con periodistas para presentar su última novela, "El amo de la pista", publicada por Alfaguara, pocos días después de recibir en Alcalá de Henares el Premio Cervantes de manos del rey en una ceremonia a la que asistió el presidente del Gobierno, en un ambiente, ha recordado, "amable y cariñoso".

Y aunque asegura habitar en la ficción y en sus novelas agrega: "Vivo, claro, vivo en un mundo, en un país, donde hay muchos elementos para estar intranquilo y a veces estupefacto".

Y sostiene que su descrédito "de las creencias y de las ideologías, es total y absoluto".

Todavía con "resaca" de los actos que ha protagonizado la pasada semana por la entrega del Premio Cervantes, que han sido "intensos y gratificantes", dice que lo normal es que ahora vuelva el sosiego y la tranquilidad, se rebajen las emociones y todo vuela a su sitio.

Su nueva novela es, como el resto de su literatura, poco realista, aunque reconoce que a pesar de ello puede tener lecturas metafóricas o simbólicas, incluso de su título, "El amo de la pista".

"Vivimos en un mundo donde hay muchos amos de la pista. La pista es variable, a veces es demasiado de circo, otras veces es una pista de carretera por la que hay gente que se desliza a más velocidad de la debida. Y puede que quien lea la novela con segundas, que no está escrita con eso, vea algunas pistas inquietantes", asegura.

Esta novela vuelve a estar ambientada en un territorio imaginario del que es propietario, dice, donde hay personajes que trabajan para él: "Yo entro allí y hago una novela y no tengo que esperar a que se me ocurra lo siguiente. Hay una consigna en la estación y unos cuantos personajes que están sentados y me piden entrar en el tren, les expendo el billete, me monto con ellos y ya hay una novela".

Un territorio con gente común, "donde abunda la orfandad. Son seres frágiles, tienen una vida interior fuerte, un poco de frustración vital. Viven sin ir más allá de a la vuelta de la esquina y son luchadores por su existencia".

El Premio Cervantes ha indicado que en la actualidad hay un exceso de realidad que solo es posible de paliar reactivando la imaginación, que en su mayor parte está en el arte. Y la vida sin arte "sin ver 'Las Meninas', no es tan importante". EFE

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