La Armada española ha presentado y puesto a flote en Cartagena el segundo submarino del programa de modernización que construye Navantia, el S-82, bautizado con el nombre de Narciso Monturiol, en un acto que ha contado con la presencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Con la botadura del submarino, el Ministerio de Defensa da por consolidado el proyecto de los S-80, “el más ambicioso de la industria naval española, que se sitúa entre las diez mejores del mundo, con capacidad para diseñar y construir submarinos”, según recoge el comunicado de Defensa.
Según ha destacado el Ministerio, el programa de los modernos submarinos convencionales no nucleares es “fundamental para la defensa española y para su soberanía industrial y tecnológica”. Además, la ministra ha querido señalar que este proyecto “reivindica a esta España grande que representa la Armada, la industria española, así como Cartagena y la región de Murcia”.
El submarino podrá funcionar semanas sin salir a la superficie
El nombre elegido para este segundo submarino de la serie S-80 es el de Narciso Monturiol, ingeniero, intelectual, político, pintor e inventor español, nacido en Figueres (Girona) en 1819. La madrina de este nuevo sumergible ha sido Isabel López, esposa del jefe del Estado Mayor de la Defensa. Tras la presentación, el submarino comenzará un periodo de prueba en el puerto y, antes de su entrega a la Armada, se realizarán pruebas de mar, que incluyen la navegación en superficie e inmersión hasta alcanzar la cota máxima.
Entre sus características, este submarino posee una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, lo que le otorga capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN. Cabe destacar también su sistema BEST-AIP, que le otorga una propulsión independiente de la atmósfera, lo que permitirá obtener energía eléctrica a cualquier profundidad y permanecer semanas sin salir a la superficie.
Según ha informado Defensa, el programa S-80 representa el mayor reto industrial y tecnológico de la industria de defensa española, ya que se trata de un sistema diseñado para operar autónomamente en un entorno muy hostil durante largos periodos de tiempo, lo que requiere conocimientos especializados en distintas áreas.
4.000 millones de euros de inversión
La fabricación de los S-80 supone para el Gobierno un desembolso en torno a los 4.000 millones de euros entre 2019 y 2032 y, según el Ministerio, genera empleo directo, indirecto e inducido para más de 6.000 personas y participan en el trabajo más de un centenar de empresas colaboradoras.
La secretaria de Estado, Amparo Valcarce, ha destacado que, desde el principio, el programa S-80 ha dado “prioridad” al componente nacional, tanto en el suministro de la plataforma, equipos y sistemas, como en el número de empresas españolas que participan en el proyecto. “Por eso podemos decir que este es un submarino español”, sostuvo.
Tras la fabricación del Narciso Monturiol y el Isaac Peral, el primero de la serie, que fue entregado hace dos años a la Armada y se encuentra en situación de alta disponibilidad, tras recorrer más de 5.500 millas, y que fue estrenado este año en las maniobras conjuntas de la OTAN, el Ministerio ha avanzado que se espera la puesta a punto de otros dos sumergibles. Ambos submarinos han sido bautizados con los nombres de pioneros de la navegación submarina mundial, como Cosme García (S-83) y Mateo García de los Reyes (S-84).