Senegal se sitúa en la costa oeste de África, haciendo frontera con Mauritania, junto a otros países más pequeños. ¿Qué hay de diferente con España? Existen multitud de distinciones a nivel cultural, social y político. Y, aunque pueda parecer lejano, este Estado se encuentra a cinco horas de vuelo desde Madrid, menos que para viajar a Estados Unidos. Para algunos, cruzar los límites nacionales da un poco de vértigo, sobre todo, cuando es para pisar un país poco cercano, como puede ser Senegal.
Sin embargo, esto no frenó a la española Sara Ardi, que desde hace poco se encuentra en el Estado africano realizando un voluntariado. A través de redes sociales como Instagram o TikTok, donde cuenta con más de 548.000 seguidores, comparte sus experiencias allí. En uno de sus vídeos, que ya alcanza las casi tres millones de visualizaciones, ha dado a conocer la hospitalidad de los senegaleses, según ha destacado la propia Sara. Una anécdota que no olvidará nunca y que le sucedió en las primeras horas de pisar el suelo del otro continente.
Una sorpresa para esta joven
La joven española ha narrado que, tras llegar, no tenía efectivo, por lo que intentó buscar una solución hablando francés, el idioma oficial de Senegal: “Le he preguntado a un señor dónde estaba el banco”. Este le indicó que se encontraba un poco lejos desde ese lugar, por lo que le recomendaba coger un taxi. Sara le respondió que no tenía dinero en la moneda local - los Franco CFA- y que, por eso, había decidido ir andando. Así, también podía dar un paseo mientras conocía el nuevo paisaje que le rodearía durante un tiempo.
Sin embargo, una sorpresa la llamó desde lejos: “Llevaba cinco minutos andando cuando escucho: ”Señorita, señorita“. No sabía qué pasaba”. Creía que algo no iba bien, pero fue todo lo contrario. “El mismo señor de antes venía con dinero para que me cogiera un taxi”, ha destacado emocionada. Ella le expresó que no hacía falta, aunque había sido muy amable. “Has dicho que no tenías billetes para pagar”, le ha respondido el local.
Un aprendizaje para toda la vida
“Muchas gracias, de verdad. No hace falta. Eres muy amable”, le manifestó Sara a este senegalés. A esto, él responde: “Me han enseñado así”. Estupefacta, la española no era capaz de comprender el gesto de generosidad que acababa de vivir: “No me lo puedo creer. Estoy un poco en shock”, ha expresado boquiabierta. Para ella, era imposible de concebir que un hombre que estaba en la calle y que no sabía si volvería a ver, pudiera prestarle el dinero que necesitaba: “No sabe ni mi nombre y venía con billetes para que me cogiera un taxi y no fuera a pie”, ha resaltado esta joven.
Mientras realiza su voluntariado en el desierto de Senegal, le ocurren muchas anécdotas que contar como encontrarse dos cabras pequeñas en un aseo o que la inviten a comer sin conocerla. En cambio, este acto de amabilidad la ha dejado sin palabras: “Me acaba de dar una lección de vida, literalmente”.