Violeta Mangriñán ha vuelto a captar la atención de sus seguidores tras revelar uno de los episodios más costosos y frustrantes que ha vivido en su día a día. La influencer, con una sólida presencia en el panorama digital nacional, ha comunicado a sus seguidores a través de las redes sociales que ha tenido que afrontar el pago de 10.000 euros en multas de tráfico. El motivo, según su testimonio, se origina en un descuido administrativo relacionado con una antigua mudanza y el retraso en la actualización de su domicilio ante el registro pertinente.
Establecida actualmente en su nueva vivienda familiar, a la que ha llamado Villa Canela, Violeta reside junto a su pareja, el cantante Fabio Colloricchio, y sus hijas, Gala y Gia. En este periodo de transición y crecimiento, tanto en el ámbito personal como profesional, la fundadora de la empresa Maison Matcha se ha visto sorprendida por la acumulación de sanciones de tráfico que desconocía por completo. “Hoy he pagado la friolera de 10 mil euros en multas de tráfico del Ayuntamiento de Madrid. Diez mil euros en multas en ocho años que llevo en Madrid”, ha compartido en un story de Instagram la creadora de contenido.
La influencer ha explicado que la raíz del problema fue no haber notificado su cambio de dirección, provocando que las notificaciones de las infracciones siguieran llegando a la primera vivienda que ocupó en Madrid. “Resulta que las multas de tráfico me llegaban al primer piso en el que viví en Madrid y nadie me lo notificó hasta hace tres meses”, ha precisado. La mayor parte del importe pagado corresponde, según sus estimaciones, a intereses acumulados por demora. Mangriñán no ocultado el tono de ironía y agotamiento con el que recibió la noticia. “Hola. ¿Puede terminar ya el día de hoy? Gracias”, fueron las primeras líneas que escribió en el story publicado en redes, para más tarde expresar: “Quiero pegarme un tiro, ¿vale? No me digáis nada porque hoy estoy que muerdo”.
El testamento de Violeta Mangriñán
El episodio se suma a otras anécdotas que la joven comparte con regularidad en sus plataformas sociales, donde relata aspectos cotidianos y decisiones trascendentales de su vida. Recientemente, la empresaria comunicó que había realizado el trámite de su testamento, un paso que describió como propio de la adultez. “Hoy en cosas de adultos: firma de testamento. ¿Tú tienes testamento? Yo no tenía. No me digas por qué, es un trámite que siempre me ha dado yuyu. Mis asesores me han recomendado tenerlo y aquí estoy”, detalló ante su audiencia digital.
En relación con el reparto de sus bienes, Mangriñán indicó: “45% Gala, 45% Gia y 10% Lila”, citando a sus dos hijas y a su hermana respectivamente. “Ale, si me pasa algo ya estáis al tanto. Si veis que no se cumple me hacéis una señal y vuelvo del más allá para hacer que se cumpla”, comentó, fiel a su estilo desenfadado y cercano. Las declaraciones no pasaron inadvertidas entre los usuarios, quienes rápidamente señalaron la ausencia de Fabio Colloricchio en el testamento. Ante las preguntas y comentarios de sus seguidores, Violeta Mangriñán aclaró: “Si me caso hay que cambiar el testamento”, sugiriendo que su situación patrimonial podría modificarse en el futuro si formaliza su unión con el cantante. La empresaria cerró el asunto con un mensaje dirigido a su pareja: “Así que Fabio, tú te lo pierdes”.
Entre gestiones legales, el manejo de su empresa y la vida familiar en una casa recién inaugurada, Violeta Mangriñán continúa compartiendo con franqueza los aciertos y dificultades que atraviesa, manteniendo a sus seguidores informados y entretenidos en cada etapa. Este último contratiempo administrativo no ha hecho más que consolidar su imagen de transparencia y espontaneidad, elementos que han cimentado su popularidad en el entorno digital.