Una mujer capaz de oler el Parkinson reveló la clave para una nueva prueba diagnóstica

Joy Milne, enfermera jubilada, descubrió que su marido tenía Parkinson por un cambio en su olor corporal

Joy Milne, en una imagen de archivo.

El olfato superdesarrollado de una enfermera escocesa jubilada fue la clave, en 2022, para que un grupo de investigadores encontrara una prueba rápida de detección del Parkinson. Es la historia de Joy Milne, una mujer escocesa que fue capaz de saber tan solo con su olfato que su marido había desarrollado la enfermedad.

El Parkinson es la enfermedad neurológica de más rápido crecimiento en el mundo. Según estimaciones de la ONU, más de 7 millones de personas conviven con esta condición a nivel global. La enfermedad se caracteriza por síntomas como temblores, dificultades para caminar y hablar, y alteraciones en el estado de ánimo, entre otros. La ausencia de una prueba diagnóstica definitiva complica la detección temprana y el inicio oportuno de tratamientos.

A Les Milne, marido de Joy, le diagnosticaron Parkinson a finales de los años 90, pero ella se había dado cuenta mucho antes. Cuando Les cumplió los 45 años, Joy detectó un cambio en el olor corporal de su esposo, una sensación que se fue haciendo cada vez más intensa con los años.

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Sin embargo, no fue consciente de lo que significaba hasta que, con diagnóstico en mano, el matrimonio acudió a una reunión de enfermos de Parkinson. “Huele como tú”, le dijo entonces Joy a su marido. Si en un principio pensó que el cambio en el olor se debía a una higiene deficiente, esa reunión le dio la idea de que, quizás, tenía relación con la enfermedad.

Les falleció en junio de 2015, pero la relación entre el Parkinson y el olor corporal no desapareció de la cabeza de Joy, que terminó por compartir sus inquietudes con el biólogo Tilo Kunath durante una conferencia sobre el Parkinson. El experto en mecanismos de neurodegeneración compartió la información con una colega investigadora, Perdita Barran. La química, sorprendida ante la capacidad de la mujer, comenzó una investigación en la Universidad de Manchester para intentar descubrir la firma molecular detrás de ese peculiar olor.

Una prueba en tres minutos

Los esfuerzos dieron resultado: en 2022, Barran y su equipo publicaron los resultados en la Journal of the American Chemical Society. Habían logrado desarrollar una prueba diagnóstica capaz de detectar el Parkinson en apenas tres minutos.

El test utiliza un hisopo de algodón para recoger muestras de sebo, la sustancia aceitosa que produce la piel, en la espalda de los pacientes. Esta zona se seleccionó porque suele lavarse con menos frecuencia, lo que permite una mejor recolección de compuestos. El análisis de las muestras, realizado mediante espectrometría de masas, permitió comparar a 79 personas diagnosticadas con Parkinson con un grupo de control de 71 individuos sin la enfermedad. Los resultados revelaron la presencia de más de 4.000 compuestos únicos, de los cuales 500 mostraron diferencias significativas entre ambos grupos.

Marc Gauthier, de 62 años, ha vuelto a caminar tras un diagnóstico de Parkinson hace ya tres décadas.

La prueba alcanzó una precisión del 95% en condiciones de laboratorio. La profesora Perdita Barran, explicó a BBC Mundo que actualmente no existe una prueba química definitiva para el diagnóstico del Parkinson, lo que obliga a los médicos a basarse en la observación de síntomas clínicos. Esta situación genera largas listas de espera para consultas neurológicas y retrasa el acceso a tratamientos y apoyo para los pacientes. “La posibilidad de realizar esta prueba en un entorno de atención primaria, como la consulta de un médico de cabecera, sería transformadora”, aseguró Barran.

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