Este pasado viernes, 13 de junio, se celebró una de las bodas más esperadas en el mundo influencer, la de Susana Molina. La murciana dio el ‘sí, quiero’ a Guille Valle rodeada de amigos y familiares, entre los que destacó una invitada muy especial: Anabel Pantoja. La relación de Anabel y Susana viene de años atrás y es tan estrecha que las dos se consideran y tratan como hermanas. Por eso, la influencer y sobrina de Isabel Pantoja no dudó en desplazarse a Madrid para acompañar a la novia en un día tan significativo. Lo hizo acompañada de su novio, David, con el que disfrutó de la celebración.
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Para la ocasión, Anabel apostó por un estilismo que no pasó inadvertido. La colaboradora de televisión escogió un vestido largo en color negro, con un diseño de líneas sencillas y confeccionado en un tejido fluido. El detalle más llamativo del look recaía en los abalorios que adornaban el cuello y hacían de tirantes, aportando un toque diferente. La elección no se quedó ahí, ya que Anabel completó el conjunto con accesorios en blanco: un bolso de plumas y sandalias de tacón, logrando un contraste elegante y sofisticado, pues el mix black and white siempre es un acierto. En cuanto al peinado, optó por recoger el cabello totalmente dejando suelto únicamente el flequillo con ondas en una apuesta por la naturalidad y por centrar las miradas en su vestido.
Más allá de los novios, Anabel fue una de las invitadas más destacadas, captando las miradas de todo el mundo y es que su cercanía con la novia y lo mucho que disfrutó de su felicidad hizo que se sintiera muy cómoda. Sin embargo, todo cambió cuando llegó a casa. La exposición en redes también tuvo otra cara menos amable.
Tan solo dos días después del evento, la sevillana comenzó a recibir un aluvión de comentarios negativos en redes sociales. Pero lejos de quedarse callada, lo ha denunciado a través de su perfil de Instagram, donde ha visibilizado algunos de los mensajes, muy ofensivos, que le han llegado. Y es que muchos de estos comentarios están cargados de burlas hacia su físico, su forma de vestir o referencias directas a su vida personal.
Entre los comentarios que más daño le han hecho, Anabel ha mostrado algunas frases que ponían en duda su estilo, la criticaban por no llevar sujetador o atacaban su cuerpo con comparaciones hirientes. Además, algunos mensajes se atrevían a hacer referencias a su hija o especulaban sobre la situación con su pareja. Las críticas han afectado a la influencer, que ha publicado un post en el que, con lágrimas en los ojos, ha mostrado su tristeza.
“Hoy sí. Hoy habéis ganado el juego. Vuestro premio: hacerme daño”, ha escrito en sus historias, admitiendo cómo estas palabras le habían afectado hasta el punto de dejar de leer los mensajes para protegerse. En un tono reflexivo, Anabel ha lamentado el odio y la inquina que se proyecta en el entorno digital. “Jamás imaginé que las redes se pudieran convertir en una guerra con bombas y metralletas. Sois malignos y encima os veo algunos las caras... Vuestras familias y no sé por qué llegáis a expresar tantísima inquina con mi físico y mi vida”, ha seguido.
Lejos de quedarse únicamente en la denuncia, la influencer ha querido enviar un mensaje a quienes dedican su tiempo a menospreciar a los demás en internet. Ha resaltado la importancia de valorar la salud, la familia, los amigos y la vida, animando a disfrutar de esos regalos cotidianos en lugar de llenar las redes de toxicidad. “No os metáis en perfiles que no seguís y soltéis veneno, eso no es sano para el cuerpo”, ha terminado, buscando dar una vuelta positiva a una situación que, aunque dolorosa, ha afrontado con entereza.