Las novedades en la lucha del cáncer de mama llegan a España: de la IA a la cirugía

El congreso anual organizado por GEICAM presenta los últimos avances que ayudan a una detección tempana y un mejor tratamiento del cáncer de mama

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Los doctores Sánchez Méndez, García-Closas, Alés y Hofvind con la representante de la Federación Española del Cáncer de Mama, Paula González, en la presentación de la Revisión Anual de Avances en Cáncer de Mama (GEICAM)
Los doctores Sánchez Méndez, García-Closas, Alés y Hofvind con la representante de la Federación Española del Cáncer de Mama, Paula González, en la presentación de la Revisión Anual de Avances en Cáncer de Mama (GEICAM)

España diagnostica cada año más de 30.000 nuevos casos de cáncer de mama, según estimaciones de la Asociación Española Contra el Cáncer. Una detección temprana y un proceso adaptado a la paciente son claves en el control y la recuperación de esta enfermedad. Por ello, las cada año el Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama (GEICAM) organiza una revisión anual para compartir los grandes avances en la lucha contra el cáncer.

Este año, el papel de la inteligencia artificial se ha mostrado clave en la detección temprana de estos tumores. Un nuevo estudio elaborado en Noruega ha demostrado su capacidad para reducir la carga de trabajo de los cardiólogos y puede conducir a una detección más temprana de los cánceres de mama.

El estudio, según ha expresado la investigadora noruega Solveig Hofvind, ha descubierto que la inteligencia artificial es capaz de identificar como positivos el 99,3% de los cánceres de mama detectados por cribado. Estos avances podrán permitir próximamente personalizar los cribados, siempre manteniendo “las habilidades de interpretación de los radiólogos”.

La importancia del factor hereditario: los genes con alto riesgo

También se han dado nuevos avances en el estudio de la genética. Y es que, a pesar de que tan solo entre el 5 y el 10% de los cánceres de mama son hereditarios, el factor genético puede ser crucial a la hora de detectar y abordar esta enfermedad.

Así, la doctora Montserrat García-Closas, del Institute of Cancer Research and Imperial College en Londres, ha destacado los avances de los últimos estudios, que han logrado identificar genes adicionales con mutaciones de alto riesgo. “Ahora sabemos mucho mejor cuáles son los riesgos asociados a estas mutaciones específicas·, ha afirmado la doctora. De hecho, aunque el porcentaje de cánceres hereditarios sea minoritario, “el resto de casos de cáncer de mama también tienen un componente hereditario”, ha asegurado García-Closas.

Por ello, se ha avanzado en el estudio de riesgo poligénico, que suma muchas alteraciones pequeñas para medir el peligro de desarrollar estos tumores. “Se han descubierto hasta ahora 200 (mutaciones) que juntas se pueden traducir en un índice de riesgo poligénico, que ahora nos ayuda a saber quién puede tener esta susceptibilidad genética, incluso sin historia familiar o sin tener ningún tipo de mutaciones”.

“Pero la parte no genética también es muy importante”, ha destacado García-Closas, “como factores hormonales, factores ambientales, estilo de vida... Y ahora también hay un avance para integrar todos estos factores (...) para saber quién está en riesgo elevado que podría beneficiarse de una atención más personalizada para el cribaje o la prevención”. La identificación temprana de personas con alto riesgo de cáncer de mama permite posteriormente realizar intervenciones específicas, como exámenes de detección frecuentes, medicamentos y cirugías preventivas.

Avances en cirugía: “Menos es más”

En el plano quirúrgico, el doctor José Ignacio Sánchez Méndez, cirujano en el Hospital Universitario La Paz, ha defendido que en el tratamiento del cáncer de mama, “menos es más y mejor”. “En esta reunión se va a hablar de muchos fármacos nuevos y muchas técnicas nuevas, pero todavía la cirugía tiene un papel importante”, ha asegurado. Sin embargo, “tenemos que reflexionar en que muchos gestos quirúrgicos no aportan nada”.

En ese sentido, recientes estudios como el SOUND han demostrado que intervenciones más conservadoras de cirugía más radioterapia son más efectivas que las extirpaciones completas y evitan la realización de biopsias de ganglio centinela, lo que disminuiría la morbilidad de las pacientes.

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