El waterpolo femenino español, con tres equipos catalanes, en una fase final histórica

Francisco Ávila

Barcelona, 19 abr (EFE).- La elite mundial del waterpolo femenino, con la excepción de las jugadoras estadounidenses, se dará cita este próximo fin de semana en Barcelona, con la disputa de la fase final de la Liga de Campeones y que por primera vez en la historia reunirá a tres equipos de un mismo país (Sabadell, Mataró y Sant Andreu), con Olympiacos completando el elenco.

En la pileta del CN Barcelona, que acogerá la competición, estarán los tres primeros de Liga Española, además del campeón griego, Olympiacos, uno de los grandes clásicos del waterpolo continental.

La magnitud de la competición se entiende con el número de jugadoras internacionales que participarán, hasta 28 en los diferentes equipos y de diferentes nacionalidades.

El programa lo abrirá el sábado el CN Sant Andreu ante el Sabadell (12:00 CET). El Sabadell, el equipo de David Palma, es el defensor del título, conquistado la pasada temporada en su piscina de can Llong.

Las vallesanas aspiran a sumar su séptimo título y son, tras el Orizzonte Catania (8), el equipo más laureado. En la pasada edición derrotaron al Mataró, otro de los participantes en la fase final, por un mínimo 9-8.

De su primer título han pasado trece años (2010-11) y son el único equipo catalán en levantar el máximo cetro continental. Entrenado por David Palma, el Sabadell es una selección mundial.

Tiene a cinco jugadoras de la selección española: Laura Ester, Paula Leitón, Maica García, Judith Forca y Bea Ortiz; además de las holandesas Sabina van der Sloot y Maartje Keuning, que fueron campeonas del Mundo el año pasado, y de la italiana Sofia Giustini.

Enfrente tendrán a las andresenses, el equipo del popular barrio barcelonés, que son la revelación del concierto continental, un equipo joven, entrenado por Javier Aznar, y con cinco jugadoras internacionales españolas además de la israelí Maria Bogachenko.

La columna vertebral la forman la meta Martina Terré, que es la portera titular de la selección española, así como Elena y Ariadna Ruiz, Nona Pérez y Paula Crespí. Las barcelonesas son las líderes de la Liga Española con solo un tropiezo en diecinueve partidos, un encuentro perdido a los penaltis en la piscina del Mataró.

En la segunda semifinal se medirán el Mataró ante Olympiacos. Las del Maresme, entrenadas por Dani Ballart, vuelven a estar en una fase final por segundo año consecutivo. Tuvieron el título en su mano, a pesar de jugar en Sabadell, pero se les escapó por detalles, después de una parada de Laura Ester que impidió que el partido se decidiera desde el punto de penalti.

Ahora vuelven con ánimos renovados y una plantilla también de primerísimo nivel, con la húngara Rita Keszthelyi como principal argumento, y una temible batería de holandesas, desde la meta Laura Aarts hasta Simone van de Kraats o Vivian Sevenich.

En sus filas están las internacionales españolas Anna Espar y Cristina Nogué, así como la italiana Silvia Avegno. Su rival será Olympiacos, un clásico europeo con tres títulos de la máxima competición en sus vitrinas.

Está entrenado por Dimitrios Kravaritis y cuenta con siete jugadoras internacionales, que se midieron a España -y perdieron- en la final de consolación del último Mundial de Doha.

Así las griegas cuentan con la meta Ioanna Stamatopoulo, además de las hermanas Plevritou (Eleftheria, Margarita y Vassiliki). Eleni Zenaki, Nikoleta Eleftheriadou y Maria Myriokefalitaki son las otras jugadoras internacionales.

En el histórico de la Champions femenina, una competición que data de la temporada 1987-88, los equipos italianos son dominadores con diez títulos: 8 del Catania, otro del ProRecco y uno más del Florencia; por delante de Holanda con 7 (Nereus y Gouda, con tres cada uno; y Brandenburg, con uno) y de Grecia, también con siete: Olympiacos (3), Voulligameni (2) y Glyfada (2)

Los seis títulos del Sabadell sitúan a España en cuarta posición, por delante de Rusia (4): dos del Skif MFP Moscú y otros dos del Kinef Kirisihi; y del título logrado por el Szentesi húngaro. EFE

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