Las personas con ojos hundidos a menudo buscan alternativas para lograr una mirada más luminosa y profunda, superando las sombras naturales que pueden sugerir fatiga.
Ante esta necesidad estética, Maybelline España ha difundido en su sitio web una guía paso a paso de maquillaje específico para ojos hundidos.
El objetivo es transformar dicho rasgo en un punto destacado del rostro a través de técnicas adaptadas y productos concretos.
Paso a paso para transformar los ojos hundidos
- Preparar el párpado
Alistar el párpado y el contorno ocular con un corrector, esto contribuye a fijar las sombras durante más tiempo y neutralizar, facilitando una base idónea para el resto del maquillaje.
- Evitar tonos negros o grises
Se recomienda elegir sombras oscuras con matices vivos, como morado, marrón o granate, que deben limitarse a la cuenca y el ángulo externo del ojo. La técnica de difuminado, llevada hacia la sien, suaviza el contraste y genera una transición natural.
- Colores brillantes para el párpado móvil
Es importante priorizar sombras en tonos claros y brillantes para aportar luz y conseguir el efecto de un “ojo más abierto”. Es importante limitar los colores oscuros a la cuenca, evitando cubrir la totalidad del párpado con estos matices.
El papel que juegan las cejas para conseguir mejores resultados
La guía de Maybelline España señala que esculpir las cejas con precisión permite intensificar la apertura de la mirada. Para ello, propone peinar las cejas hacia arriba y hacia afuera, lo que aporta definición y amplía el encuadre ocular.
En relación con el delineado, la técnica aconsejada consiste en realizar un trazo fino y alargado con un delineador líquido. El trazo debe partir desde el nacimiento de las pestañas, cubrir los espacios intermedios y finalizar con un discreto cat eye ascendente, que realza la expresión del ojo sin sobrecargar el contorno.
Lapiz blanco o nude para aportar luminosidad
La rutina también incluye la aplicación de un lápiz blanco o nude en la línea de agua. Además, se aconseja añadir pequeños puntos de luz en el lagrimal y bajo el arco de la ceja, difuminándolos con la yema de los dedos, para ampliar ópticamente la mirada y aportar frescura inmediata.
La rutina concluye con la máscara de pestañas. Se debe usar un productor que tenga la capacidad de separar, elevar y densificar las pestañas por completo, lo cual incrementa el volumen y la longitud percibidos.
De acuerdo con el sitio, la incorporación sistemática de estos pasos permite que quienes tienen ojos hundidos obtengan una mirada revitalizada y con mayor dimensión, donde la luz cobra un papel protagonista.