Se cumplen 8 días desde que la DANA arrasó numerosos municipios de la Comunidad Valenciana, una catástrofe nunca antes vista cuyos efectos también empiezan a notarse ya en la salud mental, por lo que el apoyo psicológico a los afectados es fundamental. El estado de shock, la angustia o la ansiedad son algunas de las consecuencias más inmediatas tras una tragedia de esta magnitud y, si esos primeros síntomas no se tratan adecuadamente, advierten desde el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, “el problema puede agravarse”
“Este tipo de reacciones adaptativas son completamente normales ante una situación de estas características, pero si no se interviene de forma inmediata, a la larga la salud mental se puede ver dañada, por eso los psicólogos especialistas en emergencias intentamos tratar estos primeros síntomas para que el impacto sea menos grave”, explica a Infobae España la psicóloga Sandra Pérez, una de las coordinadoras del Grupo de Emergencias y Catástrofes del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. La experta también aclara que las consecuencias psicológicas de la DANA dependerán también de si la persona afectada ha perdido a algún ser querido, si ha sufrido la riada en primera línea o desde otro lugar más lejano, si bien todas las situaciones son complicadas.
A medida que van pasando los días, añade Pérez, si esas primeras reacciones no se tratan pueden surgir trastornos mentales como “estrés agudo y estrés postraumático”, lo cual pueden notar especialmente los voluntarios, “cuando vayan bajando el ritmo y desaparezca la adrenalina”, además de que también surgir trastornos adaptativos, depresión, ansiedad, disociación con la realidad o insomnio. Por eso es importante que las personas afectadas por la riada “se centren en lo que tienen ahora y no en lo que han perdido o pueden perder” y busquen apoyo, tanto de expertos, como de amigos y familiares.
Los psicólogos especializados en emergencias también advierten de que el estrés prolongado por una tragedia de estas características acaba provocando daño orgánico en los afectados, con sintomatología física de tipo estomacal e incluso afecciones cardíacas, especialmente en la población más vulnerable.
Puestos de atención psicológica
Como varios centros sanitarios de la Comunidad Valenciana han desaparecido al quedar inundados o dañados por la riada, en algunas localidades se está dando asistencia en puestos improvisados en comisarias, colegios o ayuntamientos con personal sanitario que está trabajando sin apenas descanso y también se han instalado puntos de atención psicológica. En esos espacios se atiende tanto a vecinos como a voluntarios y efectivos de emergencia que en un primer momento han acudido a tratarse un simple corte o herida y que finalmente terminan derrumbándose por toda la angustia vivida.
Esos puestos de apoyo psicológico, sostiene Pérez, “son tan importantes como la gente que está llevando alimentos o agua para cubrir las necesidades básicas, porque no solo permiten ver qué está pasando, sino normalizar todas esas reacciones”, si bien considera fundamental que los recursos de atención a la salud mental se mantengan a medio y largo plazo. “Cuantas más facilidades se den a las personas afectadas por la dana, mucho mejor”.
Además, desde este miércoles la Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana pone en marcha la Unidad de Asistencia Psicológica a las familias de las personas fallecidas por las inundaciones, un espacio ubicado en las instalaciones de Feria Valencia que “contará con 30 psicólogos y psiquiatras, 10 consultas y 2 ambulancias medicalizadas, en horario de 09.00 a 19.00 horas”. Desde esta misma consejería han indicado que ya ha restablecido la actividad asistencial en 47 centros de salud de los 57 que se vieron afectados por las inundaciones.
En cuanto a las urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, se mantiene la actividad con normalidad en todos los departamentos de salud y se han ido recuperando progresivamente las consultas externas de los hospitales, según ha informado en un comunicado la consejería que dirige Marciano Gómez, quien también ha recordado la importancia de utilizar mascarillas, protección ocular, calzado adecuado y ropa de manga larga a todas las personas que trabajan en tareas de limpieza en las zonas afectadas.