Telefónica encara un acuerdo clave para su reorganización laboral que, salvo giro de última hora, se firmará este lunes 22 de diciembre, con el visto bueno de UGT, CCOO y Sumados-Fetico. La compañía y los sindicatos han apurado las negociaciones durante las últimas semanas, con el objetivo de cerrar antes de final de año un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a siete filiales del grupo y que se enmarca dentro del nuevo plan estratégico presentado a principios de noviembre. La cita se perfila, así, como el punto final a un proceso complejo, marcado por ajustes en las cifras iniciales y por la insistencia sindical en limitar al máximo las salidas forzosas.
La negociación arrancó de manera oficial el pasado 24 de noviembre, cuando Telefónica expuso ante los representantes de los trabajadores de las empresas incluidas en el Convenio de Empresas Vinculadas (CEV) las razones económicas, organizativas y productivas que justificaban tres ERE ya anunciados, a los que se sumó un cuarto expediente en Movistar+. Desde entonces, el perímetro, el volumen de afectados y las condiciones han ido moldeándose hasta dibujar un esquema bastante diferente al planteado en un principio.
Según la propuesta que se prevé cerrar este lunes, el despido colectivo se cerrará con un mínimo de 4.539 salidas, una cifra que supone un recorte del 25,4% respecto a las 6.088 bajas que se manejaron en las primeras fases de la negociación. En términos de plantilla, el ajuste implica que, como mínimo, Telefónica reducirá alrededor de un 26% el empleo en las siete filiales afectadas, que suman actualmente algo más de 17.200 trabajadores. El porcentaje se queda por debajo del 35% que se consideraba inicialmente.
Horquillas de salidas y reparto por filiales: voluntariedad y condiciones económicas
El acuerdo introduce, además, una horquilla de salidas que deja el resultado final en manos de la voluntariedad de los trabajadores. El umbral mínimo se sitúa en 3.765 bajas, mientras que el máximo no superará las 5.040, incluso en el caso de que se registren más adhesiones voluntarias. De este modo, si se alcanza el mínimo de salidas pactadas a través de bajas voluntarias, no habría despidos forzosos. Solo si las adhesiones se quedaran por debajo de ese listón, se forzarían las salidas hasta completar la cifra mínima acordada, un punto que ha sido vital en la negociación y una de las principales reivindicaciones de los sindicatos.
En cuanto al reparto, en las tres grandes sociedades aparadas por el CEV, Telefónica España concentrará la mayor parte de las salidas, con un total de 2.925 empleados afectados, cerca de un tercio de su plantilla. Telefónica Móviles sumará 720 bajas, en torno al 20% de sus efectivos, mientras que Telefónica Soluciones registrará 120 salidas, algo menos del 11%. En conjunto, estas tres empresas acumulan como mínimo las 3.765 bajas que marca el suelo del ERE.
A esto se le añaden las denominadas GBU’s, —Telefónica Global Solutions, Telefónica Innovación Digital y Telefónica S.A.—, donde la repercusión se ha reducido en torno a un 20% respecto a la propuesta inicial, hasta un total de 599 salidas. El ajuste se repartirá entre 112 trabajadores en Global Solutions, 186 en Innovación Digital y 301 en Telefónica S.A. Por último, Movistar+ afrontará un ERE específico con 175 bajas, muy por debajo de las casi 300 planteadas al inicio y equivalente a algo más del 20% de su plantilla.
Con respecto a las condiciones económicas, la propuesta que se firmará contempla diferentes tramos de rentas en función del año de nacimiento, con porcentajes del salario regulador que se extienden hasta los 63 años y se reducen a partir de esa edad. También se fijan requisitos de antigüedad para acogerse de forma voluntaria al proceso, que varían entre 13 y 15 años según la filial, así como un calendario máximo que, en el caso de algunas sociedades, se prolonga hasta finales de 2026 o incluso 2028. Además, en las GBU’s se han reforzado los incentivos a la voluntariedad con primas que oscilan entre los 5.000 y los 18.000 euros en función de la antigüedad, duplicando las cifras que se manejaron en las primeras reuniones.
El ERE, pieza clave del plan de ahorro y transformación de Telefónica
Este nuevo ERE forma parte de la hoja de ruta estratégica con la que Telefónica aspira a generar ahorros de costes de unos 3.000 millones de euros en 2030 y alrededor de 2.300 millones para 2028, cifras que incluyen de forma explícita la reorganización de personal. La compañía también tiene en cuenta el impacto contable del ajuste y ha acelerado los tiempos de negociación para evitar que el grueso del coste recaiga en las cuentas del próximo ejercicio.
Y no es un caso aislado. El precedente más cercano es el ERE firmado a comienzos de 2024, que se saldó con 3.420 salidas y un coste cercano a los 1.300 millones de euros antes de impuestos. Este expediente regulador permitió a la empresa generar un ahorro recurrente superior a los 280 millones anuales.