Una historia de generosidad ha conmovido a Roche-Saint-Secret-Béconne, un pequeño pueblo francés de menos de 500 habitantes, situado en el departamento de Drôme. Aymé Gleyze, vecino del lugar desde su nacimiento en 1928, ha decidido donar 400.000 euros al ayuntamiento, una cifra que equivale a una fortuna para un municipio de estas dimensiones.
A sus 97 años, este ex agricultor —conocido por todos en el pueblo— ha querido devolver a su comunidad lo que considera una vida entera de trabajo y compromiso. “Me casé muy mayor y no tuvimos hijos, por eso prefiero hacer una donación antes de irme; prefiero que la comunidad se beneficie”, explicó Gleyze al diario Le Dauphiné Libéré.
Con una vida dedicada al campo, especialmente al cultivo de lavanda, el donante también ha tenido una activa participación en la vida pública. “Fui concejal durante 25 años, presidente de la sociedad de caza, presidente de la cooperativa de destilería... Así que trabajé para la comunidad”, recuerda.
“Es una persona con corazón”
Sin descendencia directa y con una mirada lúcida sobre el paso del tiempo, Gleyze ha querido tomar las riendas de su legado. “Hoy, ya viejo, estoy a punto de desaparecer”, dice con serenidad. Y añade: “Sé que será bien empleado y que los funcionarios electos le darán un buen uso”.
El gesto no ha pasado desapercibido entre los vecinos, quienes lo describen como una persona querida, humilde y generosa. “¡Todo el mundo lo conoce, es toda una figura!”, afirma Colette, una residente del pueblo. “Es adorable”, agrega su vecina Isabelle. “No presumió al respecto cuando me lo contó; fue simple, normal. Me quedé sin palabras. Esta generosidad no me sorprende; es una persona con corazón, pero muy discreta”.
El actual alcalde, Marc Liotard, ha explicado que la donación permitirá al ayuntamiento cubrir gastos esenciales sin recurrir a préstamos. “Para el comedor, el municipio debería disponer de entre 150.000 y 180.000 euros restantes. El dinero de Aimé Gleyze ayudaría a cubrir este coste restante y, sobre todo, a impulsar nuevos proyectos para el nuevo municipio. Le agradecemos, por supuesto”, declaró a Ici Drôme Ardèche.
Otros proyectos para el pueblo
Además del comedor escolar, el equipo municipal planea destinar parte de la donación a restaurar el patrimonio local. Uno de los proyectos más ambiciosos es la rehabilitación de una torre medieval, un símbolo histórico del pueblo.
Los vecinos también tienen sus propias propuestas: desde el desarrollo de terrenos edificables para vivienda hasta nuevos espacios comunitarios. “Hay un terreno edificable que pertenece al municipio: podría ayudar al municipio a desarrollar terrenos con servicios, para ver si quieren construir uno o dos edificios”, sugiere Colette.
Mientras tanto, Aymé Gleyze sigue siendo una figura admirada y respetada. “No soy eterno, así que tengo que tomar un poco el control”, dice entre risas. Un gesto profundo que quedará para siempre en la memoria de Roche-Saint-Secret-Béconne.