La jubilación y la soledad pueden convertirse en cargas muy difíciles de sobrellevar, sobre todo cuando nos pasamos la vida trabajando, en compañía y sin parar. Además, si pierdes a tu pareja esta sensación se multiplica.
Después de vivir con sus padres durante un año, a consecuencia del largo COVID, una chica decidió mudarse a una autocaravana en el jardín de su abuelo. Él hacía poco tiempo que había perdido a su mujer y estaba atravesando una época complicada.
Para muchas familias, acompañar a los abuelos en sus últimos años de vida, es una tarea, desgraciadamente, bastante difícil. Muchas veces nos vemos envueltos en nuestras rutinas, en el trabajo o en nuestros propios problemas, y se hace muy complicado conciliar. La atención y el acompañamiento a nuestros mayores puede macar una gran diferencia en su bienestar.
La decisión de mudarse
Fue pensando en esto, cuando la nieta decidió mudarse. No solo para hacerle compañía, sino también para volver a recuperar su independencia tras unos años personalmente complicados.
Según Business Insider, después de un año viviendo con sus padres debido a los largos efectos de la pandemia, la joven sintió que necesitaba dar un paso hacia adelante y recuperar su propia vida. Al mismo tiempo, su abuelo, que había perdido a su esposa y a su perro, se encontraba cada vez más solo y vulnerable, especialmente al vivir en una zona rural.
La idea de la nieta fue bastante sencilla. Se instaló en una autocaravana en el jardín de su abuelo, así se hacían compañía pero contando con su propio espacio. Esta decisión sorprendió a amigos y familiares , aún así, respetaron su parecer. A principios de este otoño, la joven hizo su maleta y arregló la caravana para que estuviera lo más habitable posible.
El vínculo que se fortalece
La convivencia y la cercanía les ha dado a ambos un nuevo propósito y rutina. Cada mañana, el abuelo se despierta, se asea y sale al jardín para saludar a su nieta y comprobar que esté bien, tocando la puerta para asegurarse.
“Le dijo a mi padre que sentía que nos estábamos haciendo muy amigos”, contó ella, ilusionada por la relación que habían recuperado. Ademas, esta experiencia está ayudando mucho a la joven. Después de casi dos años luchando con ansiedad social, está recuperando la confianza en sí misma y hasta a vuelto a usar apps para ligar. Gracias a su renovada seguridad ha empezado a tener intereses románticos y a relacionarse mejor.
Abuelo y nieta saben que no es una práctica usual pero sí transformadora. Ha marcado un punto de inflexión en toda la familia, reforzando a los dos eslabones de esta: a la más pequeña y al más mayor.
Y aunque sabe que convivir con su abuelo desde tan cerca es una solución poco convencional, le ha permitido sentir, según explica, que su vida tiene ritmo propio. Le ha permitido confirmar su valía, su independencia, superar nuevos retos y reencontrase con su equilibrio personal y emocional.