El príncipe Harry y Meghan Markle han vuelto a perder a una de las personas más importantes de su equipo de trabajadores. Meredith Maines, directora de comunicación de la pareja, ha presentado su dimisión tras menos de un año en el cargo.
En un comunicado remitido a la prensa, Meredith Maines ha valorado su etapa al frente de la comunicación de los Sussex: “Después de un año de trabajo inspirador con el príncipe Harry y Meghan, duque y duquesa de Sussex y Archewell, buscaré una nueva oportunidad en 2026. Tengo el máximo agradecimiento y respeto por la pareja y el equipo, y por el bien que están haciendo en el mundo”.
Por su parte, un portavoz de los duques ha agradecido la labor de Maines y la colaboración de Method Communications, consultora externa: “Meredith Maines y Method Communications han concluido su trabajo con los duques de Sussex. Los duques están agradecidos por su contribución y les desean lo mejor”.
Con esta renuncia, adelantada por People, Maines se convierte en la undécima responsable que abandona el equipo de los Sussex desde 2020, una inestabilidad que pone en jaque la gestión de la imagen pública del matrimonio.
La salida de Maines, que se produjo poco antes de las fiestas navideñas, responde directamente a la presión sobre el equipo de comunicación de Harry y Meghan, sometido a un escrutinio constante tanto por los medios internacionales como por la propia familia real británica. Desde su traslado a Estados Unidos y su desvinculación de la monarquía en 2020, Harry y Meghan han tratado de consolidar una imagen propia, centrada en proyectos audiovisuales, iniciativas solidarias y acuerdos comerciales. Sin embargo, la sucesión de dimisiones en la jefatura de comunicación y la dificultad para mantener un equipo estable han obstaculizado los intentos de reformular su posicionamiento ante el público.
El detonante inmediato para la dimisión ha sido la gestión de la última crisis: la asistencia de los Sussex a la fiesta por el 70 cumpleaños de Kris Jenner en Beverly Hills el 8 de noviembre. Harry y Meghan acudieron como invitados al evento, que reunió a personalidades como Kim Kardashian, Beyoncé, Jay-Z, Bill Gates, Paris Hilton, Tyler Perry y Mark Zuckerberg. Tras la celebración, Jenner y Kim Kardashian publicaron en redes sociales fotografías con los Sussex. El conflicto surgió al retirarse posteriormente estas imágenes.
Tras la polémica desaparición de las fotos, se lanzaron diferentes versiones sobre el origen de la decisión de eliminarlas. Algunas fuentes sostienen que fue a instancias de la familia real británica por considerar inadecuado que los Sussex posaran en un evento de tal perfil social en un momento de posible acercamiento familiar; otras apuntan al malestar del propio clan Kardashian, incómodo porque Harry y Meghan habrían “eclipsado” la celebración. La responsabilidad de Maines en la gestión de este incidente se ha señalado como decisiva en su renuncia, debido a la presión acumulada.
Crisis en la comunicación de los Sussex
La renuncia de Maines no constituye un caso aislado, sino la última expresión de una profunda crisis de comunicación que afecta a Harry y Meghan desde su salida de la familia real británica y su mudanza a Estados Unidos en 2020. La elevada rotación en este departamento incluye a Emily Robinson (quien ocupó el cargo entre junio y octubre de 2025), Ashley Hansen, Josh Kettler, Kyle Boulia, Charlie Gipson, Toya Holness, Christine Schirmer, Miranda Barbot y Deesha Tank. Solo en el último año, al menos tres responsables —incluidos Gipson y Boulia— han dejado el equipo.
En cuanto a las consultoras implicadas, Method Communications ha sido la última firma externa en participar en la estrategia de comunicación de los Sussex. Fuentes consultadas por People han destacado que la elección de Maines y de Method generó “cierta sorpresa en el sector por su fuerte perfil tecnológico, comunicación de consumo y capital riesgo”, apartándose de la tradición de aliados especializados en causas sociales o imagen institucional.
La continuidad de la crisis se refleja en episodios recientes que han puesto a prueba la resistencia del equipo de comunicación, como la polémica asociada a la visita de Meghan a la Semana de la Moda de París en octubre, que generó comparaciones con Lady Di. La gestión de la imagen pública se ha visto dificultada por estas circunstancias y por la permanente presión mediática.